¡®Otra vida¡¯: La soledad mata m¨¢s hombres que las bombas
Oriol Tarras¨®n escribe y dirige una comedia esperanzada sobre la invisibilizaci¨®n que sufren las personas de la tercera edad, en la que destaca la interpretaci¨®n vitalista pero precisa de Beatriz Carvajal

Una comedia risue?a sobre el arrinconamiento que sufren los ancianos en el Occidente pr¨®spero y la posibilidad de esquivarlo. Otra vida, estrenada en el Teatro Fern¨¢n G¨®mez, de Madrid, habla de la invisibilizaci¨®n de las personas de la tercera edad, de la sobremedicalizaci¨®n protocolaria a la que se ven sometidas y del desamparo en el que se hallan, pero sin trenzar estos temas ni desarrollar ninguno de ellos suficientemente. Oriol Tarras¨®n, su autor y director, pone a sus personajes en circunstancias adversas pero cotidianas (el abandono filial, la invalidez, la apertura de un procedimiento de incapacitaci¨®n¡), sobre las cuales pasa de puntillas, velozmente, como pasan las estrellas fugaces.
Porque la escena espa?ola es pr¨®diga en comedias juveniles, Otra vida tiene el valor de lo infrecuente. Es raro ver ancianos sobre un escenario: no hay quien hable de su universo vital, de sus anhelos ni de su f¨¦rtil experiencia. El tr¨ªo protagonista de esta funci¨®n est¨¢ m¨¢s pr¨®ximo de la senectud que de la ancianidad. Mateo tiene 70 a?os; Solange, 75; y Ernesto ha cumplido los 77, pero sus int¨¦rpretes son dos, tres y 12 a?os m¨¢s j¨®venes que ellos, de modo que se ven obligados a nadar a contracorriente: sin pretenderlo, ofrecen de sus personajes una imagen m¨¢s din¨¢mica y auspiciosa de la que por edad les corresponde.
Beatriz Carvajal tiene una energ¨ªa limpia, precisa, zigzagueante, y un empuje ind¨®mito, propio de una adolescente. Es la vela que impulsa el espect¨¢culo y lo lleva a buen puerto. Su persona transmite una afabilidad y una empat¨ªa suculentas a su personaje, escrito con escaso detalle. Juan Gea, int¨¦rprete por lo general sobrio y conciso, encarna con un desenfado muy beneficioso a Mateo, un guarda jurado prematuramente retirado del mundanal ruido. Jes¨²s Castej¨®n, actor todoterreno, es demasiado buen mozo como para parecer el carcamal que su compa?ero de cuarto dice que es. En su papel de enfermera, Beatriz Arjona pone un contrapunto lozano a este tr¨ªo provecto. Los cuatro c¨®micos intentan levantar a pulso unos personajes carentes de complejidad. Para que tenga lugar el viaje que Ernesto hace desde la esperanza al desenga?o, el autor debiera poner en juego m¨¢s pormenores de su vida y de la relaci¨®n que mantiene con su hijo.
Otra vida parece teatro de hoga?o, sobre todo por el uso que su director hace de cerca de una decena de ancianos figurantes, colocados en segundo plano casi siempre: salta a la vista que podr¨ªan dar m¨¢s juego. M¨¢s que trenzar una trama, Tarras¨®n ha encadenado an¨¦cdotas a la manera impresionista, sin una directriz fuerte y clara. No obstante, la funci¨®n se sigue con inter¨¦s por la universalidad de su asunto, por el perfil vitalista de sus personajes y por el buen oficio de sus int¨¦rpretes, que llegan sin micro al espectador en una sala de gran aforo, cosa infrecuente hoy en d¨ªa.
¡®Otra vida¡¯. Autor y director: Oriol Tarras¨®n. Madrid. Teatro Fern¨¢n G¨®mez, hasta el 27 de marzo.
Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
