Amanda Gorman: ¡°Antes cre¨ªa que los poetas solo contaban si eran viejos y blancos¡±
Convertida en estrella literaria desde que declam¨® un poema en la investidura de Joe Biden, la autora de 24 a?os publica ¡®Mi nombre es nosotros¡¯ y conf¨ªa en la utilidad del lenguaje al servicio de los cambios sociales
Un grito de auxilio, un campanazo para sacudirnos el sopor ante la violencia contra el diferente y ante la incomunicaci¨®n entre seres aislados es el contenido que oculta este envoltorio: el nuevo libro de Amanda Gorman, la jovenc¨ªsima poeta convertida en estrella de masas por una intensa exposici¨®n que culmin¨® en la lectura de un poema durante la toma de posesi¨®n de Joe Biden. ¡°Este libro es un mensaje en una botella, este libro no se rinde, es una alerta¡±, reza la autora en Mi nombre es nosotros, que Lumen acaba de publicar en espa?ol.
Gorman, nacida en Los ?ngeles hace 24 a?os, ha ocupado con creces el podio de una generaci¨®n que hoy pisa fuerte en una poes¨ªa joven, activista, igualitaria y racializada que acompa?a a movimientos como Black Lives Matter y que ha hecho del contacto de masas gracias a las redes el caballo m¨¢s seguro de la carrera hacia el ¨¦xito. A lomos de ese purasangre, ha pisado los grandes plat¨®s, ha firmado en grandes medios y se ha convertido en la poeta m¨¢s joven que inaugura una presidencia en la historia de EE UU. Lo hizo con La colina que ascendemos, y si aquello reverber¨® en ecos muy diversos que prosiguen su carrera en todo el mundo fue por la luz, la esperanza que se abr¨ªa tras los aciagos tiempos de Donald Trump, despu¨¦s de la oscuridad. Gorman accedi¨® a responder a un cuestionario por escrito a EL PA?S.
Pregunta. ?Siente la poes¨ªa como una forma de activismo, una herramienta para luchar por los derechos?
Respuesta. La poes¨ªa y el lenguaje est¨¢n a menudo en el coraz¨®n de los movimientos por el cambio. En las protestas de Black Lives Matter se ve¨ªan pancartas que dec¨ªan: ¡°Nos enterraron, pero no sab¨ªan que ¨¦ramos semillas¡±. Eso es pura poes¨ªa entregada a la justicia racial. Si analizamos el discurso de Luther King I Have a Dream, vemos un gran documento de la ret¨®rica que a la vez es un gran documento de poes¨ªa, de im¨¢genes y de canci¨®n. Nunca hay que subestimar el poder del arte como lenguaje de la gente.
¡°Nos hemos enfrentado al vientre de la bestia¡±, declam¨® ante Joe y Jill Biden. ¡°Hemos aprendido que calma no siempre significa paz, y que las normas e ideas de ¡®lo justo¡¯ no siempre son justas. Y, sin embargo, nuestro es el amanecer antes de lo esperado¡±. Estos son tiempos en los que ¡°una flaca chica negra¡±, como se defini¨®, descendiente de esclavos y criada por una madre soltera, puede ¡°so?ar con convertirse en presidenta y verse recitando ante un presidente¡±.
Hoy, sin embargo, prefiere no asumir en solitario esa responsabilidad simb¨®lica del cambio y le gustar¨ªa verla repartida: ¡°No quiero que me definan necesariamente como depositaria de las esperanzas de los dem¨¢s. Me preocupa que la gente, particularmente los mayores, sugieran que yo y otros j¨®venes inspiradores salvaremos el mundo. La gran responsabilidad que siento es conseguir que la gente deposite ese poder y esa esperanza en s¨ª misma¡±.
?Y c¨®mo definir¨ªa ella ese poder, el poder de las palabras? Gorman siente que todos tenemos lo que llama ¡°¨¢rboles t¨¢ctiles¡±, una especie de ¨¢rboles de referencia que puedes identificar cuando te pierdes en el bosque y a los que puedes volver mientras deambulas para encontrar el camino de regreso. ¡°Para m¨ª, este a?o ha supuesto identificar mis ¨¢rboles t¨¢ctiles, nutrirlos y revisitarlos¡±, confiesa. Y uno de los principales, al que ha regresado muchas veces, ha sido el descubrimiento de que la poes¨ªa importa. ¡°Suena b¨¢sico, pero es que he pasado buena parte de mi vida interiorizando estas ideas: la primera, que los poetas solo contaban si estaban muertos, viejos o eran blancos; la segunda, que la poes¨ªa que hace la gente como yo no pod¨ªa ser tan importante. Que pod¨ªa ser bonita, pero no necesariamente un oficio o una vocaci¨®n. Ahora intento recordarme a m¨ª misma que la poes¨ªa es importante y siempre lo ser¨¢, y que el trabajo que estoy haciendo tiene importancia no solo para mi propia vida, sino para las vidas de los dem¨¢s. Por eso es importante seguir adelante¡±.
