El enigma del alzh¨¦imer: su incidencia cae un 16% cada d¨¦cada sin que exista ning¨²n f¨¢rmaco
Mientras todos los tratamientos fallan, la ciencia muestra que la demencia no es una desgracia inevitable en la vejez, sino una enfermedad prevenible en casi la mitad de los casos
El cerebro que cre¨® las series Verano Azul y Farmacia de Guardia reposa en formol en un estante en el madrile?o barrio de Vallecas. El director Antonio Mercero vivi¨® con alzh¨¦imer los ¨²ltimos a?os de su vida, pero sigui¨® quedando con sus viejos amigos. Uno de ellos, el cineasta Jos¨¦ Luis Garci, record¨® en una entrevista que un d¨ªa Mercero les dijo: ¡°Me hace gracia lo que cont¨¢is, aunque no s¨¦ qui¨¦nes sois. Pero s¨¦ que os quiero mucho¡±. El creador, tras una d¨¦cada con demencia, falleci¨® en 2018 a los 82 a?os y don¨® su cerebro a la ciencia. Quer¨ªa que su materia gris ayudara a iluminar la conocida como ¡°gran epidemia silenciosa del siglo XXI¡±.
El pat¨®logo Alberto R¨¢bano camina entre cerebros con cari?o y respeto, como si los conociera a todos. Dirige el Banco de Tejidos de la Fundaci¨®n CIEN, con m¨¢s de un millar de ¨®rganos donados ¡ªincluido el de Antonio Mercero¡ª dedicados a la investigaci¨®n de las enfermedades neurol¨®gicas. El cient¨ªfico reflexiona sobre una gran paradoja: m¨¢s de un siglo despu¨¦s del descubrimiento del alzh¨¦imer, no se conocen sus causas y no existe ning¨²n tratamiento. Nada. Y, sin embargo, la incidencia est¨¢ cayendo en picado en los pa¨ªses ricos, a un ritmo del 16% cada d¨¦cada desde 1988, quiz¨¢ gracias a factores como la educaci¨®n y la salud cardiovascular, seg¨²n un estudio de la Universidad de Harvard (EE UU).
¡°No sabemos la causa del alzh¨¦imer y nunca la sabremos, porque no hay una causa, hay muchas¡±, afirma R¨¢bano. Hasta ahora, los cient¨ªficos se han centrado en dos grandes sospechosos. En los cerebros de las personas con alzh¨¦imer, una prote¨ªna, llamada beta amiloide, se amontona entre las neuronas. Y una segunda prote¨ªna, denominada tau, forma ovillos dentro de las c¨¦lulas cerebrales. Todav¨ªa no est¨¢ muy claro el papel de estas mol¨¦culas en la enfermedad. Pensar que estas prote¨ªnas son las responsables del alzh¨¦imer es como llegar a la escena de un crimen y creer que la sangre es la culpable del asesinato, en palabras del neur¨®logo David P¨¦rez, del Hospital 12 Octubre, en Madrid.
La b¨²squeda de un tratamiento, sin embargo, ha estado centrada en limpiar la beta amiloide del cerebro. Todos los f¨¢rmacos experimentales han fracasado hasta ahora, pero las autoridades de EE UU decidieron el 7 de junio autorizar el m¨¢s reciente, el aducanumab, fabricado por la farmac¨¦utica estadounidense Biogen con un precio de m¨¢s de 40.000 euros por paciente al a?o. Es la primera vez que se aprueba un tratamiento que ataca las supuestas causas del alzh¨¦imer: el aducanumab limpia la beta amiloide, pero no se ha demostrado que esto implique un beneficio cl¨ªnico para los pacientes. Todav¨ªa no se sabe si funciona.
R¨¢bano se detiene ante unos estantes que rompen la monoton¨ªa del banco de cerebros. ¡°Este es de un le¨®n marino que hac¨ªa un show disfrazado de vaquero en el Zoo de Madrid¡±, explica se?alando un bote. ¡°Este es de un rinoceronte blanco. Lo tuve que sacar yo con un hacha¡±, rememora mostrando otro recipiente. Los cerebros de los animales viejos que mueren en el zool¨®gico tambi¨¦n acaban en el archivo de R¨¢bano. Hay leones, ?¨²es, delfines, koalas, chimpanc¨¦s, jirafas. El investigador muestra la imagen de un cerebro de tigre siberiano lleno de prote¨ªna beta amiloide. ¡°En muchos mam¨ªferos vemos cambios de tipo alzh¨¦imer, pero no desarrollan la enfermedad¡±, explica.
