¡®Hambre¡¯, as¨ª se resucita a Arturo Bandini
Los relatos de John Fante, encontrados en un archivador, constituyen la mejor antolog¨ªa del autor estadounidense, creador del escritor m¨¢s engre¨ªdamente encantador de la historia
Durante a?os aguardaron, como aguardan los tesoros enterrados en alg¨²n tipo de gale¨®n al fondo del mar, los 17 relatos ¡ªy el apasionante pr¨®logo a una novela propia, la carta de amor a aquello que se ha creado como si aquello que se ha creado pudiese llegar a leerla alg¨²n d¨ªa¡ª de esta fulminante (e inesperada) antolog¨ªa in¨¦dita de John Fante, el creador del gran Arturo Bandini, el escritor m¨¢s engre¨ªd...
Durante a?os aguardaron, como aguardan los tesoros enterrados en alg¨²n tipo de gale¨®n al fondo del mar, los 17 relatos ¡ªy el apasionante pr¨®logo a una novela propia, la carta de amor a aquello que se ha creado como si aquello que se ha creado pudiese llegar a leerla alg¨²n d¨ªa¡ª de esta fulminante (e inesperada) antolog¨ªa in¨¦dita de John Fante, el creador del gran Arturo Bandini, el escritor m¨¢s engre¨ªdamente encantador de la Historia, con may¨²sculas. Aguardaron en un gale¨®n con aspecto de alto archivador negro de metal de cajones hondos de tama?o oficinesco, que no, no estaba enterrado al fondo del mar, sino en una estancia mal iluminada de la casa de Malib¨² en la que el autor pas¨® sus ¨²ltimos a?os y donde, en 1994, el a?o de su descubrimiento, a¨²n viv¨ªa su mujer, Joyce.
Dio con ellos Stephen Cooper, su bi¨®grafo. Fue la propia Joyce quien le dio acceso al cuarto de los archivadores cuando consider¨® que pod¨ªa hacer un buen trabajo con lo que encontrara all¨ª. Llevaban un tiempo charlando sobre c¨®mo hab¨ªa sido su vida con John cuando ocurri¨®. Hab¨ªa, en ellos, sobres, cartas, carpetas, cuadernos y fajos de folios escritos a mano y a m¨¢quina. Fotograf¨ªas, contratos de estudios de cine, cheques anulados, ejemplares viejos de The American Mercury, incluso, cuenta Cooper, ¡°un sobre sellado con la etiqueta Pelo de John Fante¡±. Y aunque se dec¨ªa que el autor de Preg¨²ntale al polvo no guardaba nada, lo hac¨ªa. Hab¨ªa tambi¨¦n en aquellos archivadores relatos tempranos, algunos escritos cuando ni siquiera hab¨ªa abandonado la casa de sus padres.
Para entender la importancia del hallazgo, y el valor, enorme, de cada uno de esos textos, tan vibrantes y escandalosamente fantianos que deben figurar ya entre lo mejor de su producci¨®n ¡ªsin duda, la antolog¨ªa supera al par publicadas anteriormente, y lo hace porque cada relato contiene la esencia del esp¨ªritu de la literatura de John Fante, tan condensada que parece un milagro¡ª, debe viajarse al pasado y reconstruir la figura del escritor, el hijo del m¨ªtico y excesivo Nicola Fante, el alba?il que destru¨ªa, inevitable y fatalmente, todo lo que tocaba. Naci¨® en 1909, y fue siempre un macarroni, como su alter ego, Arturo Bandini, el escritor feliz y rabiosamente condenado al fracaso. As¨ª se llama a s¨ª mismo Bandini, el hijo de Nick, condenado a no ser tomado en serio jam¨¢s.
Buen amigo de William Saroyan ¡ªcuyos ¨¦xitos ve¨ªa como una inalcanzable proeza ¡ª, Fante se describe a s¨ª mismo en sus escritos desde el principio ¡ªsus m¨²ltiples y rid¨ªculos trabajos, su obsesi¨®n con H. L. Mencken, sus definitivamente torpes intentos de encajar en alg¨²n tipo de mundo¡ª, y tambi¨¦n, eleva la figura de su padre, y arremete, desde una siempre tiernamente absurda s¨¢tira, contra la familia, su familia italiana, en una Norteam¨¦rica con tantos pa¨ªses como, s¨ª, familias llegadas de cualquier parte. Si su talento pas¨® desapercibido, fue por su mala fortuna: Preg¨²ntale al polvo, su gran novela, lleg¨® pronto, en 1939, pero no tuvo ninguna promoci¨®n, porque la editorial se gast¨® todo el dinero en la demanda que le cay¨® por haber publicado el Mein Kampf, de Hitler.
