?Podemos renovar la democracia?
Dos ensayos rigurosos de altura intelectual, dirigidos tanto al gran p¨²blico como a las ¨¦lites, alertan de los peligros para nuestra libertad
Apuntalar nuestras libertades como espacio vital para elaborar propuestas consistentes contra la desigualdad. Esta es la incitaci¨®n de Felipe Gonz¨¢lez en el pr¨®logo a uno de los muchos libros que han salido este oto?o analizando la crisis y el previsible futuro de las democracias liberales. Son trabajos que incitan felizmente a abrir un debate intelectual, tanto m¨¢s necesario cuanto m¨¢s arrinconado est¨¢ hoy por el folcl¨®rico gay trinar en los esca?os del Parlamento y en las tertulias televisadas.
Renovar la democracia es un ensayo riguroso que trata de enhebrar la reflexi¨®n sobre la gobernanza de los pueblos en la era de la globalizaci¨®n y el capitalismo digital. Sus autores, Nathan Gardels y Nicolas Berggruen, han viajado por m¨¢s de medio mundo y dialogado con titanes de la pol¨ªtica, la tecnolog¨ªa y el poder econ¨®mico. Gardels, periodista y editor de Noema, una revista de ideas, es consejero del Instituto Berggruen, fundado y presidido por Nicholas, inversor y activista social, financiador de diversas actividades intelectuales y art¨ªsticas. Berggruen fue relevante accionista de Prisa, grupo editor de EL PA?S, y miembro de su consejo de administraci¨®n.
El libro se public¨® en ingl¨¦s meses antes de la invasi¨®n de la pandemia, circunstancia que ha retrasado la aparici¨®n de la versi¨®n en castellano. No obstante, sus an¨¢lisis siguen plenamente vigentes, lo que pone de relieve que las dificultades de la gobernanza mundial vienen de anta?o. La enfermedad que ha asolado el mundo no ha hecho sino acelerar los cambios profundos que el capitalismo digital ya hab¨ªa comenzado a producir en nuestra convivencia y fomentar a¨²n m¨¢s los excesos del populismo identitario que amenazan la continuidad de la democracia representativa. Las descripciones del libro se centran fundamentalmente en Estados Unidos, pero sus an¨¢lisis y propuestas son f¨¢cilmente extrapolables a otras democracias desarrolladas. Ponen de relieve que ¡°el capitalismo digital ha creado nuevos monopolios de la informaci¨®n y, con la explosi¨®n de las finanzas, ha concentrado la riqueza en el 5% de la poblaci¨®n con rentas m¨¢s altas. La polarizaci¨®n y el atasco partidista han dividido profundamente a la naci¨®n, anulando la capacidad de lograr un consenso y paralizando al Gobierno¡±. Un fen¨®meno que conocemos bien en otros pa¨ªses.
Como soluci¨®n a estos problemas sugieren un modelo de democracia cooperativa o participativa, ?deliberativa quiz¨¢s?, que huya del populismo y ayude a estrechar relaciones entre el electorado y los aparatos de la burocracia y los partidos. Singularmente interesantes son los cap¨ªtulos sobre el futuro del trabajo y la necesidad de renovar el contrato social. Defensores como son del modelo capitalista, reconocen lo acertado de algunos diagn¨®sticos de Marx acerca del capitalismo de su ¨¦poca, aunque discrepen radicalmente de las soluciones que pretend¨ªa aportar. ¡°Su propuesta del comunismo estatista ha demostrado ser una de las ideas m¨¢s desastrosas que se han llevado a la pr¨¢ctica¡±, podemos leer, ¡°pero su an¨¢lisis de la l¨®gica interna del capitalismo sigue siendo inigualable en muchos aspectos y altamente relevante en la actualidad¡±. Algo parecido dijeron no pocos, y yo entre ellos, tras los pronunciamientos del 15-M madrile?o que dieron lugar a la formaci¨®n de Podemos. De modo que los vociferantes de la derecha profunda, acostumbrada a utilizar la cabeza solo para embestir, deber¨ªan no alterarse tanto por el hecho de que una vicepresidenta del Gobierno espa?ol prologue El manifiesto comunista, apenas un panfleto revolucionario hecho de encargo. Siguiendo el ejemplo de los autores del libro, podr¨ªan en cambio aventurarse a leer los textos m¨¢s representativos del pensamiento marxista, entre ellos Esbozo de una cr¨ªtica de la econom¨ªa pol¨ªtica, un manuscrito inacabado que en opini¨®n de Gardels y Berggruen ¡°podr¨ªa haber sido su obra maestra¡±.
