Echamos de menos a R.E.M.
Un repaso al cancionero de una de las bandas m¨¢s grandes del pop-rock norteamericano, coincidiendo con el aniversario del disco ¡®Out of Time¡¯
Se acaban de cumplir 30 a?os de la publicaci¨®n de Out of Time (1991), el disco que coloc¨® a R.E.M. en la aristocracia del pop-rock comercial, una aut¨¦ntica banda gigante, en pegada y p¨²blico, salida de los circuitos alternativos. Con este ¨¢lbum, la banda acab¨® por abrir el gran mel¨®n de la m¨²sica independiente para audiencias masivas.
Out of Time puso al grupo de Athens en una dimensi¨®n de grupo superventas, pero no por ello rest¨® cred...
Se acaban de cumplir 30 a?os de la publicaci¨®n de Out of Time (1991), el disco que coloc¨® a R.E.M. en la aristocracia del pop-rock comercial, una aut¨¦ntica banda gigante, en pegada y p¨²blico, salida de los circuitos alternativos. Con este ¨¢lbum, la banda acab¨® por abrir el gran mel¨®n de la m¨²sica independiente para audiencias masivas.
Out of Time puso al grupo de Athens en una dimensi¨®n de grupo superventas, pero no por ello rest¨® credibilidad y calidad a su m¨²sica. Se trata de una obra sobresaliente, impulsada desde sus primeros pasos por el primer sencillo de adelanto: ¡®Losing My Religion¡¯, una canci¨®n incontestable que super¨® con creces el ¨¢mbito alternativo a nivel internacional convirti¨¦ndose en una de las canciones m¨¢s escuchadas en la d¨¦cada de los 90, as¨ª como un cl¨¢sico imperecedero de la historia del rock.
El grupo ya se hab¨ªa convertido en un acontecimiento mundial con Green, publicado con la multinacional Warner Music, pero es con Out of Time cuando se consolidaron como el fen¨®meno pop m¨¢s fascinante y arrasador de la d¨¦cada. Un disco bello y arrebatador, donde aparcan los watios fuertes por un paisaje m¨¢s ac¨²stico, desprendiendo melancol¨ªa en cada composici¨®n, incluso en una tan tontorrona y perfecta como ¡®Shiny Happy People¡¯ con el acompa?amiento de Kate Pierson de los grandiosos The B-52¡äs. Es lo que tienen las obras magn¨ªficas: hasta lo m¨¢s intrascendente atraviesa el presente.
R.E.M. atravesaron el presente desde que nacieron de aquella escena de los ochenta conocida como Nuevo Rock Americano, formada por regeneradores del rock a partir del country y el garage. En mitad de un mapa habitado por bandas de carreteras secundarias, como The Long Ryders, Green On Red, Jason & The Scorchers o Dream Syndicate, R.E.M. plant¨® una autopista. De su rock con par¨¢bolas grandilocuentes sali¨® un camino directo a la fama, donde los sonidos americanos a?ejos se abrazaron con un renovado universo pop. Una autopista que, conviene se?alarlo con letras grandes, siempre sigui¨® una l¨ªnea de coherencia art¨ªstica que merece ser reconocida. Porque del microcosmos de R.E.M., formado por las ra¨ªces sonoras de The Byrds confluyendo con el garage, el punk y el pop, han salido verdaderos himnos a los que solo se llega cuando los astros se cruzan.
A diferencia de U2, R.E.M. siempre supieron cu¨¢ndo retirarse. Tambi¨¦n fueron due?os de una carrera m¨¢s inteligente y menos propensa al mesianismo pop, pero, de cara a la historia, lo m¨¢s importante es una cosa simple: a R.E.M. se les echa de menos. Eso es una virtud en un mundo en el que muchas veces se echa de m¨¢s a otras formaciones y artistas. Qu¨¦ mejor que recordarlos con algunos de sus temas m¨¢s emblem¨¢ticos, entre los que se incluyen algunos de Out of Time. Menudo band¨®n.
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