Mi nombre es nosotros est¨¢ escrito desde el aislamiento al que oblig¨® el confinamiento por la pandemia. Y en ese registro comparte el valor de lo que todos hicimos: permanecer cuerdos, mantener el horno encendido, los tel¨¦fonos iluminados. Todo un gran trabajo mientras parec¨ªamos ¡°zoom-bis¡± o pertenecientes a un ¡°mezquino zoo(m)¡±, como describe mediante esas palabras que inventa, completa o dibuja en sus versos tan visibles en su composici¨®n en p¨¢gina como legibles en su literalidad. ?Es ese el mensaje en la botella que proclama en el libro? ?C¨®mo definir¨ªa ese mensaje? ¡°Mi libro es un intento de preservar la memoria p¨²blica de la pandemia. No hay nada m¨¢s horroroso que pensar que las p¨¦rdidas y las lecciones de vida de ese momento se olviden. Por ello este poemario representa mi lucha por poner por escrito nuestra experiencia. Recordemos qui¨¦nes somos mediante las palabras que usamos. Es mi oferta a los lectores: leer, regalar y transportarnos a nosotros mismos mientras embarcamos juntos en este viaje¡±.
P. ?Y nos ha cambiado la pandemia? ?Nos ha hecho m¨¢s distantes, m¨¢s solos, m¨¢s locos?
R. Nos ha cambiado por completo en todos estos sentidos. Pero tambi¨¦n debemos recordarnos que la hemos atravesado de forma colectiva, y eso es lo que he intentado reflejar incluso en la decisi¨®n de titularlo Call Us What We Carry [el t¨ªtulo original en ingl¨¦s]. Recuerdo una profesora que nos dec¨ªa: ¡°T¨² no eres t¨². Vosotros no sois vosotros. Sois nosotros¡±. En aquellos tiempos yo no lo entend¨ªa, y no ha sido hasta que he escrito este poemario, y hasta que he visto que como individuo me sent¨ªa parte de una multitud que estaba experimentando todo esto durante los dos ¨²ltimos a?os, que aterric¨¦ en esta idea: ¡°Oh, este libro que estoy escribiendo desde m¨ª misma es tambi¨¦n yo misma escribiendo a, con y desde un nosotros¡±. As¨ª que cambi¨¦ el t¨ªtulo y cambi¨¦ la voz de una gran parte del libro. No fue un gran giro porque la mayor¨ªa de los poemas, los pensamientos o los versos ten¨ªan m¨²ltiples personalidades. Empezaban por ¡°yo¡± y despu¨¦s hab¨ªa un ¡°nosotros¡± y un ¡°yo¡±, y despu¨¦s un ¡°t¨²¡± y despu¨¦s un ¡°ellos¡±. Y despu¨¦s todos ellos exist¨ªan en un ¡°nosotros¡±. Todos son parte de nosotros.
P. ?C¨®mo definir¨ªa su literatura?
R. Mi literatura es la literatura de mis ancestros. Siempre intento rendir homenaje a personas como [las poetas afroamericanas] Phillis Wheatley o Maya Angelou. El grueso de la literatura que est¨¢ en el centro de mi voz ha consistido siempre en textos en los que la gente que fue marginada sea valorada y celebrada. Porque soy una artista de la palabra hablada (spoken word), eso significa que mi definici¨®n de literatura es expansiva: los textos no son solamente palabras escritas, sino tambi¨¦n habladas y comunicadas en todas las formas del arte. Espero que mi poes¨ªa sea as¨ª de expansiva.
P. ?Qu¨¦ cree que est¨¢ aportando usted y su generaci¨®n de poetas al mundo, a la sociedad? Me refiero a ideas, causas, proyectos...
R. Estamos viviendo un momento importante del arte negro porque estamos viviendo un momento importante en la vida negra. Ya sea por la llegada del primer presidente afroamericano antes de Trump o por lo que significa que Black Lives Matter se haya convertido en el mayor movimiento social en EE UU. Lo que ha sido emocionante para m¨ª es ver que puedo absorber y vivir en esa creaci¨®n de otros artistas afroamericanos a los que admiro. Y que tambi¨¦n creo arte y participo en este momento hist¨®rico. Lo vemos en la moda, en las artes visuales, en la danza y en la m¨²sica. En todas las formas de expresi¨®n de la vida humana estamos viendo crecer el arte por v¨ªa de la experiencia negra. Y no puedo imaginar nada m¨¢s emocionante que eso.
