El rapto de Europa a trav¨¦s de la danza

Para hablar de Europa, obra del core¨®grafo Sharon Fridman y el director de escena Luis Luque, en cartel hasta el 4 de junio en las Naves del Espa?ol del Matadero de Madrid, no queda m¨¢s remedio que empezar haci¨¦ndolo por las luces. Por el dise?o preciosista y apabullante que incluye la incorporaci¨®n de l¨¢seres, ideado por Felipe Ramos y el propio core¨®grafo. Tal es su papel, absolutamente determinante. Y esto no es ni bueno ni malo en un espect¨¢culo de danza, ni mejor ni peor. Solo la constataci¨®n de un hecho del todo concluyente: que la luminotecnia en Europa no solo juega en un primer plano desde el inicio, sino que marca todo lo que acontece en escena. Dibuja la escenograf¨ªa y la dramaturgia, es decir, crea espacios determinados para contar cosas y, al mismo tiempo, configura elementos narrativos que las cuentan. Sin duda, son art¨ªfices de uno de los mayores aciertos del montaje: la sugerente atm¨®sfera, que tiene ecos de origen y apocalipsis al mismo tiempo; de mito ancestral y pel¨ªcula de ciencia ficci¨®n. L¨¢seres y luces sirven para situar de manera espacial y temporal la acci¨®n, y son tambi¨¦n la acci¨®n misma.

?Y la danza, lo coreogr¨¢fico y su interpretaci¨®n? Pues no deambula ajena a todo lo descrito, sino que lo hace en consonancia con ese territorio contemplativo por el que transcurre Europa. Est¨¢ encarnada en seis int¨¦rpretes entre quienes destaca Melania Olcina, bailarina brillante y poderosa de la escena actual y, desde hace a?os, tambi¨¦n core¨®grafa que colabora habitualmente con Fridman. Se centra en la verticalidad de los cuerpos y en lo colectivo, excepto momentos en los que destaca alg¨²n solo o d¨²o. Es pausada, en ocasiones demasiado, aunque a un ritmo que no llega a pesar, gracias a las estampas que dibuja junto a la iluminaci¨®n. Y en los 50 minutos que dura la obra, la repetici¨®n de frases es f¨®rmula recurrente. Su mejor baza cristaliza en presentarse de manera complementaria, acompa?ando se podr¨ªa decir, integrada en armon¨ªa con la est¨¦tica global de la obra, tambi¨¦n armada por la m¨²sica original de Luis Miguel Cobo y el espacio esc¨¦nico de M¨®nica Boromello (menci¨®n especial a la plataforma deslizante y las im¨¢genes que deja).

Todo ello confiere a este espect¨¢culo, que recrea el mito del rapto de Europa en una versi¨®n libre y conceptual, tambi¨¦n muy clara, un halo de instalaci¨®n art¨ªstica que recuerda en no pocas ocasiones a esos cuadros en movimiento del genial Bill Viola. Una obra exquisita y sofisticada, de belleza algo fr¨ªa y distante.

¡®Europa¡¯. Sharon Fridman y Luis Luque. Naves del Espa?ol del Matadero de Madrid. Hasta el 4 de junio.

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