Olga Tokarczuk: la perfecci¨®n de las formas imprecisas

Escudri?adora de misterios, paciente esp¨ªa de las creencias y los desvar¨ªos de la gente a trav¨¦s del tiempo, Olga Tokarczuk, premio Nobel de Literatura 2018, ya hab¨ªa mostrado un talento especial para lo singular y lo an¨®malo en sus relatos y en su sexta novela, Los errantes. Un grupo de personas intentan eludir la infelicidad convirti¨¦ndose en n¨®madas. ¡°Fluidez, movilidad, ilusi¨®n¡± es lo que les caracteriza como civilizados; ¡°los b¨¢rbaros no viajan¡±, ocupan destinos, invaden. A esos wanderers modernos les fascinan los mapas, como a Tokarczuk , que vag¨® por Asia y las ant¨ªpodas releyendo a Carl Jung. Otro de sus autores favoritos es Philip K. Dick y, como ¨¦l, dice sentirse una urraca que patrulla las calles y se lleva al nido baratijas, envoltorios de dulces, a veces hasta un anillo de compromiso. Olga absorbe relatos de la gente y los convierte en experiencias propias cambiando el punto de vista. As¨ª fabula una mente libre que mira hacia un lado al que pocos se sienten incitados a mirar. Al margen del realismo, escarbando m¨¢s all¨¢ de la epidermis de los fen¨®menos y de lo aparente, esta escritora polaca nacida de padres librepensadores y anticomunistas el invierno de 1962 en Sulech¨®w ¡ªun pueblo m¨¢s cercano a Berl¨ªn que a Varsovia¡ª, que ejerci¨® de psic¨®loga cl¨ªnica (¡°lo dej¨¦ cuando descubr¨ª que yo era tan neur¨®tica como mis pacientes¡±), ha ido tejiendo libros extra?os, fragmentarios y sin embargo unidos por un raro dominio de los recursos narrativos, as¨ª como por una curiosidad innata por lo mellado, el crack que cantaba Cohen en Anthem. En sus libros todo se cuestiona y esa duda c¨®smica queda sonando como una vibraci¨®n de la luz que se filtra entre sus p¨¢ginas. No hay juicios ni tampoco s¨¢tira. Sus ficciones son ejemplares vagabundos, exquisitamente imprecisos. Nunca sabemos ad¨®nde quiere llevarnos y eso convierte a su literatura en un asunto serio.

Los libros de Jacob, el gran tour de force en el que se sumergi¨® ocho a?os Tokarczuk, se abre en 1752. Entonces la llamada Res Publica, que aglutinaba Polonia, Lituania y Rutenia ¡ªla regi¨®n m¨¢s al oeste de la actual Ucrania¡ª, era el gran ¡°para¨ªso jud¨ªo¡± del mundo. Doscientos a?os despu¨¦s ser¨ªa el infierno para millones de ellos, sobre todo la baja Silesia, donde vive nuestra autora, amante de los perros y enemiga de la caza (ver Spotok, pel¨ªcula de Agnieszka Holland basada en su s¨¦ptima novela), vegetariana y denostada por el patriarcado cat¨®lico que impregna su pa¨ªs. Paginada con numeraci¨®n inversa, la novela empieza en la p¨¢gina 1064 con la agon¨ªa de una anciana. Yenta, que permanece entre la vida y la muerte, ve desde el aire lo que ocurre en torno a su familia y es relatado en tiempo presente, resaltando as¨ª visibilidad y ritmo a la narraci¨®n. Italo Calvino ped¨ªa a la novela del nuevo milenio levedad, rapidez y visibilidad. Pues aqu¨ª las tenemos. Adem¨¢s de la exactitud y la multiplicidad en la descripci¨®n de situaciones, lugares y vidas. Todo ello gracias al narrador m¨²ltiple, que observa y escribe cartas y cr¨®nicas acerca de la ilusi¨®n que aqueja a los seguidores de Jacob Frank. Este jud¨ªo carism¨¢tico dotado de variados talentos, entre ellos el de contar historias, se convierte al Islam, hace negocios en Esmirna y Estambul, y de pronto se erige en salvador, en Mes¨ªas. Frank incita a sus seguidores ¡ªque ya forman una variopinta corte de milagros en la que cabe desde la org¨ªa libertaria a la m¨¢s estricta sumisi¨®n a su autoridad¡ª, a convertirse al cristianismo. La fama lo conducir¨¢ a los palacios de Viena y su bella hija, Ewa, ser¨¢ una de las favoritas del Emperador.

Sus ficciones son ejemplares vagabundos: nunca sabemos ad¨®nde quiere llevarnos y eso convierte a su literatura en un asunto serio

Y todo esto sucedi¨®, por muy inveros¨ªmil que parezca. Ah¨ª tenemos a Jacob liderando un movimiento estrafalario que enciende los corazones hebreos, enfurece a los rabinos del Talmud, y complace a los obispos, que gracias a ¨¦l esperan engrosar en su reba?o cientos de miles de jud¨ªos. Es un asunto serio el que nos presenta Tokarczuk. Y lo despliega con ligereza, volando indiferente de aqu¨ª para all¨¢ como una buena urraca. Si hubiera arraigado el frankismo en esa vital zona europea la historia posterior podr¨ªa haber sido diferente, al menos por lo que respecta al Holocausto. Como dir¨ªa P. K. Dick, que novel¨® un mundo nazi tras la victoria de Hitler en la guerra, la Historia sirve para mostrarnos lo que hubiera podido ser y no fue.

De la novela hist¨®rica esta obra original, aqu¨ª traducida con impecable cuidado, tiene el material pero no la forma. M¨²ltiples puntos de vista trazan un abigarrado mapa de imprecisas formas que confunde tanto como fascina. Hay muchos comparsas y voces de mujeres, ¡°las esclavas del mundo¡±, y lo eran de veras para Frank, que succionaba los pechos de las j¨®venes nodrizas en su corte de Offenbach. En las manos tenemos una novela clarividente y provocadora en la que personajes y m¨ªnimos detalles del paisaje y el atrezo fluyen como el r¨ªo Dni¨¦ster: el fiel Nachman, Ewa, los ¡°hermanos¡±, el m¨¦dico Ascher, y esa sufrida Polonia, ¡°el lugar m¨¢s ins¨®lito de la tierra¡±. En el Libro de la niebla, el primero de los siete que consta una obra que algunos pueden encontrar interminable, la poeta Druzbacka escribe a su amigo el padre Benedykt que la literatura es ¡°la perfecci¨®n de las formas imprecisas¡±. Al menos lo es Los libros de Jacob, una obra que tuvo mucho peso en la concesi¨®n del Nobel a Olga Tokarczuk. Es decir, ¡°una singular forma de conocimiento¡±: diferente a todas las dem¨¢s, que se transforma sin llegar nunca a morir, como Yenta.

Los libros de Jacob

Autora: Olga Tokarczuk.

Traducci¨®n: Agata Orzeszek y Ernesto Rubio.

Editorial: Anagrama, 2023.

Formato: tapa blanda (1.064 p¨¢ginas, 29,90 euros) y e-book (17,99 euros).

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