La hora de ¡®Final Fantasy¡¯

Este 4 de mayo, cuando el genial productor Naoki Yoshida visit¨® Madrid en un evento de preview de Final Fantasy XVI, dej¨® una perla para el recuerdo nemot¨¦cnico: ¡°Para recordar la fecha del fin del embargo de esta preview, es f¨¢cil: el 12 de mayo sale el nuevo Zelda; 10 d¨ªas despu¨¦s se levanta el embargo¡±, dijo entre risas, en un arrebato infrecuente en el mundo de los videojuegos de reconocimiento del adversario.

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Este 4 de mayo, cuando el genial productor Naoki Yoshida visit¨® Madrid en un evento de preview de Final Fantasy XVI, dej¨® una perla para el recuerdo nemot¨¦cnico: ¡°Para recordar la fecha del fin del embargo de esta preview, es f¨¢cil: el 12 de mayo sale el nuevo Zelda; 10 d¨ªas despu¨¦s se levanta el embargo¡±, dijo entre risas, en un arrebato infrecuente en el mundo de los videojuegos de reconocimiento del adversario.

Se comprende. Ese meteorito llamado Tears of the Kingdom ha venido para revolucionar el mundo de los videojuegos, adelantando a todos los grandes juegos que ven¨ªan jalonando un a?o extraordinario. Y no son pocos: Resident Evil IV Remake, Hogwarts Legacy, Jedi: Survivor, Hi Fi Rush, la beta de Diablo IV y tantos otros. El nuevo Zelda es genial en todos los sentidos, y sin embargo, la verdad es la que es: si hay un juego que podr¨ªa competirle el puesto como mejor juego del a?o, ese parece ser el Final Fantasy XVI. Que estos dos colosos peleen el mismo a?o solo habla de un 2023 que, dentro de mucho tiempo y cuando echemos la vista atr¨¢s, recordaremos como uno de los mejores de la historia.

La expectativa es enorme para el nuevo juego de la franquicia de Square Enix, una de las m¨¢s importantes (y queridas) de la historia, cuyas entregas VII, VIII, IX y X tocaron el cielo para luego comenzar un progresivo declive. El XII, el XIII, el XV, no eran malos juegos, pero no eran lo que se esperaba de ellos. El XIV, un MMO online, tuvo un inicio decepcionante que remont¨® con varias expansiones que elevaron la historia hasta unas cimas narrativas pocas veces alcanzadas; y el art¨ªfice de esa resurrecci¨®n (que lleg¨® a arrebatar la corona de MMO m¨¢s jugado a World of Warcraft) no fue otro que Yoshida. Por eso la expectaci¨®n es tan grande.

Tras varias horas de juego de la obra de Yoshida, que llega al mercado el 22 de junio, la conclusi¨®n es clara: no puede tener mejor pinta. La historia (muy bien escrita, con di¨¢logos a ratos brillantes) se sit¨²a en Valisthea, un mundo que abandona ciertas piruetas visuales de la saga (ciudades verticales, barcos voladores) para abrazar una est¨¦tica m¨¢s oscura y medieval, m¨¢s deudora en principio de Juego de tronos y de El se?or de los anillos que del steampunk u otros tropos recurrentes. El protagonista, Clive, desarrolla un periplo que cubre varias d¨¦cadas, y lo controlaremos desde la adolescencia hasta la madurez, algo novedoso en la saga.

Las invocaciones siempre han sido una marca de la casa. Seres gigantescos que nos ayudaban en nuestra aventura y usaban sus poderes elementales (el monstruoso Ifrit, de fuego; la mortal Shiva, de hielo; Tit¨¢n, gigantesco y hecho de rocas). Durante mucho tiempo fueron ataques especiales que, cuando la potencia de las consolas lo permiti¨®, inclu¨ªan una escena cinematogr¨¢fica en 3D que se convirti¨® en un signo distintivo de la saga. A lo largo de las diferentes entregas, las invocaciones han ido asumiendo diferentes roles, y en esta entrega (aqu¨ª reciben el nombre de eikons), la evoluci¨®n de esas figuras ya m¨ªticas llega al paroxismo porque no ser¨¢n seres ajenos que intervengan puntualmente, sino que nos convertiremos en ellos y los controlaremos para entablar combates de gigantes con claras reminiscencias a Godzilla o Shingeki no Kyojin. Sin duda, es uno de los cambios de m¨¢s calado en esta entrega, y su se?a de identidad m¨¢s profunda por cuanto que no solo son un nuevo elemento jugable, sino que inciden directamente en la narrativa: cada una de las naciones enfrentadas tiene a un ser humano capaz de convertirse en eikon, lo que los convierte en un arma de destrucci¨®n masiva a la hora de enfrentar o reorganizar geopol¨ªticamente el mundo de Valisthea en el que se desarrollar¨¢ la aventura.

Dejando margen para todas las sorpresas que puedan llegar en los pr¨®ximos meses, todo parece indicar que la colosal lucha de los eikons ser¨¢ un reflejo de la propia lucha que librar¨¢n el Zelda y el Final Fantasy XVI, Aonuma y Yoshida, por el trono del mejor juego del a?o. Dos formas tan diferentes de entender la aventura como, a la postre, complementarias a la hora de hacer felices a los jugadores. Bienvenida sea su lucha, sin importar qui¨¦n gane, porque rubricar¨¢ este 2023 como uno de los a?os m¨¢s extraordinarios de la historia de los videojuegos. Y eso no es decir poco, precisamente.

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