El fot¨®grafo que quem¨® sus im¨¢genes pero salv¨® libros y cat¨¢logos
Una exposici¨®n virtual recupera la figura del fot¨®grafo y editor Jorge Rueda a trav¨¦s de un fondo de catalogaci¨®n de publicaciones y libros que recorre cuatro d¨¦cadas de edici¨®n de fotograf¨ªa en Espa?a
¡°Es mi voluntad que el contenido de esta maleta y el contenido en fotos diapositivas y CD (digitales) de toda la casa SE QUEMEN concienzudamente y por completo¡±, escrib¨ªa Jorge Rueda (Almer¨ªa, 1943?Jorox, 2011) en abril de 2010, en una sencilla hoja de papel amarillo y cuadriculado que incorporaba su membrete. ¡°Incluyo fotos enmarcadas. Es decir, TODAS las fotos y los negativos. Salvo libros y cat¨¢logos¡±. El 13 diciembre de 2011, apenas un mes despu¨¦s de la...
¡°Es mi voluntad que el contenido de esta maleta y el contenido en fotos diapositivas y CD (digitales) de toda la casa SE QUEMEN concienzudamente y por completo¡±, escrib¨ªa Jorge Rueda (Almer¨ªa, 1943?Jorox, 2011) en abril de 2010, en una sencilla hoja de papel amarillo y cuadriculado que incorporaba su membrete. ¡°Incluyo fotos enmarcadas. Es decir, TODAS las fotos y los negativos. Salvo libros y cat¨¢logos¡±. El 13 diciembre de 2011, apenas un mes despu¨¦s de la muerte del fot¨®grafo, se daba cumplimiento a su mandato en el patio de su casa en Jorox.
Un c¨¢ncer fulminante terminaba con la vida de uno de los actores m¨¢s singulares y provocadores de la escena de la fotograf¨ªa en Espa?a. Referente ineludible durante los a?os ochenta, fue capaz de insuflar un soplo de aire fresco, transgresor, colorista e imaginativo a una fotograf¨ªa anclada en la tradici¨®n de los grandes maestros de la fotograf¨ªa documental en blanco y negro de los a?os cincuenta. Su talante renovador iba m¨¢s all¨¢ del desarrollo de su obra personal, dando impulso a nuevas narrativas a trav¨¦s de su destacada faceta como fundador y director de la revista Nueva Lente. As¨ª, aquella hoguera que ard¨ªa en el patio de su casa en Jorox colocaba en el punto de mira a las instituciones que trabajan con la fotograf¨ªa, y se?alaba su ineficacia a la hora de proteger, ordenar y conservar un valioso archivo. Aunque a ¨²ltima hora hubo alg¨²n intento por salvarlo, era ya muy tarde.
Lo que se salv¨® de la pira (im¨¢genes y textos que perduran impresos en libros, revistas y cat¨¢logos, publicaciones, y que abarcan desde los agitados a?os sesenta hasta nuestros d¨ªas) constituye el punto de partida del proyecto Salvo libros y cat¨¢logos. Una labor de investigaci¨®n en curso, dirigida por Juli¨¢n Bar¨®n y Roc¨ªo Guti¨¦rrez, un recorrido tras la figura de Rueda por cuatro d¨¦cadas de edici¨®n de fotograf¨ªa en Espa?a. Su desarrollo ha dado pie a la creaci¨®n de un fondo de catalogaci¨®n, que ha realizado Luc¨ªa Osuna. Constituye la base documental de un debate sobre el medio fotogr¨¢fico y su edici¨®n y pone en relieve el valor de la publicaci¨®n como referente y legado. La iniciativa ha sido llevada a cabo con la colaboraci¨®n de la plataforma Fiebre Photobook, en cuya p¨¢gina web puede verse la exposici¨®n virtual de dicho proyecto, que culminar¨¢ con una publicaci¨®n compuesta por dos vol¨²menes.
¡°De Jorge Rueda me atra¨ªa su desdoblamiento como fot¨®grafo y editor, as¨ª como su capacidad de cr¨ªtica y reflexi¨®n desde la teor¨ªa¡±, se?ala Bar¨®n. Y a?ade: ¡°De ah¨ª que nos pareciera muy interesante rastrear tambi¨¦n el cuerpo te¨®rico que hab¨ªa ido dejando a lo largo de su carrera¡±. Una fruct¨ªfera trayectoria dentro de la cual, a su ya citada labor al frente de la revista Nueva Lente, se suma la de fundador de la revista Aqu¨ª Imagen; su paso como redactor gr¨¢fico por la revista Triunfo; sus colaboraciones con editoriales extranjeras como Ruedo Ib¨¦rico, Hatier y Panorama; sus colaboraciones en aquel espacio iconoclasta nacido durante la Movida que fue La Luna de Madrid, y tambi¨¦n en El Paseante.
