Ambrose Akinmusire, una trompeta para renovar el jazz
El m¨²sico, que ha compuesto la banda sonora de la serie ¡®Blindspotting¡¯ y actuar¨¢ este mes en Madrid y Barcelona, es uno de los creadores m¨¢s efervescentes de la escena norteamericana actual
A punto de cumplir los 40, Ambrose Akinmusire es un discreto buque insignia de las nuevas generaciones del jazz norteamericano. No es tan popular como otros, pero lleva m¨¢s de una d¨¦cada publicando con una multinacional, en uno de los sellos m¨¢s prestigiosos del mundo: Blue Note; su m¨²sica es personal, comprometida y no particularmente comercial, pero tambi¨¦n accesible; y al margen de su carrera como l¨ªder, su actividad abarca ¨¢mbitos muy diferentes, desde los m¨¢s arriesgados y vanguardistas a colaborar con nombres como Kendrick Lamar o Joni Mitchell.
Nacido en Oakland, California, de padre nigeriano y madre del delta del Misisip¨ª, su infancia estuvo ¡°llena de m¨²sica africana y m¨²sica negra americana, hasta el punto de que cuando llegu¨¦ al instituto hab¨ªa muchos g¨¦neros que desconoc¨ªa: nunca hab¨ªa escuchado a los Beatles, pero conoc¨ªa bien las diferencias entre Muddy Waters y B.B. King¡±, cuenta el trompetista en conversaci¨®n con Babelia desde su casa en su ciudad natal, a la que regres¨® en 2016 despu¨¦s de un largo periodo en la meca del jazz norteamericano, Nueva York. Seg¨²n dice, la pandemia ha precipitado un ¨¦xodo de la Gran Manzana, propiciando escenas m¨¢s ricas en otros estados, como California: ¡°Hay much¨ªsimos jazzistas que se han mudado de Nueva York; nadie se ha enterado a¨²n debido a la pandemia, pero Los ?ngeles tiene una escena incre¨ªble ahora mismo: Dave Binney, Mark Turner, Ben Williams, Gerald Clayton, Tigran Hamasyan¡ Todos ellos se han trasladado a L.A., y muchos otros lo est¨¢n haciendo tambi¨¦n¡±.
De vez en cuando surge una Esperanza (Spalding), un Kamasi (Washington) o un (Robert) Glasper, pero la mayor¨ªa no podemos aspirar a eso, as¨ª que ?por qu¨¦ no ser creativo?
Muy cerca de Oakland, en el instituto de Berkeley en el que Akinmusire cursaba estudios a finales de los noventa, fue donde lo fich¨® el gran Steve Coleman con solo 18 a?os (tambi¨¦n a Jonathan Finlayson, mejor amigo de Akinmusire y otro de los grandes trompetistas actuales): ¡°Estar junto a alguien como Steve, que hab¨ªa creado su propio universo musical, fue muy influyente para m¨ª; me dio licencia para pensar que yo pod¨ªa tener mi propia visi¨®n, y ver a alguien creando con tanta dedicaci¨®n, sin estar nunca del todo satisfecho, me marc¨® mucho¡±. Coleman no fue la ¨²nica figura inquieta que model¨® al joven Akinmusire en sus primeros a?os de carrera, tambi¨¦n Vijay Iyer y Jason Moran lo ficharon para diferentes proyectos: ¡°Son artistas considerados complicados, profundos, pero tambi¨¦n son, y esto es lo principal, pensadores. Piensan de otra manera, eso fue lo m¨¢s importante para m¨ª de ellos y de gente como Peter Apfelbaum, que es genial y nadie lo menciona, ni lo conoce, pero tambi¨¦n me influy¨® mucho. En mis primeros a?os tuve la suerte de estar rodeado de grandes creadores y pensadores como ellos¡±. Ahora la cosa no es distinta, si tocas jazz desde un punto de vista diferente, como el propio Akinmusire, enseguida se dice que eres profundo y complejo. ¡°S¨ª, pero no lo es tanto: son solo maneras diferentes de mirar la misma imagen¡±.
Esta ser¨ªa tambi¨¦n una buena definici¨®n del perfil del trompetista: la suya es una visi¨®n personal, diferente, no tan apoyada en su faceta instrumentista (en la que es un portento) como en el desarrollo de conceptos que sirvan para expandir los horizontes del jazz. ¡°No soy solo yo, est¨¢ Tyshawn Sorey, Dan Weiss, Craig Taborn, una magn¨ªfica pianista espa?ola llamada Marta S¨¢nchez y muchos otros¡ Es algo relativamente com¨²n hoy, puede que incluso m¨¢s que en generaciones anteriores, porque ahora los m¨²sicos sienten que no tienen nada que perder. En mi generaci¨®n nadie est¨¢ intentando ganar Grammys o buscando la fama, como pod¨ªa ser hasta los noventa. De vez en cuando surge una Esperanza (Spalding), un Kamasi (Washington) o un (Robert) Glasper, pero la mayor¨ªa no podemos aspirar a eso, as¨ª que ?por qu¨¦ no ser creativo?¡±.
