Di Benedetto, periodista en Madrid
Un libro recopila 130 art¨ªculos sobre cine, arte y literatura que el autor argentino escribi¨® entre 1978 y 1983, durante su exilio
Di Benedetto dio en Zama (1956) una de las notas m¨¢s altas de la prosa moderna en castellano. El entenado, de Juan Jos¨¦ Saer, es la gran (grandeza art¨ªstica, no de extensi¨®n) novela sobre la llegada de los europeos al R¨ªo de la Plata; 25 a?os antes, Zama lo fue sobre la etapa final del virreinato, sobre la cruel burocracia de un imperio que agoniza. Lo sorprendente es la forma sugestiva, fragmentaria, precisa en que la ficci¨®n se desarrolla, un sordo viaje al coraz¨®n de la violencia; el modo en que la sintaxis adquiere grado art¨ªstico sin manierismo. Adem¨¢s, escribi¨® otras tres novelas extraordinarias: El silenciero, Los suicidas, y Sombras, nada m¨¢s¡, y varios vol¨²menes de cuentos, desde Mundo animal (1953) hasta Cuentos del exilio (1983). Sin embargo, Di Benedetto (Mendoza, 1922-Buenos Aires, 1986) solo fue p¨®stumamente reconocido seg¨²n sus m¨¦ritos. A partir de la primera d¨¦cada de este siglo, cuando el sello Adriana Hidalgo emprendi¨® la reedici¨®n de toda su obra, incluyendo los Cuentos completos, en cuyo pr¨®logo dice Julio Premat: ¡°Fue un escritor extra?o o, mejor, un escritor de la extra?eza¡±. En 2017, Zama fue llevada al cine, y la novela, traducida al ingl¨¦s, fue extensamente glosada y elogiada por J. M. Coetzee en The New York Review of Books: a m¨¢s de 30 a?os de su muerte, la obra del mendocino alcanzaba el canon universal.
Antes, durante y despu¨¦s de escritor, Di Benedetto fue periodista. Durante m¨¢s de tres d¨¦cadas trabaj¨® en Los Andes, el diario de su ciudad natal. Pocas horas despu¨¦s del golpe de Estado de marzo de 1976 fue arbitrariamente detenido, atormentado y mantenido en cautiverio hasta septiembre del a?o siguiente; salv¨® la vida gracias al clamor de la red intelectual: la dedicatoria de Cuentos del exilio ser¨¢ a Heinrich B?ll y Ernesto Sabato, ¡°que bregaron por mi libertad en altas instancias¡±. La prudencia le recomendaba abandonar el pa¨ªs: en diciembre de 1977 se instal¨® en Madrid, hasta octubre de 1984. Defini¨® su exilio como ¡°doble¡±: ¡°Cuando fui arrancado de mi hogar, mi familia, los amigos, y, luego, al pasar a tierras lejanas y ajenas¡±.
¡®Zama¡¯, su novela sobre el final del virreinato, dio una de las notas m¨¢s altas de la prosa castellana moderna
R¨¢pidamente debi¨® familiarizarse con ese pa¨ªs casi desconocido. Ten¨ªa 56 a?os y deb¨ªa comenzar de cero. Ana Basualdo lo entrevist¨® en 1982; tras compararse con personajes de Kafka, se autorretrat¨®: ¡°En cuanto al escarabajo, no tengo m¨¢s que mirarme al espejo¡±. Su amigo Daniel Moyano dijo que ¡°comenz¨® a morir en Mendoza, el d¨ªa de su detenci¨®n, y sigui¨® muriendo aqu¨ª en Espa?a¡±. Sin embargo, su actividad fue intensa: desde 1978 dirigi¨® y redact¨® buena parte de la secci¨®n de cultura de Consulta Semanal, revista m¨¦dica de Madrid; adem¨¢s, public¨® tres libros: Absurdos, Caballo en el salitral (el cuento hom¨®nimo es una de sus obras maestras) y El hacedor de silencio (reedici¨®n de El silenciero). Por los Escritos period¨ªsticos (Adriana Hidalgo, 2016) conoc¨ªamos los art¨ªculos de esa ¨¦poca para diarios argentinos. El presente volumen agrega lo publicado en Consulta¡, incluyendo la treintena de piezas que firm¨® con seud¨®nimos. La investigaci¨®n de Mauro Caponi permiti¨® exhumar ese rico trabajo. Rige en ¨¦l, como en todo lo que escribi¨®, su ¡°ley fundamental¡±: ¡°Econom¨ªa de palabras, no abundar en ellas y, por el contrario, elegir la que sea m¨¢s precisa, la que m¨¢s exprese¡±.