El pat¨®logo cree que una de las razones hist¨®ricas del fracaso en la b¨²squeda de un tratamiento ha sido los errores en el diagn¨®stico. ¡°El alzh¨¦imer nunca est¨¢ solo. Nos tenemos que meter en la cabeza que no basta con diagnosticar el alzh¨¦imer¡±, explica R¨¢bano. En el mundo hay unos 50 millones de personas con demencia, el 65% de ellas con alzh¨¦imer, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. Pero hay otras formas de demencia, que a menudo aparecen mezcladas: la vascular, la de cuerpos de Lewy, las taupat¨ªas, la encefalopat¨ªa LATE. R¨¢bano invita a los ciudadanos a hacerse donantes de cerebro, para ayudar en la investigaci¨®n. Algunos ensayos cl¨ªnicos quiz¨¢ fallaron porque se probaron f¨¢rmacos contra el alzh¨¦imer en personas que no ten¨ªan solo alzh¨¦imer.
La neur¨®loga Raquel S¨¢nchez Valle, del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona, es optimista. ¡°Hemos cambiado de fase en la investigaci¨®n del alzh¨¦imer¡±, opina. Su equipo particip¨® en el Engage, un ensayo cl¨ªnico internacional con 1.650 pacientes para probar el pol¨¦mico aducanumab. Los resultados no fueron concluyentes, pero la investigadora subraya que la eliminaci¨®n de la prote¨ªna beta amiloide en el cerebro s¨ª mejor¨® los indicadores asociados a la muerte neuronal, aunque no se llegase a observar una mejor¨ªa clara en los pacientes. ¡°Necesitamos ensayos m¨¢s largos, de mucho m¨¢s tiempo¡±, explica.
El aducanumab es un anticuerpo monoclonal: son las defensas naturales de un anciano l¨²cido multiplicadas en el laboratorio. S¨¢nchez Valle recuerda que en los pr¨®ximos dos a?os habr¨¢ resultados de otros tres f¨¢rmacos experimentales similares: gantenerumab (de la compa?¨ªa suiza Roche), donanemab (de la estadounidense Lilly) y lecanemab (de la japonesa Eisai). ¡°No podemos pretender pasar de no tener nada a curar el alzh¨¦imer. El aducanumab es un primer paso. Y muchas veces el primer f¨¢rmaco que llega no es el que se queda¡±, se?ala la neur¨®loga.
Otros investigadores son m¨¢s esc¨¦pticos. El neur¨®logo Michael Greicius, director m¨¦dico del Centro para los Trastornos de la Memoria de la Universidad de Stanford (EE UU), cree que la aprobaci¨®n del aducanumab puede incluso obstaculizar la investigaci¨®n de otros tratamientos. ¡°Los pacientes estar¨¢n menos dispuestos a participar en ensayos cl¨ªnicos si ya est¨¢n tomando un nuevo medicamento aprobado que creen que funciona¡±, alerta. El investigador recuerda adem¨¢s que el aducanumab provoc¨® edemas cerebrales al 40% de los enfermos tratados con una dosis alta.
Joaquina Garc¨ªa del Moral, una maestra jubilada de Motril (Granada), ha participado en el otro gran experimento internacional del aducanumab, el llamado Emerge, tambi¨¦n con 1.650 pacientes. Sorprendentemente, mientras el ensayo Engage no observ¨® mejor¨ªa cl¨ªnica en los participantes, su gemelo Emerge s¨ª sugiri¨® una ralentizaci¨®n del 20% del deterioro cognitivo. A Garc¨ªa del Moral, de 66 a?os, le diagnosticaron el alzh¨¦imer cuando ten¨ªa 59. ¡°Se me olvidaban los nombres de los alumnos y me perd¨ªa con el coche o caminando¡±, recuerda. ¡°Tras cinco a?os de tratamiento con aducanumab llevo una vida normal y me siento capacitada para todo. A m¨ª me ha cambiado la vida. Yo no s¨¦ si esto es discutible, no soy cient¨ªfica¡±, afirma.
Su neur¨®logo, Eduardo Ag¨¹era, s¨ª deja la puerta abierta a otras explicaciones. ¡°Lo m¨¢s probable es que la mejor¨ªa de Joaquina sea atribuible al aducanumab, pero no es 100% seguro¡±, reconoce. Ag¨¹era, del Hospital Reina Sof¨ªa de C¨®rdoba, tambi¨¦n pide darle un margen al f¨¢rmaco. ¡°Si la alternativa es que no haya nada y dejar a las personas morir lentamente con una demencia y con el aducanumab s¨ª hay una peque?a esperanza, pues fenomenal¡±, opina.
Joaquina Garc¨ªa del Moral es miembro del Panel de Expertos de Personas con Alzh¨¦imer, impulsado por la Confederaci¨®n Espa?ola de Alzh¨¦imer (CEAFA). La organizaci¨®n presiona a las autoridades para que el aducanumab se apruebe tambi¨¦n en la Uni¨®n Europea. ¡°Este medicamento tiene que salir s¨ª o s¨ª en Europa. Somos muchos millones de enfermos los que necesitamos este f¨¢rmaco¡±, proclama la paciente.