Una de las propuestas m¨¢s rompedoras en la carrera de Akinmusire fue precisamente la ingeniosa confluencia de sonidos de su Origami Harvest, un proyecto en el que el lenguaje del jazz se mezclaba con el rap y el sustento de un cuarteto de cuerdas: ¡°A veces siento que soy dos personas muy diferentes a la vez y mi gusto musical tambi¨¦n es as¨ª, as¨ª que un d¨ªa pens¨¦: ?C¨®mo ser¨ªa un proyecto si toda la m¨²sica de mi iPad sonase al mismo tiempo? Escucho un mont¨®n de m¨²sica cl¨¢sica, hip hop, jazz, m¨²sica electr¨®nica, y esa fue la idea que tuve: mezclar de sonidos para crear algo diferente, y hacerlo precisamente en un momento en que en el mundo tambi¨¦n estamos viendo numerosos movimientos que se abanderan del cambio, de confrontar y transformar roles establecidos¡±.
La ¨²ltima aventura de Akinmusire ha sido componer la banda sonora de la serie de televisi¨®n Blindspotting, abriendo un camino que podr¨ªa convertirse en prioritario para ¨¦l: ¡°Escribir para la serie ha sido lo m¨¢s natural que he hecho en toda mi carrera; no me refiero a que me haya resultado f¨¢cil, sino que me he sentido realmente en casa, y no suelo hablar en estos t¨¦rminos, pero realmente creo que estoy en este mundo para hacer esto, al menos por ahora. S¨¦ que si en el futuro sigo haci¨¦ndolo, o no, tiene que ver con la industria y la suerte, pero as¨ª es como lo siento. Me encanta ser un improvisador y girar con mi banda, pero nunca me he sentido c¨®modo con ello al cien por cien. Componiendo para la pantalla, s¨ª¡±.
El oto?o (tambi¨¦n) es la estaci¨®n del jazz
Aunque parece que el verano es siempre la estación del jazz en nuestro país, el otoño siempre trae dos de los principales eventos del año: los festivales de jazz de Madrid y Barcelona, que van desgranando la mayor parte de sus programaciones a lo largo del mes de noviembre. Este año ambas ciudades contarán con la presencia de algunos de los más importantes nombres del momento, como Ambrose Akinmusire (sábado 20 en Barcelona, domingo 21 en Madrid), Kenny Garrett (jueves 18 en Madrid, lunes 22 en Barcelona) o, en el jazz nacional, el grupo de Gonzalo del Val con Benet Palet (jueves 18 en Barcelona) o el dúo de pianos de Chano Domínguez y Diego Amador (viernes 19 en Madrid, jueves 25 en Barcelona). Junto a estos últimos, representarán diferentes visiones de los sonidos flamencos Jorge Pardo, con un especial homenaje a Chick Corea en Madrid (sábado 27), y un auténtico astro de la guitarra, Tomatito, que estará en Barcelona con artistas invitados (viernes 19).
La capital contará también con jazzistas históricos como Charles Lloyd (martes 30), portentos contemporáneos como Julian Lage (viernes 19), iconos de la fusión como Dave Weckl (martes 23), el pulso cubano de Gonzalo Rubalcaba (domingo 28) y un enorme talento de la escena europea actual: Dominik Wania (jueves 25). En cuanto a propuestas nacionales, Madrid ofrecerá también una selección exquisita de algunos de los artistas más interesantes de la actualidad en nuestro país, como Dani García (viernes 26) o el explosivo grupo Duot de Albert Cirera y Ramón Prats, que actuarán en trío junto al mítico Andy Moor del grupo The Ex (viernes 19), y en Barcelona podremos escuchar proyectos tan interesantes como Underpool 5.2 (domingo 28) o el grupo The Blue Quintet de JP Balcazar (viernes 10 de diciembre)
Barcelona también acogerá algunos de los artistas más originales de la escena internacional, en conciertos que seguro estarán entre los más estimulantes del año en nuestro país: los del guitarrista Ben Monder (lunes 15), el grupo Code Girl de la guitarrista Mary Halvorson (sábado 20), el iconoclasta pianista Marcin Masecki (miércoles 24) o la inigualable orquesta de Maria Schneider, ya en enero de 2022 (el viernes 28). Y un concierto muy especial para el jazz en España: la despedida de La Locomotora Negra en el Palau de la Música Catalana (sábado 27), tras casi cinco décadas de actividad incansable.
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