Los fantasmas familiares de Alexander Wolff son los de la Europa en guerra

En casa tengo papeles de mis abuelos escritos durante la Guerra Civil. El dietario del abuelo paterno, periodista, no es inc¨®modo. Un joven soltero de 27 a?os que no quiere ir al frente para no coger el fusil. Del abuelo materno, m¨¦dico, conservo decenas de cartas. Empec¨¦ por la ¨²ltima y lo dej¨¦. Con una ret¨®rica exagerada, consciente de que ser¨ªa le¨ªda por la censura de los vencedores, contaba a sus padres c¨®mo, casi al final, se hab¨ªa pasado de los republicanos a los...

En casa tengo papeles de mis abuelos escritos durante la Guerra Civil. El dietario del abuelo paterno, periodista, no es inc¨®modo. Un joven soltero de 27 a?os que no quiere ir al frente para no coger el fusil. Del abuelo materno, m¨¦dico, conservo decenas de cartas. Empec¨¦ por la ¨²ltima y lo dej¨¦. Con una ret¨®rica exagerada, consciente de que ser¨ªa le¨ªda por la censura de los vencedores, contaba a sus padres c¨®mo, casi al final, se hab¨ªa pasado de los republicanos a los insurrectos. Literariamente, la escena estaba bien resuelta, pero su contenido dejaba preguntas pendientes que me parece improbable que mi madre supiese responder. No porque quisiera ocultarme algo, sino porque ni ella ni sus hermanos preguntaron. El origen de todo, sin saber apenas nada de la vida familiar de antes de la guerra, era una revoluci¨®n que justificaba un relato que, como mucho, repart¨ªa responsabilidades. Cuando el periodista deportivo Alexander Wolff empez¨® la investigaci¨®n sobre su abuelo Kurt y su padre Niko, abri¨® una caja de documentos y constat¨® que su padre, cuando era soldado de la Wehrmacht, mand¨® una carta desde Auschwitz. ¡°Para tranquilizarme, siempre quise creer que viv¨ªa en una especie de limbo inconsciente¡±.

?Qu¨¦ hacer con la memoria familiar conflictiva cuando reconstruirla puede llevarnos al coraz¨®n de la guerra civil europea que empez¨® en 1914 y concluy¨® en 1945? Ese es el desaf¨ªo que resolvi¨® con brillantez G¨¦raldine Schwarz en Los amn¨¦sicos y lo tiene entre manos Ricardo Dudda en La vida anterior de Gernot Dudda, un proyecto que desde hace cuatro d¨ªas sabemos que publicar¨¢ Asteroide. ?Qu¨¦ preguntaron nuestros padres a sus abuelos y cu¨¢les fueron las bases sobre los que unos y otros, tras el hundimiento, pudieron afianzar sus vidas?

Cuando a¨²n estaba en Sports Illustrated, Wolff se lo plante¨®. Nieto de un editor ¡ªel gran Kurt Wolff, quien public¨® a Kafka¡ª que huy¨® del nazismo e hijo de un padre que estuvo en el frente, este ciudadano perfectamente integrado en la vida norteamericana desde su nacimiento empez¨® a interesarse por ese pasado cuando tuvo que escribir un reportaje recordando los atentados de los Juegos Ol¨ªmpicos de M¨²nich de 1972. Si esos Juegos pretend¨ªan dejar atr¨¢s el pasado y presentar la nueva Alemania, la reaparici¨®n del terror segu¨ªa recordando el horror. Los cr¨ªmenes evidenciaban que a¨²n no pod¨ªa darse por concluido el ejercicio de aceptaci¨®n cr¨ªtica del propio pasado como condici¨®n necesaria para fundamentar una democracia plena. Vale por un pa¨ªs, vale por una familia.

Durante un a?o Wolff estuvo en Berl¨ªn investigando y esa inmersi¨®n en la peripecia familiar coincidi¨® con la reaparici¨®n del nacionalpopulismo en Alemania y con su llegada al poder en Estados Unidos. Era el momento de revisar los viejos fantasmas para interrogar al presente. Los fantasmas colectivos y los propios. La cr¨®nica de su investigaci¨®n, que se apoya en la reflexi¨®n sobre el trauma ¡ªde Hannah Arendt a Sebald¡ª, es otra gran historia sobre la evoluci¨®n vital y profesional de los jud¨ªos en Centroeuropa, pero con dos ramificaciones que la hacen muy singular: Niko se qued¨® en Alemania y form¨® parte del Ej¨¦rcito nazi mientras que el editor Wolff se fue del pa¨ªs con su segunda esposa y con ¨¦l se llevaba la memoria de uno de los legados literarios esenciales del siglo XX europeo. Esa tensi¨®n entre el abuelo y el padre se manifiesta en el pasaje capital de un libro excelente: un cruce de cartas entre Kurt y su hija sobre los bombardeos aliados sobre la poblaci¨®n civil alemana y sobre la responsabilidad individual y colectiva. ¡°?D¨®nde estaba tu conciencia entre 1939 y 1943?¡±.

Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.