¡®Los sue?os asequibles de Josefina Jarama¡¯, explotando el entusiasmo
Manuel Gued¨¢n denuncia el calvario que sufren los j¨®venes en el mercado laboral sin caer en el panfleto
Acumula varios m¨¦ritos esta novela sat¨ªrica de Manuel Gued¨¢n y el primero es haber sabido rehuir dos cantos de sirena que la hubieran hecho zozobrar: de un lado, la obviedad en la denuncia de un problema social; de otro, el sujetarse fielmente a la matriz picaresca que ha elegido. Hubiera sido comprensible que la indignaci¨®n ante el calvario que sufren los j¨®venes en el mercado laboral espoleara un relato exasperado, incriminatorio, una explosi¨®n de hartazgo ante un futuro mutilado, una requisitoria a los empresarios, a los poderes p¨²blicos, a una sociedad que parece no tomar conciencia de la magnitud del drama de una generaci¨®n que, condenada a la precariedad en todos los ¨®rdenes, no puede mirar su horizonte sin deprimirse o abandonarse a la contingencia. Gued¨¢n, sin embargo, ha sabido represar su protesta con los mecanismos internos de la literatura, sin negociar con la homil¨ªa ni con el panfleto, y para ello se ha valido del esquema narrativo de la picaresca, el de la autobiograf¨ªa retrospectiva de un sujeto de baja estofa que cree o finge hallarse en la cumbre de toda buena fortuna y refiere, a modo de trayectoria ejemplar pervertida, las vicisitudes (los cambios de amo y fortuna) de su existencia.
Gued¨¢n ha extirpado el cinismo picaresco a su narradora, que es burlada una y otra vez como si su fe ilusa no sufriera desgaste
Los elementos que adopta de esta matriz est¨¢n muy bien cocinados, empezando por el humor ¨¢cido que impregna el relato y que mantiene despierto el inter¨¦s incluso en los raros momentos en que el arrastre del argumento se afloja. Como es de ley, la p¨ªcara Josefina Jarama inicia su relato con el prop¨®sito de servir de modelo vitando a otros (¡°para que no cunda mi ejemplo¡±) y se dirige a un inc¨®gnito narratario (¡°Te escribo esta historia a ti¡±) que, como se adivina pronto, tiene un car¨¢cter tan fantasmal como sus mismos proyectos y deseos. La historia arranca a sus 16 a?os, a pocos d¨ªas de la muerte de Franco (inevitable asociarla con la Transici¨®n), y, con grandes hiatos temporales, alcanza hasta sus treinta y tantos. Los episodios que jalonan ese itinerario son cuatro, todos alrededor de un empleo y, por tanto, de un jefe o amo: su trabajo en Santos Juguetes como modelo de cara de la mu?eca Fina, vecina, ideada para competir con la imbatible Nancy; sus trapicheos en las discotecas de la ruta del bakalao; sus tareas de auxiliar de direcci¨®n en un banco, y, en fin, la faena de pizzera y repartidora en la cadena Delypizza. En todos los empleos, la narradora admira sinceramente a su superior y le ofrece sus ideas ¡ªque le usurpan¡ª y su entusiasmo, impulsado por el sue?o de mejorar su suerte alg¨²n d¨ªa, triunfar y ser el espejo de otros. Sarc¨¢sticamente, Gued¨¢n ha extirpado el cinismo picaresco a su narradora, que es burlada una y otra vez como si su fe ilusa no sufriera desgaste. Lo picaresco acecha a su alrededor y ella aparece como un esp¨ªritu ingenuo y esperanzado.
El humor que aligera la prosa se vuelve dur¨ªsimo en la significaci¨®n global de la obra. A diferencia del p¨ªcaro cl¨¢sico, Fina no se degrada moralmente, emerge de sus desventuras con plena disponibilidad para que sigan aprovech¨¢ndose de ella. Como hizo su propia madre, personaje que le sirve al autor para desmochar el ¨²ltimo t¨ªtere que pod¨ªa quedar con cabeza, el de la dignidad de la lucha pol¨ªtica: su activismo de extrema izquierda fue un bonito subterfugio cuando le convino hasta que un c¨¢lido puesto de funcionaria del Estado abland¨® sus principios. Gued¨¢n tiene qu¨¦ decir, pero la buena noticia ¡ªla ¨²nica relevante para la literatura¡ª es que sabe c¨®mo hacerlo.
Los sue?os asequibles de Josefina Jarama?
Autor: Manuel Gued¨¢n.
Editorial: Alfaguara, 2022.
Formato: tapa blanda (236 p¨¢ginas, 17,95 euros) y e-book (7,59 euros).
Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.