¡®La espera¡¯, una de las mejores novelas negras de los ¨²ltimos tiempos

La espera (AdN, traducci¨®n de Javier Guerrero) es el vigesimoquinto libro de Michael Connelly dentro de la serie protagonizada por Harry Bosch, inaugurada con The Black Echo en 1992. En ¨¦l, el autor estadounidense obra varios milagros. Su h¨¦roe sigue en plena forma, una pieza central en el proyecto de retratar Los ?ngeles y los Estados Unidos a trav¨¦s de la literatura policial. Adem¨¢s, las secundarias, aqu¨ª ya con categor¨ªa de protagonistas, encajan a la perfecci¨®n. Por un lado, tenemos a Ren¨¦e Ballard, a la que vimos por primera vez en Sesi¨®n Nocturna (vigesimoprimera entrega): una polic¨ªa competente y eficaz, un personaje complejo que se ha ido quitando de encima la sombra de Bosch y ganando protagonismo y profundidad. Por otro, nos encontramos a Maddie Bosch, hija del polic¨ªa m¨¢s famoso de la ciudad, a la que hemos visto crecer pr¨¢cticamente desde la cuna y ahora se ha convertido en compa?era de la pupila de su padre. Algunos grandes protagonistas de la serie de novelas han ido cayendo por el camino, son muchos a?os: la mujer y luego exmujer de Bosch y madre de Maddie, Eleanor, o el compa?ero m¨¢s fiel que ha tenido nuestro h¨¦roe, J. Edgard. En esta ocasi¨®n, no encontramos a Mickey Haller, hermanastro de Bosch, m¨¢s conocido por muchos como El abogado del Lincoln (s¨ª, el de la serie de Netflix) protagonista a su vez de siete novelas y presencia estelar en las aventuras de Bosch. Una ¨²ltima interconexi¨®n: Ballard est¨¢ inspirada en la detective de la polic¨ªa de Los ?ngeles Mitzi Roberts, colaboradora del p¨®dcast Murder Book, una ejemplar incursi¨®n por parte de Connelly en ese formato. Universos interrelacionados con el crimen de fondo. Balzac en el siglo XXI.

Pero si hay algo en lo que destaca Connelly (Filadelfia, 68 a?os) es en la construcci¨®n de tramas, en su amor por el detalle, la estructura cerrada, el procedimental perfecto. Y eso no se ha erosionado con el paso de los a?os, al contrario: en esta ocasi¨®n, hasta tres l¨ªneas argumentales se entrelazan con suavidad. Como en la novela anterior, en La espera nos encontramos a Ballard al frente de la Unidad de casos abiertos del Departamento de Polic¨ªa de Los ?ngeles. Le han robado la placa mientras surfeaba y eso le puede costar el empleo, justo ahora que est¨¢ donde quiere, marcando la diferencia, recorriendo el camino abierto por Harry Bosch, cumpliendo un mandato claro: tratar cada caso como si fuera el ¨²ltimo, a cada v¨ªctima como si fuera la ¨²nica. Pero es una mujer, y los fallos no se consideran de la misma forma. El sendero por el que Connelly lleva a los lectores de ese peque?o robo a algo mucho m¨¢s peligroso y grande es una clase pr¨¢ctica de narrativa policial.

En paralelo a estos problemas se suma un bombazo para la unidad: un an¨¢lisis cruzado de ADN les pone tras la pista de El violador de la almohada, un tipo que sembr¨® el terror en la zona antes de desaparecer en 2005 y que marc¨® a Ballard cuando era patrullera. Bosch (Harry) est¨¢ jubilado y luchando contra el c¨¢ncer, as¨ª que Bosch (Maddie) se suma a las labores investigadoras con su placa, su juventud (tiene 26 a?os) y su arrojo. Quienes hayan visto la extraordinaria serie Bosch y luego Legacy (Amazon Prime) se enfrentan aqu¨ª a un peque?o laberinto cronol¨®gico: la producci¨®n televisiva ha ido m¨¢s r¨¢pido y saben m¨¢s de la hija del h¨¦roe de lo que conocen quienes se hayan quedado en los libros. Ocurre con m¨¢s aspectos de la ficci¨®n televisiva, uno de los mejores policiales de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Nada, en cualquier caso, que entorpezca el discurrir de la novela que nos ocupa.

Confiado en su fuerza narrativa y su experiencia, Connelly adereza este caso central con otros m¨¢s peque?os, aleda?os, una aut¨¦ntica delicia para el fan del policial, hasta que un poco antes de la mitad suelta la segunda bomba: Maddie Bosch ha encontrado una pista sobre la muerte de Elisabeth Short, la Dalia negra, el caso sin resolver m¨¢s famoso de Los ?ngeles y qui¨¦n sabe si de Estados Unidos. Una de las obras mayores del mejor James Ellroy es el retrato en ficci¨®n de la investigaci¨®n y la obsesi¨®n por ese crimen, del que adem¨¢s se han escrito incontables ensayos y se han vertido horas y horas de radio, televisi¨®n, podcasts y v¨ªdeos en plataformas. Cientos de detectives aficionados, un fen¨®meno en boga en Estados Unidos, lo han desmenuzado hasta el aburrimiento. Y, sin embargo, Connelly es capaz de integrarlo en el conjunto y dotar a ese hilo de rigor, verosimilitud y calidad literaria. Emplear tres tramas de esa solidez en una sola novela y a estas alturas de su carrera es de una fuerza indudable.

La acci¨®n est¨¢ dividida por d¨ªas, y al principio de cada parte pone una fecha y una hora exactas, las del inicio de la acci¨®n; es un recurso demasiado visto pero que, gracias al ritmo de las historias, no plantea mayor problema.

Sigamos con las buenas noticias: el nivel de oscuridad, de compromiso moral, de conflicto ¨¦tico tratado sin remilgos se mantiene intacto. Al final, la victoria de los investigadores es una victoria vac¨ªa: traen justicia, pero no alivian el dolor de las v¨ªctimas y eso los va horadando. Le ocurri¨® a Harry Bosch durante d¨¦cadas, le ocurre a Ren¨¦e Ballard, le empieza a ocurrir a Maddie Bosch. Al terminar La espera, la l¨ªnea vital de los protagonistas permanece abierta y con muchos hilos por explorar. Si nada lo impide, al lector le quedan muchas horas en las sabias manos del autor de Estrella del desierto (AdN, que publica de manera constante cada libro del maestro).

Las novelas de Connelly son integrantes habituales de las listas de los m¨¢s vendidos en Estados Unidos. Ocurre tambi¨¦n con Liz Moore, Laura Lippman o Dennis Lehane y otro pu?ado de autores. Una ficci¨®n criminal que trasciende los t¨®picos del g¨¦nero y abraza un p¨²blico masivo sin renunciar a la profundidad, los matices y la calidad. Qu¨¦ envidia.

La espera

Michael Connelly
AdN, 2024
448 p¨¢ginas, 21, 95 euros