Europa, el amor y no la guerra
En ¡®War & Love¡¯, comedia de ideas inspirada libremente en ¡®Guerra y paz¡¯ de Tolst¨®i, el autor Carlos Be, el director Jos¨¦ Luis Arellano y los actores de LaJoven hablan sobre la posibilidad indeseable de que la Uni¨®n Europea se deslice hacia un conflicto b¨¦lico en el interior de sus fronteras
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?Podr¨ªa la Uni¨®n Europea precipitarse en un futuro inmediato en una guerra dentro de sus fronteras a causa de una seguidilla de decisiones desafortunadas de sus dirigentes? Tal es la inc¨®moda pero pertinente pregunta que se formula Carlos Be en War & Love, vigorosa comedia de ideas estrenada esta semana en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid. El autor catal¨¢n comenz¨® a escribirla hace dos a?os por invitaci¨®n de Jos¨¦ Luis Arellano, director de LaJoven, compa?¨ªa especializada en producir versiones actuales de los cl¨¢sicos: ambos se sintieron espoleados por el tema de ¡°las diferencias entre Oriente y Occidente y el auge de la ultraderecha europea¡±.
War & Love est¨¢ inspirada en Guerra y paz, novela filos¨®fica de Tolst¨®i de cuyo primer cap¨ªtulo Piotr Fomenko ofreci¨® una escenificaci¨®n memorable en el Festival de Oto?o de 2003. La versi¨®n de Be, ambientada parcialmente en el Par¨ªs de hoy, tiene como protagonistas a siete universitarios que participan en un encuentro organizado por el Parlamento Europeo con el prop¨®sito de que se vayan fogueando como potenciales asistentes de alg¨²n eurodiputado. Son j¨®venes optimistas que se comunican en varias lenguas, pues provienen de los cuatro puntos cardinales del subcontinente.
A trav¨¦s de las fricciones crecientes que se producen en este grupo selecto, War & Love cuenta c¨®mo el sencillo v¨ªdeo autopromocional que graban los siete estudiantes puede convertirse en una potente arma de guerra h¨ªbrida y c¨®mo las decisiones adoptadas por mayor¨ªa en temas delicados podr¨ªan no ser leg¨ªtimas cuando se toman precipitadamente, sin un proceso reflexivo acorde con lo mucho que est¨¢ en juego. La acci¨®n de la comedia se inicia en un Par¨ªs tur¨ªstico de postal, prosigue con la capital francesa militarizada (como lo estuvo al decretarse el estado de emergencia tras los atentados islamistas de noviembre de 2015, que produjeron 130 muertos) y concluye en Mosc¨², invadido retrospectivamente por las tropas napole¨®nicas.
La funci¨®n habla, pues, de la emergencia intermitente de los conflictos armados. Escribe Stefan Zweig en El mundo de ayer: memorias de un europeo que sus contempor¨¢neos consideraban la guerra como una cosa del pasado, pues Austria y Alemania llevaban ¡°casi medio siglo de paz¡± cuando, en 1914, ¡°escritores, intelectuales y periodistas hicieron redoblar el tambor del odio hasta penetrar en el o¨ªdo de los imparciales (¡). Casi todos ellos obedec¨ªan servilmente a la propaganda de guerra¡±. Y este es el segundo tema que Be esboza: el uso de la propaganda belicista durante los periodos preb¨¦licos. Por debajo de ambos asuntos laten, apenas enunciados, otros no menos interesantes: la ausencia de una lengua com¨²n propia en la UE y la manera en la que partidos y partidarios de extrema derecha medran en Bruselas.
En ciertos momentos del primer acto aparecen en un ensue?o r¨¢fagas de escenas de la campa?a de las tropas napole¨®nicas en la Rusia de 1812, que son una premonici¨®n m¨¢s que un recuerdo. Y en el segundo acto, los personajes actuales se convierten en los protagonistas de la novela de Tolst¨®i o en una prolongaci¨®n suya. De esta manera, un pasado terrible se nos presenta como un futuro plausible: ¡°No cre¨ªa en la guerra y la guerra me ha obligado a creer en ella¡±, le dice Piotr (encarnado por el mismo actor que Edgar) a Andr¨¦i, en alusi¨®n a la postura sostenida por Edgar en la primera parte del espect¨¢culo. M¨¢s adelante, para subrayar que el curso del tiempo se ha invertido, Piotr dice ante el desmayado Andr¨¦i: ¡°Y pensar que en el pasado incluso apoy¨¦ la guerra¡±, mientras levanta el brazo tal cual Edgar lo hizo al comienzo, cuando vot¨® a favor de difundir un mensaje belicoso entre la poblaci¨®n.
A tenor del aluvi¨®n de comentarios que les llovieron a los actores durante el coloquio posterior a una matinal para escolares, War & Love parece una funci¨®n id¨®nea para el p¨²blico diana de LaJoven, aunque por su tema se encuentre tambi¨¦n entre las m¨¢s indicadas que ha producido para el p¨²blico en general. Entre los int¨¦rpretes, destaca el arrojo con el que Alejandro Navarro encarna el comprometido papel de Le¨®nidas, chipriota l¨²brico y violento. Javier Or¨¢n re¨²ne generosamente las virtudes que adornan su doble papel (Ferdinand y el pr¨ªncipe Andr¨¦i). Mar Rold¨¢n tiene ese encanto escurridizo que caracteriza a Hela, ambivalente artista polaca novel.
La puesta en escena de Arellano atiende con oficio los muchos requerimientos del texto, incluidas buena parte de las sugestiones que Be propone en sus didascalias. El vestuario de Clara Garrido y Lupe Valero define a los personajes a primera vista. Considerando el curso tr¨¢gico que toman los acontecimientos ficcionales, al final repentinamente feliz de la obra cabe darle un cr¨¦dito escaso.
¡®War & Love¡¯. Madrid. C¨ªrculo de Bellas Artes, hasta el 26 de enero. M¨¢laga. La T¨¦rmica, 16 y 17 de febrero.
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