Extra?a luz de los Ozark
Un fotolibro indaga en la cruda realidad de esta regi¨®n de Misuri, en Estados Unidos. Un delicado retrato de la mitolog¨ªa, las costumbres y la identidad de un lugar alejado del modelo de la cultura dominante
Existe una carretera al sudeste del Estado de Misuri donde algunas noches los viajeros se ven sorprendidos por una enigm¨¢tica esfera de luz. Recibe el nombre del Paseo del Diablo y se encuentra en los montes Ozark. Dicen que el mism¨ªsimo demonio vive all¨ª. De ah¨ª que los lugare?os aseguren que est¨¢ tan presente en sus vidas como lo estar¨ªa un ¨¢ngel, Jesucristo o Dios.
Muy cerca de aquellos montes nacieron Antone Dolezal y Lara Shipley. Remota y agreste, la regi¨®n es una de las m¨¢s pobres y aisladas de Estados Unidos. En los ¨²ltimos tiempos el alto ¨ªndice de drogadicci¨®n ha supuesto un rev¨¦s m¨¢s a su maltrecha reputaci¨®n. Sin embargo, los fot¨®grafos crecieron felices, inspirados por las f¨¢bulas de la regi¨®n. Relatos con los que los lugare?os, herederos de una fuerte tradici¨®n folcl¨®rica, cargada de conocimiento y superstici¨®n, entretienen a sus allegados. Dejar¨ªan en ellos una huella profunda, como lo hicieron las gratificantes vivencias en contacto con el mundo natural. As¨ª, cuando Dolezal y Shipley se conocieron en Santa Fe, Nuevo M¨¦xico, surgi¨® el deseo de regresar a la tierra de origen y reencontrarse con su pasado. El resultado ha sido el fotolibro Devil¡¯s Promenade (Overlapse), un trabajo conjunto durante el cual profundizaron en la idiosincrasia del lugar a lo largo de diez a?os.
La lucha entre el bien y el mal se encuentra en el coraz¨®n de esta narraci¨®n que comienza con la fr¨¢gil y tierna figura de un ni?o a la orilla de un r¨ªo. Marca el inicio de un recorrido incierto, donde el presente se junta con el pasado. A trav¨¦s de una ¨¢gil secuenciaci¨®n de im¨¢genes, compuesta de enigm¨¢ticos paisajes y reveladores retratos, el lector se ve envuelto en una atm¨®sfera cargada de intriga y tensi¨®n. Cualquier cosa es posible en el camino. As¨ª, los tramos de tinieblas se intercalan con otros donde reina la serenidad y abunda la claridad. La experiencia resulta tan aterradora como hermosa. El Paseo del Diablo se convierte en una met¨¢fora del destino de los habitantes de la zona; de la experiencia de crecer en un lugar donde no existen muchas salidas. Donde la vida a veces se acerca al para¨ªso y otras al infierno.
Los autores mezclan im¨¢genes de archivo ¡ªencontradas en los mercadillos locales y en las distintas bibliotecas¡ª con otras tomadas por ellos mismos. De igual forma, el blanco y negro se combina con el color, y la fotograf¨ªa documental se mezcla con otra m¨¢s interpretativa. Algunas fotograf¨ªas son recreaciones de las historias que fueron recopilando. En otras dan rienda suelta a su imaginaci¨®n. ¡°Nos plantemos un proyecto en el cual pudi¨¦ramos prescindir de los estereotipos del lugar¡±, comenta Shipley. ¡°Que reflejara lo que uno siente al volver a un lugar del que se siente parte. No desde la perspectiva del de fuera¡±. Y lo consiguieron. En la mirada de los artistas se reconoce el car¨¢cter personal de un relato estructurado en varias capas. Fluye entre ¨ªntimas y enigm¨¢ticas escenas familiares, compuestas por j¨®venes y mayores; distintos mundos y experiencias que se entremezclan y refieren c¨®mo los mitos y las supersticiones que se trasmiten de generaci¨®n en generaci¨®n dan sentido a la comunidad.
¡°De d¨®nde viene la luz, o la raz¨®n de su existencia, sigue siendo un misterio¡±, advierte uno de los textos que se intercala con las im¨¢genes. La m¨ªstica tambi¨¦n encuentra su espacio en la narraci¨®n, en el retrato de un grupo de personas que recurre a la sanaci¨®n a trav¨¦s de la oraci¨®n. ¡°Durante aquellos d¨ªas mi padre enferm¨® de c¨¢ncer ¨Dcuenta Dolezal¨D. A menudo pensaba que es la escasez de recursos sanitarios la que lleva a la gente a buscar alternativas que se salen de la medicina tradicional. La religi¨®n se convierte en el consuelo que ofrece aquello que la sociedad no alcanza a satisfacer¡±. De igual forma, en el relato la presencia del mundo natural cobra la misma importancia que la de los humanos y adquiere la magnitud de una experiencia espiritual. ¡°Nuestro objetivo no fue en ning¨²n momento intentar documentar o explicar el fen¨®meno de las esferas de luz, sino sugerir que esa luz es parte de lo que hace esta regi¨®n ¨²nica¡±, asegura Dolezal.
Una c¨¢lida noche de verano, Dolezal y Shipley se encontraron con un grupo de adolescentes en el Paseo del Diablo. Esperaban ansiosos alg¨²n tipo de acontecimiento. De repente, el espacio qued¨® iluminado por las esferas. ¡°A veces parec¨ªan blancas, a veces rojas, verdes o azules. El ¨²nico sonido era el zumbido de los insectos, que palpitaba con las esferas danzantes. Despu¨¦s de un rato, quiz¨¢s diez minutos, los adolescentes se aburrieron y se marcharon. Buscaban algo escalofriante, pero no lo era. Era hermoso¡±, recuerda Shipley. Los fot¨®grafos permanecieron en el lugar disfrutando del espect¨¢culo de un fen¨®meno que hasta ahora no tiene explicaci¨®n. Regresar¨ªan al lugar varias veces. Nunca m¨¢s volvieron a ver la extra?a luz. Tampoco se toparon con el diablo.
Devil's Promenade
Autor: Antone Dolezal y Laura Shipley.
Editorial: Overlapse, 2021.
Formato: 152 p¨¢ginas. 40,23 euros.
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