¡®Vietnamitas contra Franco¡¯, combates de tinta
El ensayo de Jes¨²s A. Mart¨ªnez, con profusi¨®n de im¨¢genes y documentaci¨®n, revela c¨®mo el reparto de octavillas era propaganda e informaci¨®n, pero tambi¨¦n un acto en s¨ª mismo profundamente transgresor
La guerra de Vietnam estuvo muy presente en los imaginarios y en la acci¨®n pol¨ªtica de las oposiciones antifranquistas en la Espa?a de la segunda mitad de la dictadura. A ello debemos atribuir el bautizo coloquial de las rudimentarias maquinitas de imprimir ¡ªen muchas ocasiones, artesanales y de fabricaci¨®n casera¡ª, simples pero efectivas, utilizadas para elaborar en secreto miles de octavillas y otras producciones, como vietnamitas. Antes, en la d¨¦cada de los cincuenta, ya hab¨ªan recibido otro nombre vinculado a la lucha anticolonial: indochinas. Vietnamitas y octavillas constituyen los s¨ªmbolos m¨¢s potentes de la cultura escrita clandestina durante el franquismo. A las octavillas y a las vietnamitas, pero, asimismo, a la prensa, los carteles, los libros de contrabando, las pancartas, los murales, las cartas de las prisiones o las imprentas clandestinas, dedica Jes¨²s A. Mart¨ªnez el volumen Vietnamitas contra Franco. Producciones impresas y manuscritas coexistieron; eran escritas, a la par que proscritas.
Esta historia de la cultura escrita clandestina en tiempos de la dictadura puede considerarse una continuaci¨®n ¡ªmuy ampliada y enriquecida por nuevas informaciones y materiales¡ª del cat¨¢logo de la exposici¨®n Letras clandestinas, 1939-1976 (2016). El libro que ahora ve la luz no es solamente destacable por el texto, sino tambi¨¦n por las numerosas ilustraciones, m¨¢s de cuatro centenares, que contiene. Se trata de un producto de cuidada edici¨®n. Mart¨ªnez prosigue en esta obra su larga carrera de dedicaci¨®n a la cultura escrita en la Espa?a contempor¨¢nea, en la que destacan trabajos sobre libreros, editoriales y editores, lectura y lectores o, en Vivir de la pluma (2009), sobre la profesionalizaci¨®n de los escritores entre la revoluci¨®n liberal y la Segunda Rep¨²blica.
El minucioso trabajo del autor empieza por el estudio de la clandestinidad, la censura, la represi¨®n y las estrategias de ocultamiento, desde las maletas de doble fondo hasta las cartas transmitidas a trozos, sin olvidar la falsificaci¨®n de documentos, un arte en el que sobresali¨® el m¨ªtico Domingo Malag¨®n. Libros y folletos con cubiertas falsas intentaron sortear las prohibiciones, aunque, en este terreno, lo m¨¢s frecuente fueron las ediciones en el extranjero ¡ªEra o Ruedo Ib¨¦rico, por ejemplo¡ª, introducidas en Espa?a y vendidas, a veces, en la trastienda de algunas librer¨ªas. La prensa peri¨®dica constituye la forma m¨¢s habitual de cultura impresa clandestina a la que recurrieron todas las organizaciones. La continuidad de las cabeceras no resultaba sencilla. Mientras que en los a?os cuarenta, en especial en la guerrilla, no faltaron publicaciones escritas a mano, a partir de finales de los sesenta empezaron a proliferar las fotograf¨ªas. Los boletines manuscritos circularon en las c¨¢rceles, en donde la escritura se convert¨ªa en forma de comunicaci¨®n y resistencia.
La prensa peri¨®dica constituye la forma m¨¢s habitual de cultura impresa clandestina a la que recurrieron todas las organizaciones. La continuidad de las cabeceras no resultaba sencilla
En el franquismo existi¨® en Espa?a, sostiene Jes¨²s A. Mart¨ªnez, una enraizada cultura de la octavilla. Aunque existieran otros tama?os, con este nombre se denominaba a las hojas sueltas y volantes, naturalmente ef¨ªmeras y producto de las vietnamitas, que se repart¨ªan, distribu¨ªan y, por esencia y casi por definici¨®n, se tiraban. La tirada y la lluvia consiguiente eran un arte. Se trataba de propaganda e informaci¨®n, pero tambi¨¦n de un acto en s¨ª mismo profundamente transgresor. Las octavillas, en sus m¨²ltiples modalidades y facturas, representaron un fen¨®meno transversal de la clandestinidad. No olvida el autor dedicar ilustradoras p¨¢ginas, en esta interesante obra, a las pegatinas ¡ªmuchas simples; notables las del PNV¡ª, los carteles, las pancartas, las pintadas en muros y paredes ¡ªsobre todo las universitarias¡ª o bien los murales. Con todo ello se plante¨® un reiterado combate de tinta frente al pretendido monopolio estatal sobre lo escrito. El offset acab¨® desplazando a la vietnamita en la Transici¨®n democr¨¢tica. Llegaban otros tiempos.
Vietnamitas contra Franco
C¨¢tedra, 2023
344 p¨¢ginas, 28,95 euros
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