Y Pikachu cogi¨® su fusil: ¡®Palworld¡¯, entre el plagio y la revoluci¨®n
El inesperado ¨¦xito del juego levanta acusaciones de imitaci¨®n en todo el mundo digital
Pok¨¦mon es un ¨¦xito incontestable en el mundo de los videojuegos. De hecho, es un ¨¦xito incontestable en el mundo en general: no en vano, es la franquicia de medios m¨¢s exitosa de la historia. En parte, este ¨¦xito se debe a la capilarizaci¨®n transmedia, que quiz¨¢ no inaugur¨®, pero que s¨ª ha sabido exprimir como nadie: uno puede jugar a los videojuegos de Pok¨¦mon, pero tambi¨¦n puede ver sus pel¨ªculas, comprar sus cartas, conseguir todo tipo de juguetes y merchandising, leer sus c¨®mics¡ en fin, que su ¨¦xito solo se puede comparar a...
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Pok¨¦mon es un ¨¦xito incontestable en el mundo de los videojuegos. De hecho, es un ¨¦xito incontestable en el mundo en general: no en vano, es la franquicia de medios m¨¢s exitosa de la historia. En parte, este ¨¦xito se debe a la capilarizaci¨®n transmedia, que quiz¨¢ no inaugur¨®, pero que s¨ª ha sabido exprimir como nadie: uno puede jugar a los videojuegos de Pok¨¦mon, pero tambi¨¦n puede ver sus pel¨ªculas, comprar sus cartas, conseguir todo tipo de juguetes y merchandising, leer sus c¨®mics¡ en fin, que su ¨¦xito solo se puede comparar a su omnipresencia.
Y, sin embargo, lo que deber¨ªa ser la raz¨®n de ser de la franquicia ¡ªlos videojuegos¡ª adolecen desde hace tiempo de un inmovilismo que va irritando a cada vez m¨¢s jugadores de todas partes del mundo. Las ¨²ltimas entregas, en Switch, son ramplonas en lo jugable, poco imaginativas en la creaci¨®n de monstruitos y poco inspiradas a nivel general. Quiz¨¢ la falta de originalidad creativa tiene que ver con la propia titularidad de la franquicia: el universo Pok¨¦mon pertenece a The Pok¨¦mon Company, una compa?¨ªa japonesa creada para controlar el merchandising y las licencias de la franquicia y que est¨¢ compuesta por tres partes iguales que pertenecen a Nintendo, a Game Freak y a Creatures.
Esta forma tripartita de operar puede funcionar como negocio ¡ªsi algo tienen en com¨²n las tres empresas es la l¨®gica voluntad de hacer dinero¡ª, pero lo cierto es que entorpece de forma significativa el desarrollo creativo de la franquicia. Si hay un adejtivo que no pueda usarse con los ¨²ltimos videojuegos ese ser¨ªa revolucionarios. Ojo, quiz¨¢ ese es el camino: las ¨²ltimas entregas de Pok¨¦mon (Espada y Escudo; Escarlata y P¨²rpura) son de las m¨¢s vendidas de toda la franquicia. Y sin embargo, en casi todas las cr¨ªticas tienen notas indignas de una saga tan importante.
El caso es que a Pok¨¦mon le ha salido un gemelo raro. Se llama Palworld, ha aparecido casi de sopet¨®n y ha sido un ¨¦xito rotundo. Pero donde quiera que se hable del juego surgen inevitablemente palabras como ¡°plagio¡±, ¡°copia¡±, ¡°imitaci¨®n¡±. ?Por qu¨¦? Pues porque tres minutos de juego sirven para ver sus evidentes referentes. Palworld es, a grandes rasgos, una mezcla de Fortnite y Pok¨¦mon, en el que nuestro personaje (humano) captura a criaturas (los pals) en unas esferas para luego ponerlas a pelear con otras criaturas. No han tardado en salir por todo internet montajes de los sospechosos parecidos entre los pals y los pok¨¦mons. La posibilidad de construir y usar armas convencionales (pistolas, escopetas, lanzacohetes) emparentan al juego est¨¦ticamente con el shooter de Epic, en un alucinado giro est¨¦tico que parece salido directamente de un mal sue?o de Pikachu.
The Pokemon Company guard¨® silencio al principio. Una semana y ocho millones de copias vendidas de Palworld despu¨¦s, se pronunci¨® al fin sobre el parecido de los pals con sus criaturas. ¡°Hemos recibido muchas consultas sobre el juego de otra compa?¨ªa que se lanz¨® en enero de 2024¡å, dijo la empresa en un comunicado. ¡°No hemos concedido ning¨²n permiso para el uso de la propiedad intelectual o los activos de Pok¨¦mon en ese juego. Tenemos la intenci¨®n de investigar y tomar las medidas adecuadas para hacer frente a cualquier acto que infrinja los derechos de propiedad intelectual relacionados con los pok¨¦mon¡±. Por su parte, el director ejecutivo de la empresa detr¨¢s de Palworld respondi¨® en una entrevista que nunca han tenido ¡°la m¨¢s m¨ªnima intenci¨®n de infringir la propiedad intelectual de otras empresas¡±.
En fin. Ya hemos hablado aqu¨ª otras veces de c¨®mo funciona el ecosistema de los videojuegos: cualquier juego se nutre de los avances mec¨¢nicos (incluso est¨¦ticos) de otros juegos en un baile de referencias prestadas que ha hecho evolucionar al medio a pasos agigantados. Pero a veces las compa?¨ªas se pasan de frenada.
?Es Palworld un plagio de Pok¨¦mon? La comparaci¨®n es tan autom¨¢tica que la pregunta da risa. ?Recibir¨¢ la compa?¨ªa de Palworld una llamada desagradable de alg¨²n abogado especializado en propiedad intelectual? No cabe la menor duda. Ahora: ?Parte del m¨¦rito del ¨¦xito de Palworld se explica por el dem¨¦rito de la propia franquicia de Pok¨¦mon? ?Entre los millones de personas que han comprado Palworld hay muchos jugadores de Pok¨¦mon que leg¨ªtimamente quieren que su franquicia favorita se atreva a dar un giro, a ser rupturista, a mirar al futuro, a introducir cambios y novedades que la saquen del inmovilismo? Es decir, ?hay millones de jugadores que quieren, en definitiva y nunca mejor dicho, que Pok¨¦mon se atreva a evolucionar? Lo cierto es que, de esas preguntas, tampoco cabe ninguna duda.
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