Fue director de los Encuentros Fotogr¨¢ficos de Andaluc¨ªa y vocal de ediciones de la Real Sociedad Fotogr¨¢fica de Madrid. Fueron tres los monogr¨¢ficos dedicados a su obra: Mal de ojo (Mestizo), Desatinos (Universidad de M¨¢laga) y Human (Lunwer). En 1976 recibi¨® el encargo de comisariar una exposici¨®n sobre la fotograf¨ªa espa?ola en los Encuentros de Arl¨¦s. Ser¨ªa la primera muestra internacional tras la muerte de Franco, e inclu¨ªa a miembros de la llamada Quinta generaci¨®n, representantes de las tendencias m¨¢s vanguardistas del momento. ¡°Rueda ten¨ªa una forma de entender el mundo muy particular que llevaba hasta sus ¨²ltimas consecuencias¡±, apunta Bar¨®n. ¡°Fue un oteador capaz de poner en la palestra a muchos fot¨®grafos. Practicaba de forma continuada el ejercicio de la libertad a trav¨¦s de una mirada cr¨ªtica sobre el mundo, pero tambi¨¦n muy respetuosa. Adelantado a su tiempo, fue un precursor del montaje fotogr¨¢fico digital, pionero a la hora de incorporar herramientas como el Photoshop y utilizar Facebook¡±.
Para el gran comunicador que fue Rueda, el valor primordial de la fotograf¨ªa estaba en su reproductibilidad, ¡°en el hecho de que nace para ser difundida al m¨¢ximo en contraposici¨®n con la pintura. Dec¨ªa que prefer¨ªa vender un mill¨®n de im¨¢genes a un euro que una sola imagen a un mill¨®n¡±, destaca Guti¨¦rrez, quien colabor¨® en varias ocasiones con el autor. ¡°Nunca le interes¨® la fotograf¨ªa como un objeto a ser expuesto en una galer¨ªa o museo, de ah¨ª su inter¨¦s por las ediciones impresas, que, exigente, cuidaba siempre en busca de la m¨¢xima calidad.¡± As¨ª, en Mal de ojo invita al lector a coger cualquier imagen del libro, cortar el borde perforado del gusanillo, y colgarla como una obra. ¡°No son reproducciones, son originales en el preciso sentido de la palabra, aunque haya mucho m¨¢s que uno¡±, recalcaba el autor.
¡°Nunca le interes¨® la fotograf¨ªa como un objeto a ser expuesto en una galer¨ªa o museo¡±
Le gustaba trabajar de forma poco ortodoxa. La experimentaci¨®n formaba la base de su quehacer art¨ªstico. Autodidacta, se defin¨ªa como ¡°un chapucero que se divierte haciendo fotos¡±, y sin embargo ten¨ªa un gran control sobre la t¨¦cnica. Sus fotomontajes, ¡°elaborados a partir de sus propias realizaciones fotogr¨¢ficas, retratos, reportajes y elementos de la realidad, se convierten en met¨¢foras visuales que no disocian la importancia documental del hecho fotogr¨¢fico como creador¡±, destacaba el fot¨®grafo F¨¦lix Lorrio durante el encuentro organizado durante el pasado festival Fiebre 2020 en torno a la figura de Rueda. Sus im¨¢genes de colores saturados, cargadas de un humor ¨¢cido y corrosivo, y con frecuencia irrespetuosas con los est¨¢ndares establecidos, revelaban un universo fant¨¢stico. As¨ª pas¨® a ser considerado como el padre del surrealismo espa?ol, algo con lo que ¨¦l no estaba de acuerdo, pues enmarcaba su obra dentro del realismo fant¨¢stico. ¡°Y de ser el padre, ?d¨®nde est¨¢n sus hijos?¡± ¡°?Falta humor en la fotograf¨ªa de hoy?¡±, preguntaba la coleccionista y experta en fotolibros Gabriela Cendoya durante el encuentro celebrado en Fiebre.
Ten¨ªa fama de exigente y selectivo. ¡°No todo era v¨¢lido para ¨¦l. Defend¨ªa que un fot¨®grafo debe saber trabajar para el soporte en el que muestra sus im¨¢genes, tanto en la edici¨®n digital como impresa, consciente de la necesidad de un criterio visual a la hora de practicar la fotograf¨ªa¡±, se?ala Roc¨ªo Guti¨¦rrez. A la hora de reconocer el valor fotogr¨¢fico y expresivo, el autor fue m¨¢s all¨¢ de su propio gusto, al incorporar a nuevas voces que hicieron evolucionar la fotograf¨ªa en Espa?a.
¡°Al salvar libros y publicaciones, Jorge Rueda fue coherente con su voz¡±, destaca Guti¨¦rrez. El acto en s¨ª otorgaba un valor a sus publicaciones, en una etapa en que este tipo de soporte iba cobrando val¨ªa frente a la copia fotogr¨¢fica y comenzaba a encontrar su lugar en los centros de documentaci¨®n y museos. ¡°Nos dej¨® un valioso legado. Lo triste es que los problemas de los que nos quejamos en la actualidad, dentro del ¨¢mbito de la fotograf¨ªa en Espa?a, son los mismos de los que Rueda se hizo eco entonces¡±, se?ala Bar¨®n. ¡°No hay que olvidar de d¨®nde venimos para entre todos idear a d¨®nde vamos.¡±
Salvo libros y cat¨¢logos. Exposici¨®n virtual en la plataforma Fiebre Photobook.
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