El cine le tent¨® pronto, y el dinero que hizo en los estudios le fue alejando de la novel, y el relato, su verdadera vocaci¨®n. Explicaba su hijo, Dan Fante, que admiraba tanto a Knut Hamsun, el Nobel noruego, que sol¨ªa ensayar su firma en los ejemplares de su biblioteca, una y otra vez. De ah¨ª que el t¨ªtulo de esta antolog¨ªa tenga mucho de emocionante para aquellos que le admiraron: Hambre se titula el cl¨¢sico de Hamsun que Fante homenajea y moderniza ¡ªhay escenas deliciosamente calcadas, y sublimadas, americanizadas¡ª en Preg¨²ntale al polvo. A Fante le rescat¨® Charles Bukowski en 1980, tres a?os antes de su muerte ¡ªuna diabetes le fue haciendo, literalmente, pedazos¡ª, cuya fama hizo visible la que su maestro, aquel escritor que hab¨ªa sido oro, no tuvo nunca.
A Fante se le ha empezado a considerar suerte de precursor de la Generaci¨®n Beat, pero fue much¨ªsimo m¨¢s que eso, revitaliz¨® con un humor poderosamente el¨¦ctrico, osadamente absurdo, la narrativa de la perdici¨®n de la Gran Depresi¨®n, impulsando la figura del perdedor a flamante, invencible, encantadoramente maldito antih¨¦roe, un antih¨¦roe para siempre fuera de lugar, condenado a crear su propio e indestructible mito. Algo de lo que dan buena cuenta los 17 relatos de esta antolog¨ªa, capaces, como pocos, de lanz¨¢rsete a la yugular ¡ªel casi adolescente ¡®Me r¨ªo yo de Dibber Lannon¡¯, o el desamparadamente brillante ¡®P¨®ngalo en la cuenta¡¯¡ª, o casi fotografiar, pintar, con un hiperrealismo siempre vitalista ¡ªel mismo ¡®Hambre¡¯¡ª la clase de hist¨®rico momento cotidiano de aquellos con los que la Historia no cuenta.
Con la ferocidad de aquel que espera que nada acabe nunca, se retrata al bruto, inmaduro y visceral, al impulsivo padre que se supo siempre a la vez al margen y en el centro de la familia
Aunque si algo traen de vuelta estas historias ¡ªque a veces son cap¨ªtulos de futuras novelas sobre inmigrantes filipinos que nunca escribi¨®, e incluso primeras versiones de cap¨ªtulos de novelas que s¨ª escribi¨®, como Camino de Los ?ngeles: todo se detalla al final, en una edici¨®n que casi permite asomarse a los cajones de aquel archivador¡ª es, por un lado, a Arturo Bandini ¡ªse resucita su esp¨ªritu aqu¨ª y all¨¢, en ¡®Soy un escritor veraz¡¯, en ¡®El d¨ªa que me limpi¨® la lluvia¡¯, en pr¨¢cticamente todas partes¡ª, y por otro, a Nicola Fante, el verdadero h¨¦roe de John. Con la ferocidad de aquel que espera que nada acabe nunca, se retrata al bruto, inmaduro y visceral, al impulsivo padre que se supo siempre a la vez al margen y en el centro de la familia.
As¨ª, son relatos como diminutas novelas que reproducen, en miniaturas que funcionan como modelos expansibles ¡ªcomo se expanden en La hermandad de la uva, en Un a?o p¨¦simo¡ª lo que estaba por venir. ¡®Los pecados de la madre¡¯, con esa madre como tim¨®n y ¨²nico contacto con lo real y ese padre al que todo se le escapa, es quiz¨¢ el mejor ejemplo de la forma en que puede contenerse un universo de un escritor que nunca hizo otra cosa que amar, sin tomarse en serio, pero tom¨¢ndose por eso muy en serio, de d¨®nde ven¨ªa, lo que hab¨ªa sido, lo que iba a seguir siendo, sabiendo que era algo ¨²nico y merec¨ªa tener un lugar en el mundo.
Hambre
Autor: John Fante.
Traducci¨®n: Antonio-Prometeo Moya.
Editorial: Anagrama, 2022.
Formato: tapa blanda (288 p¨¢ginas. 19,90 euros) y e-book (11,90euros).
Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.