As¨ª, por ejemplo, Greco firma Borges ¨ªntimo, de 1980, con motivo del Premio Cervantes. Para ofrecer otro abordaje, Di Benedetto va al hotel, habla con Borges en presencia de Mar¨ªa Kodama, se interesa por la ¡°modesta monoton¨ªa¡± de su vida cotidiana. Kodama le cuenta que ¡°mantiene intacta, tal cual, la habitaci¨®n de su madre¡±; Borges declara que le gusta ir al cine, a pesar de su ceguera casi completa. Sobre sus preferencias alimentarias, adem¨¢s de afirmarse en su gusto por los ravioles, dice que aborrece la manzana: ¡°No entiendo por qu¨¦ tiene tanto prestigio b¨ªblico¡±. En los m¨¢s de 130 art¨ªculos de Escritos del exilio hay cine (Fassbinder, Ermanno Olmi, Fellini, Laurel y Hardy, el Godard de Alphaville, la ¡°Divina Greta¡±, Charlie Chaplin), arte (El Greco, Picasso, Matisse, Paul Klee, Henry Moore, Pistoletto), literatura (Hemingway, Cort¨¢zar ¡ªa quien Di Benedetto hab¨ªa conocido en Mendoza, en la juventud de ambos¡ª, Garc¨ªa M¨¢rquez, el regreso de Alberti tras su exilio argentino).
Nada m¨¢s alejado de estos art¨ªcu?los que el tipo de periodista/escritor, muy en boga hoy en d¨ªa, que se pone a s¨ª mismo como bolilla en el cascabel de la actualidad. La subjetividad de Di Benedetto queda entrel¨ªneas, sin protagonismo. As¨ª lo vemos gratamente sorprendido con Jardiel Poncela: tras una representaci¨®n de Angelina o el honor de un brigadier proclama: ¡°?A despojarse prejuicios!¡ Colmo de simpleza. No obstante¡ Reinan la gracia innata y la facilidad para hacer re¨ªr¡ la ocurrencia ingeniosa, el di¨¢logo chispeante y hasta los malabarismos de la rima¡±. Algo parecido con Miguel Mihura. El Madrid que registra es, tambi¨¦n, el de la efervescencia de las exposiciones de arte cl¨¢sico y moderno de la Transici¨®n. La sordina del sarcasmo se deja escuchar en t¨ªtulos como Premio Planeta 1980 a Antonio Larreta: Un escritor soltero y millonario. Pero se toma muy en serio a Juan Mars¨¦, que gan¨® ese premio en 1978, y le sirve para reflexionar sobre los motivos del escaso inter¨¦s que los novelistas espa?oles despertaban al otro lado del Atl¨¢ntico.
El pr¨®logo de Liliana Reales aporta valiosa informaci¨®n para darle el contexto a esta recuperaci¨®n, seria y rigurosa, del trabajo period¨ªstico de un gran escritor.
Escritos del exilio. Textos desde Madrid 1978-1983?
Edici¨®n de Liliana Reales y Mauro Caponi
Adriana Hidalgo Editora, 2022
582 p¨¢ginas. 32 euros
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