¡®Lugar seguro¡¯, novela con lecci¨®n moral
Isaac Rosa concilia militancia y oficio para dar la palabra a una familia de embaucadores en el mon¨®logo que estructura su ¨²ltimo libro, donde confronta el ego¨ªsmo con la solidaridad
Para algunos escritores, hablar de literatura comprometida es incurrir en un pleonasmo porque entienden, con motivo, que toda literatura entra?a una posici¨®n ante las urgencias y desequilibrios del mundo social, econ¨®mico, pol¨ªtico, cultural o geoestrat¨¦gico en que vivimos. Sin embargo, esa posici¨®n, que unas veces es impl¨ªcita y debe inferirse, en otros, como el de Isaac Rosa, es bien manifiesta y, sin caer en mensajes simplistas, aflora tanto en la f¨¢bula de sus novelas como en sus t¨¦cnicas narrativas. Rosa es consciente de que la literatura pol¨ªtica ¡ªesto es, la que diagnostica y denuncia las deficiencias de la vida social¡ª dirime su fuerza pol¨ªtica en su eficacia literaria, de modo que ninguna de sus novelas adolece de una construcci¨®n torpe, de una prosa negligente o de ingenuidad en la orquestaci¨®n de los elementos de la trama, lo que lo ha convertido en uno de los novelistas m¨¢s interesantes de los ¨²ltimos a?os. Tambi¨¦n en esta novela que mereci¨® el Premio Biblioteca Breve se constata esa voluntad lograda de conciliar militancia y oficio, ideas y composici¨®n.
El dispositivo formal es un mon¨®logo que, a lo largo de dos horas, dirige el narrador a su anciano padre afectado de alzh¨¦imer, durante el que, refiri¨¦ndole c¨®mo ha transcurrido su d¨ªa, hace un resentido balance de la averiada vida de ambos. Tanto ellos como el nieto comparten nombre ¡ªSegismundo Garc¨ªa¡ª y una misma inclinaci¨®n a la truhaner¨ªa y el embaucamiento, un mismo af¨¢n de amasar dinero como trampol¨ªn de ascenso social. El patriarca es un estafador que ha pagado con c¨¢rcel el fraude masivo de sus cl¨ªnicas dentales para pobres Sonr¨ªa! Su hijo es un desaprensivo que explota el miedo de la gente a una cat¨¢strofe (sanitaria, ecol¨®gica, b¨¦lica¡) vendi¨¦ndoles b¨²nkeres dom¨¦sticos. Y el nieto es adolescente que trapichea con apuestas a favor de sus compa?eros del colegio para triunfadores donde lo han matriculado. Son una casta de cuca?istas sin escr¨²pulos, obedientes al mandato del medro propio. Frente a ellos la sociedad aparece dividida en tres sectores: el de los aut¨¦nticos poderosos, representantes del individualismo capitalista (que apenas comparece); el de los llamados ¡°prepas¡±, los que no creen en el futuro y se preparan para sobrevivir a un apocalipsis, y, en fin, los ¡°ecomunales¡±, que conf¨ªan, como arma contra el miedo, en la solidaridad cooperativa que han concretado en comunidades de convivencia.
No hay que decir que estos ¨²ltimos ¡ªpara el narrador, los ¡°botijeros¡±¡ª son los exponentes de la esperanza, mientras que los prepas o los Segis representan formas de ego¨ªsmo ciego. Dos personajes unidimensionales encarnan los valores de los ecomunales: la joven Gaya, que surge como un ¨¢ngel custodio en el degradado Sector Sur, y la inmigrante Yuliana, que cuida del anciano por un sueldo m¨ªsero. Ambas tienen fe absoluta en que cambiar el mundo solo ser¨¢ posible mediante la cooperaci¨®n comunitaria. La simpat¨ªa del autor est¨¢ de este lado, aunque haya optado con sensatez por dar la palabra a los villanos. El problema es que el perge?o de los Segismundos (el yo y el t¨² del discurso) est¨¢ dominado por un determinismo que no es sino didactismo. No creo necesario dibujarle al lector con trazo grueso la protervia de los villanos frente al altruismo de los h¨¦roes. Se corre el riesgo de que la complejidad de lo real se disfrace de dualismos morales, de que novela se degrade en lecci¨®n. Aunque sea tan verdadera como que en el m¨¢ximo desvalimiento siempre necesitamos una mano a la que agarrarnos.
Lugar seguro?
Autor: Isaac Rosa.
Editorial: Seix Barral, 2021.
Formato: tapa blanda (310 p¨¢ginas. 19,90 euros) y e-book (9,99 euros).
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