¡®Terra baixa¡¯: un experimento fallido para actores zombis
La revisi¨®n que Roger Bernat dirige a partir de un montaje hist¨®rico de 1990 en el Lliure de Barcelona, en la que no hay direcci¨®n ni ensayos, es una apuesta perversa con sus int¨¦rpretes
El director de escena Roger Bernat ha estrenado en el Lliure de Gr¨¤cia (Barcelona) su nueva propuesta, la reconstrucci¨®n del ¨²ltimo montaje de Fabi¨¤ Puigserver, una versi¨®n de Terra baixa, de ?ngel Guimer¨¤, estrenada en 1990 en el Mercat de les Flors, mitificada en la memoria nost¨¢lgica de muchos espectadores. No hay direcci¨®n, ni ensayos: los actores, convertidos en zombis, oyen por los auriculares las voces grabadas de los int¨¦rpretes del hist¨®rico montaje y repiten sus palabras, guiados por una voz met¨¢lica que les dice c¨®mo moverse en escena. Sobre el papel, la idea de Bernat parece estimulante, pero al llevarla a la pr¨¢ctica el experimento teatral acaba fracasando con estr¨¦pito.
No hay direcci¨®n, ni ensayos: los actores oyen la grabaci¨®n del hist¨®rico montaje y repiten las palabras guiados por una voz
Lo que el director pide a los actores que participan en este ejercicio de arqueolog¨ªa teatral bastante perverso ¡ªen cada una de las 13 funciones programadas hay seis int¨¦rpretes distintos: un total de 78¡ª es que renuncien a su alma de actores. Salen a cena sin memorizar ni ensayar el texto y se limitan a prestar su voz y su presencia a la interpretaci¨®n que hicieron otros actores hace 30 a?os, grabada por Televisi¨®n Espa?ola. Los convierte en meros aut¨®matas, porque nada importa Guimer¨¤ ni su propia personalidad como int¨¦rpretes de un cl¨¢sico.
Puigserver, fundador y director del Teatre Lliure, muri¨® un a?o despu¨¦s del estreno de la funci¨®n, donde dirigi¨® a Llu¨ªs Homar (Manelic) y Emma Vilarasau (Marta). Para reconstruir su interpretaci¨®n, los actores usan un pinganillo y pueden ver el v¨ªdeo de la grabaci¨®n televisiva en una pantalla situada al fondo de la sala. Deben reproducir en un bolo ¨²nico, sin ensayos, una voz del pasado y, lo que es peor, unas maneras de hacer teatro que hoy son otras. De la impronta de Puigserver y la magia que transmit¨ªa a los actores no queda ni rastro. Del oficio de actor, tampoco.
El reparto de cada funci¨®n, que estar¨¢ en cartel hasta el 6 de marzo, se indica en una pizarra que los espectadores pueden consultar al entrar al teatro. En el estreno actuaron Quim ?vila (Manelic), Alba Pujol (Marta), Paula Jornet (Nuri), Francesc Garrido (Sebasti¨¤), David Men¨¦ndez (Xeixa) y Maria Ant¨°nia Salas (Pepa). Son buenos actores ¡ª?vila parec¨ªa saberse algunas partes, o tal vez solo tiene m¨¢s reflejos¡ª y salieron del paso como pudieron, entre risas, errores, movimientos torpes y exagerados. Y gritando mucho, porque con el pinganillo en acci¨®n uno alza la voz sin darse cuenta.
Como Bernat no monta una versi¨®n de Guimer¨¤ y se limita, en apariencia, a reconstruir algunas escenas de lo que hizo Puigserver con el cl¨¢sico del teatro catal¨¢n, el espect¨¢culo dura una hora escasa. Esa es la principal virtud de una propuesta que ni rinde homenaje a Puigserver tres d¨¦cadas despu¨¦s de su muerte, ni sirve para desmontar los mitos que perviven en la memoria del espectador.
¡®Terra baixa¡¯. Texto: ?ngel Guimer¨¤. Direcci¨®n: Roger Bernat. Teatre Lliure. Barcelona. Hasta el 6 de marzo.
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