¡®El plural es una lata¡¯, de J. Benito Fern¨¢ndez: en busca de Juan Benet
Esta exhaustiva y rigurosa biograf¨ªa ofrece, sin ninguna voluntad de interpretaci¨®n, p¨¢ginas apasionantes, porque la vida del escritor madrile?o lo fue
Al publicarse la extensa biograf¨ªa de J. Benito Fern¨¢ndez sobre el escritor Juan Benet se pone a prueba, una vez m¨¢s, un modo de entender el g¨¦nero apenas practicado en los t¨¦rminos radicales en los que lo ha venido haciendo su autor en obras anteriores ¡ªlas biograf¨ªas de Leopoldo Mar¨ªa Panero, con nueva edici¨®n revisada en 2023; de Eduardo Haro Ibars o de Rafael S¨¢nchez Ferlosio¡ª. Consiste en recoger exhaustivamente ¡ªel t¨¦rmino es literal¡ª toda la informaci¨®n posible sobre un personaje y volc¨¢rsela al lector sin la menor voluntad de interpretarla. Una enorme acumulaci¨®n de datos de toda clase, tan abrumadora que por momentos esta lectora ha quedado perpleja, superada por el modo de especular con su paciencia. La forma de concebir la biograf¨ªa practicada por Benito Fern¨¢ndez no tiene parang¨®n, no hay modelo que se le acerque. Todos los que conozco ejercen alg¨²n tipo de orientaci¨®n sobre el conocimiento acumulado. Benito Fern¨¢ndez, no. Nunca va m¨¢s all¨¢ del dato, de los datos que parecen confiados a su custodia y que le son ofrecidos con munificencia al lector, uno tras otro, centenares de datos de toda clase, desde la marca de un coche hasta la exacta direcci¨®n de un restaurante o la lista de invitados que asistieron a una boda. Todo ello mostrado sin la menor criba, sin hermen¨¦utica, suscit¨¢ndose de inmediato la pregunta de qu¨¦ puede y debe esperarse de una biograf¨ªa. ?Acaso la exposici¨®n de una vida no requiere interpretaci¨®n?
Para el autor de El plural es una lata. Biograf¨ªa de Juan Benet, no; no debe haber distancia entre el tiempo vivido por el personaje y la narraci¨®n del mismo, conjur¨¢ndose el peligro del relato de una vida (siempre subjetivo, aunque sometido a una voluntad de esclarecimiento, pues eso es, finalmente, lo que distingue una biograf¨ªa de una novela). Muy al contrario, Benito Fern¨¢ndez no acepta como herramienta leg¨ªtima la mirada sobre el dato, y as¨ª lo expresaba en su propia po¨¦tica de la biograf¨ªa, en fechas recientes: ¡°Quiero contar o que me cuenten la vida de un hombre o de una mujer en estado puro, con hechos y datos reales, sin interpretaci¨®n alguna¡± (en Traves¨ªas biogr¨¢ficas, 2022, p¨¢gina 322). Es decir, que si la vida humana, por resumir mucho, tiene un sentido existencial y otro predicativo, para el bi¨®grafo de Benet solo cuenta y merece ser rese?ada esta ¨²ltima dimensi¨®n, la predicativa, los hechos que han podido ser registrados. De modo que apenas cabe preguntarse por el lugar de la narratividad en la estructura del saber biogr¨¢fico en su caso porque, en muchas ocasiones, dicha narratividad roza el inventario y por supuesto no conoce el ¨¦nfasis.
El autor no acepta como herramienta la mirada sobre el dato, prefiere los hechos y los datos desnudos
Hecha esta observaci¨®n, que me parece necesaria, el libro, que cubre ¨ªntegramente la trayectoria vital del personaje, ofrece p¨¢ginas apasionantes, porque tanto la vida como la figura del escritor e ingeniero Juan Benet (Madrid, 1927-1993) lo fueron. Poseedor de una inteligencia excepcional que se prodigaba en todas direcciones, el autor de Herrumbrosas lanzas, por citar un t¨ªtulo, sumaba a ella una memoria igualmente sobresaliente, un f¨ªsico atractivo y un car¨¢cter irreverente, juguet¨®n, inmaduro, inquieto y generoso. Una sola an¨¦cdota de las muchas que se registran en El plural es una lata es suficiente para hacerse una idea de su nivel de insolencia en el trato con la gente: est¨¢ en el restaurante Jos¨¦ Luis compartiendo mesa con Felipe Gonz¨¢lez, presidente del Gobierno, Carmen Romero y otros amigos. Benet, ya con unas copas, se dirige a Felipe y le pregunta: ¡°Pero t¨², aparte de econom¨ªa, ?qu¨¦ sabes?¡±. Porque el ingeniero pod¨ªa hablar con fundamento casi de cualquier cosa, de la orograf¨ªa de un valle, de la pintura metaf¨ªsica de Filippo de Pisis, de la calidad literaria de La princesa de Cl¨¨ves o de cu¨¢ntos banderilleros integran una cuadrilla de toreo. Cualquier cosa era susceptible de atraer la curiosidad insaciable del novelista.
El resultado de todo ello es una vida enormemente compleja que, por decirlo con Shakespeare, no conoci¨® el invierno. No hubo tiempos muertos con los que bregar en su caso porque su forma de optimizarlo resulta asombrosa y el m¨¦rito del bi¨®grafo no menos asombroso al seguir a Benet en su red de relaciones, amores, libros, amistades y viajes de forma infatigable y rigurosa. De modo que el objetivo de la obra ¡ªla vida de Juan Benet¡ª emerge, y eso es indiscutible, por s¨ª misma, por la saturaci¨®n, casi fetichista, de los datos exhibidos. Acabamos tan familiarizados con el ir y venir constante del personaje, con sus comentarios c¨¢usticos y sus momentos de ternura que aquella vida es nuestra.
El reverso de esta formidable erudici¨®n es que la literatura del escritor no est¨¢ presente, aparece mencionada cuando cronol¨®gicamente corresponde hacerlo, pero se espera del lector que acuda a la biograf¨ªa con un criterio previo de la obra benetiana, pues poco se aporta a ella, a no ser la escritura del propio Benet que se registra en el libro. Impagable resulta la lectura de dos cartas: la de duelo que Benet dirige a Leandro Mart¨ªn-Santos a la muerte de su hermano, el autor de Tiempo de silencio, y la bell¨ªsima carta de amor que escribe a Blanca Andreu al final de su vida, cuando despu¨¦s de varias rupturas y reconciliaciones hace lo posible por recuperarla: ¡°Tu ¨²nica rival es la muerte¡±. Entiendo que referirse a la obra literaria con cierta profundidad requerir¨ªa de una labor de an¨¢lisis y de cr¨ªtica contraria al proyecto de J. Benito Fern¨¢ndez. Ni siquiera sabemos si al autor le interesa la literatura de Benet. Lo que nos viene a decir es que eso no importa para penetrar en la fortaleza de un nombre propio.
El plural es una lata. Biograf¨ªa de Juan Benet
Renacimiento, 2024
524 p¨¢ginas. 33,16 euros
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