A la hora de buscar consensos intelectuales que permitan una gobernanza mundial pac¨ªfica y beneficiosa para la humanidad, se muestran preocupados por la reedici¨®n de la Guerra Fr¨ªa en las relaciones China-Estados Unidos. Antes bien, ambos pa¨ªses ¡°deber¨ªan ser los garantes de bienes p¨²blicos globales¡± entre los que resaltan la cooperaci¨®n en investigaci¨®n cient¨ªfica y m¨¦dica. Cabe preguntarse si, a pesar de lo sucedido con la pandemia y los recientes desarrollos estrat¨¦gicos en Asia, esta es una opini¨®n que los autores siguen manteniendo. Mi personal impresi¨®n es que s¨ª, con las inevitables matizaciones a las que el paso del tiempo obliga.
En la misma l¨ªnea de las aportaciones de Gardels y Berggruen, Fernando Vallesp¨ªn, un colaborador de este peri¨®dico que dirigi¨® el Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas antes de que los mercenarios del Gobierno lo convirtieran en un basurero ideol¨®gico, publica La sociedad de la intolerancia, en clara referencia a la nuestra. Ya en la introducci¨®n establece una acertada hip¨®tesis al se?alar que la crisis de la democracia liberal tiene que ver con la erosi¨®n de la cultura pol¨ªtica liberal, cuyo principal elemento es la tolerancia. A partir de ah¨ª hace un excurso brillante sobre las deformaciones de la democracia que amenazan su supervivencia. Se?ala la perversi¨®n de la opini¨®n p¨²blica por el desarrollo descontrolado de las redes sociales y la amenaza a la privacidad de las personas. Buscar en la Red equivale a ser buscado, dice, aunque mejora el diagn¨®stico cuando puntualiza que en realidad es ser investigado. Reclama igualmente la necesidad de que alguien ponga orden en las opiniones que plagan el ciberespacio, aunque reconoce no saber c¨®mo hacerlo. Por lo dem¨¢s, la Red impulsa poderosamente los procesos populistas e identitarios, que amenazan con subvertir el pluralismo social convirti¨¦ndolo en aut¨¦ntico tribalismo. Particularmente combativo se muestra contra las tendencias moralistas y puritanas de lo que se considera pol¨ªticamente correcto, y de las que ¨¦l mismo ha sido v¨ªctima en sus clases universitarias. Para no hablar de quienes se consideran a s¨ª mismos habitantes del lado correcto de la historia, como acostumbran a presumir no pocos sedicentes progresistas, cuando la convivencia democr¨¢tica no puede convertirse en una pelea entre buenos y malos. Vallesp¨ªn apela a la tolerancia intelectual como garant¨ªa de la convivencia democr¨¢tica. ¡°Lo importante¡ es el reconocimiento de que, por muy plurales e irreductibles que sean nuestros valores¡, ninguno de ellos puede aspirar a desplazar a los otros¡±. Pero algo as¨ª solo se puede conseguir a partir de un lenguaje com¨²n y buscando el entendimiento con el otro, no su humillaci¨®n ni su derrota.
Dos libros, en fin, de altura intelectual, dirigidos tanto al gran p¨²blico como a las ¨¦lites, que alertan de los peligros para nuestra libertad tanto como enfatizan los caminos para conjurarlos.
Renovar la democracia?
Editorial: Nola, 2021.
Formato: 230 p¨¢ginas. 21,50 euros.
La sociedad de la intolerancia?
Editorial: Galaxia Gutenberg, 2021.
Formato: 176 p¨¢ginas. 19 euros.
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