La presidenta de la CEAFA, la soci¨®loga Cheles Cantabrana, explica que la confederaci¨®n recibi¨® ¡°con alegr¨ªa¡± la aprobaci¨®n del aducanumab en EE UU. ¡°El sufrimiento que provoca el alzh¨¦imer en las familias es muy grande y los costes son elevad¨ªsimos. Hay millones de personas sufriendo. Vamos a darles una oportunidad, ?o son pacientes de segunda?¡±, se pregunta Cantabrana, cuyos padres murieron con demencia. Su organizaci¨®n calcula que en Espa?a el alzh¨¦imer afecta a unos cinco millones de personas, entre pacientes y familiares cuidadores.
La Agencia Europea de Medicamentos ya est¨¢ estudiando los resultados del aducanumab para valorar su posible autorizaci¨®n en la UE. Y la pol¨¦mica est¨¢ garantizada, en opini¨®n del m¨¦dico C¨¦sar Hern¨¢ndez, de la Agencia Espa?ola de Medicamentos y Productos Sanitarios. ¡°Es una discusi¨®n que dar¨¢ mucho que hablar en Europa. Hay much¨ªsima controversia sobre si las placas de beta amiloide realmente reflejan el avance de la enfermedad¡±, afirma. De los 104 f¨¢rmacos experimentales que se est¨¢n probando en el mundo contra las supuestas causas del alzh¨¦imer, 16 est¨¢n enfocados a la prote¨ªna beta amiloide y otros 11 a la prote¨ªna tau.
En protesta por la aprobaci¨®n del aducanumab en EE UU, tres expertos dimitieron del comit¨¦ independiente que asesoraba a la agencia reguladora de los medicamentos estadounidense. El neur¨®logo David Knopman, de la Cl¨ªnica Mayo, fue uno de ellos. Antes de renunciar, hab¨ªa afirmado que era ¡°indefendible¡± autorizar un f¨¢rmaco sin beneficio cl¨ªnico claro tras 18 meses de tratamiento. ¡°En muchos aspectos, estamos ganando la guerra contra el alzh¨¦imer, pero en una lucha a tan largo plazo no vamos a ganar todas las batallas¡±, reflexiona.
Knopman ha puesto el foco en los ¨²ltimos a?os en ¡°el enigma de la menguante incidencia de la demencia¡±. El n¨²mero absoluto de casos aumenta, porque la esperanza de vida crece y cada vez hay m¨¢s personas de edad avanzada, pero el porcentaje con alzh¨¦imer en realidad est¨¢ disminuyendo. Incluso en las autopsias de cerebros donados se ven menos acumulaciones de prote¨ªna beta amiloide. Los pa¨ªses ricos, obsesionados con encontrar un f¨¢rmaco contra el alzh¨¦imer, han conseguido reducir un 16% la incidencia de la enfermedad cada d¨¦cada sin darse cuenta.
Una comisi¨®n organizada por la revista m¨¦dica The Lancet calcul¨® el a?o pasado que modificar una docena de factores de riesgo puede evitar o retrasar el 40% de las demencias. Las 12 variables son la falta de educaci¨®n, la hipertensi¨®n, la discapacidad auditiva, el tabaquismo, la obesidad, la depresi¨®n, la inactividad f¨ªsica, la diabetes, el aislamiento social, el consumo excesivo de alcohol, los golpes en la cabeza y la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica. En Am¨¦rica Latina, el porcentaje prevenible de casos de demencia alcanza el 56%, seg¨²n los mismos autores.
Antonio Mercero dirigi¨® una pel¨ªcula sobre el alzh¨¦imer ¡ª?Y t¨² qui¨¦n eres? (2007)¡ª antes de sufrir ¨¦l mismo sus consecuencias. En la presentaci¨®n del filme, declar¨®: ¡°Es tremendo. En este momento cualquier persona te dice que tiene a su primo con alzh¨¦imer, otro tiene a su t¨ªo, otro a su padre. Es una cosa tremenda. Por todas partes aparece el alzh¨¦imer ya¡±. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud calcula que el n¨²mero de personas con demencia se triplicar¨¢ y superar¨¢ los 150 millones en 2050. Evitando los factores de riesgo se podr¨ªan prevenir unos 40 millones de casos, sin necesidad de ning¨²n f¨¢rmaco milagroso. La neur¨®loga Raquel S¨¢nchez Valle, de 50 a?os, cree adem¨¢s que el tratamiento llegar¨¢ m¨¢s pronto que tarde. Los pa¨ªses del G-8 se comprometieron hace ocho a?os a tener una cura o una terapia efectiva contra la demencia en 2025. ¡°No tendremos una cura en 2025, pero s¨ª espero ver un tratamiento eficaz antes de jubilarme¡±, afirma la m¨¦dica. ¡°Y no ser¨¢ el aducanumab¡±.
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