El Valente m¨¢s jondo

¡°Al cante con el ritmo / me ato y desato, / el cante lo dan los dioses, / el ritmo, Chano Lobato¡±. ?Un Jos¨¦ ?ngel Valente flamenco, jondo? Lo fue, y mucho, algo que no conocen la mayor¨ªa de lectores de su celebrada poes¨ªa; una afici¨®n al cante que el poeta gallego, uno de los m¨¢s grandes en lengua castellana de la segunda mitad del siglo XX, amas¨® durante los a?os en los que vivi¨® o pas¨® largas temporadas en Almer¨ªa.

Los versos citados forman parte de uno de las nueve poemas o coplas que el destacado miembro de la generaci¨®n del 50 escribi¨® y dej¨® en la pe?a El Taranto, de Almer¨ªa, ¡°para ser cantadas¡±. Pero entre ellas hay otras que aluden directamente a protagonistas flamencos, como esta: ¡°La guitarra es de tierra, / es de fuego, es de sangre; / subir sola a La Chanca, / Tomatito, a buscarte¡±.

Ahora, la cantaora almeriense Sonia Miranda, coincidiendo con el 20? aniversario de la muerte del escritor, ha puesto en disco (9 cantares) tanto esas coplas escritas a prop¨®sito para ser cantadas como poemas procedentes de varios de sus libros, en los que est¨¢ el Valente merodeador de lo m¨ªstico, a veces herm¨¦tico, no siempre de f¨¢cil lectura en su b¨²squeda de lo inefable, en su visi¨®n de la poes¨ªa como palabra intermediaria entre los dioses y los hombres.

Con su voz sostenida, de color euf¨®nico claro, dulce y muy musical, la cantaora almeriense se ha atrevido con todo, adaptando los poemas y coplas a distintos palos flamencos, desde la Cartagenera inicial con la letra de La poes¨ªa, poema en homenaje a Rosal¨ªa De Castro, a las Alegr¨ªas. Bamberas-soleares, Vidalita, Tangos, Buler¨ªas, la Nana o la Seguiriya, este ¨²ltimo palo para interpretar In Pace, las palabras que Valente dedic¨® a su hijo muerto de sobredosis en 1989. Un texto sobrecogedor, aunque no pat¨¦tico: ¡°T¨² duermes en tu noche sumergido. Est¨¢s en paz. Yo ara?o las heladas paredes de tu ausencia...¡±.

Valente conoci¨® y se hizo amigo en Almer¨ªa del aficionado Jos¨¦ Antonio L¨®pez Alem¨¢n, a trav¨¦s del cual se introdujo en el universo jondo, escribi¨® estas letras y dedic¨® otra a la hija de L¨®pez Alem¨¢n, Carmen, tambi¨¦n incluida en el disco con una Vidalita y Farruca llenas de delicada belleza: ¡°Cuando Carmen se r¨ªe, canta la luna / Las flores se desnudan una por una¡±. Por descontado, Valente no fue un experto, un flamenc¨®logo, pero entend¨ªa el flamenco con sutileza de poeta. No fue un mero diletante, sino un verdadero degustador. ¡°Fue un gran aficionado¡±, afirma Sonia Miranda. ¡°En su casa-museo de Almer¨ªa hay fotos en las que est¨¢ en fiestas flamencas privadas, y se le ve palmeando y todo¡±.

Esta primera edici¨®n del libro-disco ha surgido, bajo la producci¨®n musical de Antonio Lu¨ªs L¨®pez y de la propia Sonia Miranda, tiene car¨¢cter no venal y no se vender¨¢ ni distribuir¨¢ comercialmente. Apenas se han editado unos centenares de copias, por lo que, de momento, estamos ante una obra para coleccionistas, tanto para aficionados a la poes¨ªa como al flamenco, que con el tiempo quiz¨¢s se convierta en una obra de culto. ¡°En el escenario, soy muy t¨ªmida. Canto con los ojos cerrados por pura timidez¡±, explica Miranda. ¡°Sin embargo, desde que le¨ª a Valente soy m¨¢s yo. Es curioso, ¨¦l escrib¨ªa desde la oscuridad y ten¨ªa que desprenderse de su yo. En cambio, cantando sus poemas me ocurre lo contrario, soy m¨¢s yo, abro los ojos, me embriago de su misticismo, que me llega profundamente. me he sentido muy cercana a su poes¨ªa¡±.

El misticismo de Valente, muy terrenal, enra¨ªza con una larga tradici¨®n que conduce al silencio o a la nada. Lo demuestra su profunda lectura del libro an¨®nimo del siglo XIV La nube del no saber, o de nuestro Miguel de Molinos, o su ensayo Variaciones sobre el p¨¢jaro y la red, por ejemplo. Tambi¨¦n todo eso queda recogido en el disco, como en el poema Ausencia: ¡°Este sue?o, / que acabo de so?ar / y en cuyo tenue borde / te hiciste no visible, / limita con la nada.¡± Un Valente que saborea lo m¨ªstico. Y muy jondo.

9 cantares

Sonia Miranda
Edici¨®n no venal

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