¡°Quer¨ªa romper la percepci¨®n de mis lectores de lo que se considera poes¨ªa, que vieran las cosas con una luz nueva¡±
Amanda Gorman cuenta que creci¨® con un impedimento a la hora de hablar y que su voz no siempre fue entendida o inteligible. ¡°Por ello, al inicio de mi formaci¨®n, me dediqu¨¦ mucho m¨¢s a la escritura en p¨¢gina porque ah¨ª me sent¨ªa a salvo, ah¨ª es donde me sent¨ªa escuchada, porque era un espacio donde no necesariamente la gente se daba cuenta de que ten¨ªa esa discapacidad¡±, relata. Por ello tambi¨¦n, aproximarse al mundo escrito desde ese spoken world ha sido como ¡°un regreso a casa, un regreso al lugar en el que empec¨¦ mi viaje al lenguaje¡±. ?Siente que su poes¨ªa es comprendida? ¡°Quer¨ªa romper la percepci¨®n de mis lectores de lo que se considera poes¨ªa, de lo que parece la poes¨ªa. Quer¨ªa que miraran literariamente la experiencia de la pandemia de nuevo, y eso significaba que pasaran p¨¢gina, que la recorrieran de arriba abajo, que jugaran con las sombras o llenando los blancos en un poema del ahorcado. Espero que uno de esos momentos sea para ellos una especie de ?aj¨¢!, un momento que te abre los ojos a partir del cual mis lectores vean las cosas con una luz nueva¡±.
La traducci¨®n de la obra de Gorman a decenas de idiomas en todo el mundo a partir de su protagonismo en la toma de posesi¨®n de Biden abri¨® un debate universal cuando se extendi¨® en redes la protesta por el hecho de que la traducci¨®n al neerland¨¦s de su libro fuera a cargo de Marieke Lucas Rijneveld, de raza blanca. La exigencia de que la tradujeran mujeres, a ser posible negras y procedentes del spoken word, atraves¨® los medios. Rijneveld se retir¨® y la editorial se pleg¨® a ese ruido en redes. Lo cuenta quien la ha traducido al espa?ol, Nuria Barrios, en una tribuna en EL PA?S y en uno de los cap¨ªtulos de La impostora (P¨¢ginas de Espuma), donde lo describe como ¡°s¨ªntoma de una nueva censura, como la victoria del discurso identitario frente a la libertad creadora¡±.
¡°Queda mucho por decir sobre los desequilibrios del ¨¢mbito editorial. Me alegra que me traduzcan personas distintas¡±
Al preguntarle sobre este asunto, Gorman responde que ¡°queda mucho por decir en lo que respecta a la poes¨ªa, los desequilibrios de poder que existen en el ¨¢mbito editorial y la traducci¨®n. Agradezco que se produzca un di¨¢logo tan necesario y me alegra que personas de distintos or¨ªgenes y g¨¦neros de todo el mundo traduzcan mi obra¡±.
P. Y ahora que se ha convertido en una estrella, ?se le ha hecho m¨¢s dif¨ªcil escribir o vivir?
R. Antes de la investidura de Biden ya ten¨ªa una buena plataforma, pero era poco menos que nadie; probablemente se me reconoc¨ªa un pu?ado de veces al a?o. Esperaba que mis palabras fueran recordadas, pero nunca so?¨¦ siquiera que yo como persona me convirtiera en alguien de inter¨¦s global. He tenido que adaptarme a ello, pero no lo lamento. Estoy agradecida porque es lo que permite que mis palabras toquen y ayuden a tanta gente. He fundado una comunidad incre¨ªble en este nuevo cap¨ªtulo de mi vida y me he conectado con los artistas m¨¢s asombrosos, que me recuerdan que no estoy sola. Lo m¨¢s disruptor para mi escritura es la gran cantidad de peticiones desde todas partes del mundo. Si dijera que s¨ª a todo, no tendr¨ªa tiempo para escribir y perder¨ªa una enorme parte de m¨ª. As¨ª que estoy aprendiendo a preservar mi tiempo, mi esp¨ªritu, y a buscar a gente que alienta mi oficio.
Mi nombre es nosotros
Autora: Amanda Gorman.
Traducci¨®n: Nuria Barrios.
Editorial: Lumen, 2022. Edici¨®n biling¨¹e
Formato: tapa blanda (464 p¨¢ginas, 18,91 euros) y e-book (8,54 euros).
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