Todos hacemos aguas

He o¨ªdo la expresi¨®n ¡°hacer aguas¡± a N¨²?ez Feij¨®o dos veces, el 4 de octubre de 2023 y el 12 de junio pasado, lo que aleja la benevolente interpretaci¨®n del lapsus: ¡°La democracia espa?ola empezar¨¢ a hacer aguas con un presidente que miente¡±. ¡°La mayor¨ªa de sus socios est¨¢n haciendo aguas¡±.

Pero ese problema no parece tan grave. Casi todos hacemos aguas al menos una vez al d¨ªa.

El Diccionario de las academias distingue claramente entre ¡°hacer aguas¡± (orinar, expeler la orina) y ¡°hacer agua¡± (presentar debilidad o s¨ªntomas de ir a fracasar¡±).

La primera de estas locuciones, con el sustantivo en plural, se refiere al acto de producir el cuerpo un l¨ªquido que se debe desalojar de ¨¦l. Con el envoltorio eufem¨ªstico habitual en asuntos fisiol¨®gicos, nuestros antepasados acu?aron tambi¨¦n las locuciones ¡°aguas mayores¡± y ¡°aguas menores¡±, que no vamos a definir ahora. Ah¨ª est¨¢ el Diccionario por si hiciera falta, que no creo.

Unos siglos atr¨¢s, cuando la vecindad arrojaba feliz a la calle el contenido de los orinales, porque no se les pod¨ªa ocurrir otra soluci¨®n, se gritaba ¡°?agua va!¡± con objeto de avisar a los viandantes, quienes por aquel entonces no sol¨ªan disponer de paraguas. Y en ese ¡°agua va¡± entraban las aguas mayores y las aguas menores. Un asco.

De aquella costumbre naci¨® la expresi¨®n ¡°lo hizo sin decir agua va¡±, que equivale a ¡°sin previo aviso¡±. Por ejemplo, Pedro S¨¢nchez promovi¨® la amnist¨ªa sin decir agua va. O sea, sin haber avisado de ello durante la campa?a.

La segunda opci¨®n, ya con el sustantivo en singular, procede del ¨¢mbito marinero. Se usaba y se usa para advertir de la dificultad en que se halla una embarcaci¨®n cuando sufre una v¨ªa de agua. A partir de eso surgi¨® el sentido figurado que aplicamos a los empe?os con alg¨²n fallo que los pone en peligro.

La locuci¨®n desviada ¡°hacer aguas¡± como referencia a un problema es dif¨ªcil de hallar en autores de prestigio (salvo si se la atribuyen a un personaje poco cultivado), pero se oye a algunos periodistas y a ciertos pol¨ªticos. La recoge el Diccionario del espa?ol actual (1999), dirigido por Manuel Seco ¡ªun diccionario de uso, no normativo¡ª, que la tacha como ¡°semiculta¡±. No s¨¦ si eso significa que tenemos un l¨ªder de la oposici¨®n semiculto.

El Diccionario panhisp¨¢nico de dudas, de 2005, siempre misericorde con los desatinos period¨ªsticos, dice de ¡°hacer aguas¡± que ¡°se admite¡± como equivalente de ¡°mostrar debilidad¡±, pero de entrada recomienda la alternativa en singular. Sin embargo, la edici¨®n del Diccionario acad¨¦mico de 2014 mantuvo con firmeza la distinci¨®n, que sigue inc¨®lume en sus actualizaciones electr¨®nicas. Y en eso coincide con el Mar¨ªa Moliner.

Sea como fuere, algunos de los cientos de miles de hablantes que s¨ª conocen la diferencia, porque son algo m¨¢s que personas semicultas, se habr¨¢n hecho aguas de risa al escucharle eso a Feij¨®o, quien por otro lado sigue poco sutil en asuntos gramaticales: contin¨²a usando ¡°debe de¡± (probabilidad) para significar obligaci¨®n (¡°debe¡±), adem¨¢s de otras inconsistencias ling¨¹¨ªsticas suyas.

No obstante, el dirigente del PP tiene raz¨®n. El Gobierno hace agua en varios aspectos, no digo que no; incluida tambi¨¦n la dudosa competencia sint¨¢ctica de varios de sus integrantes. Pero los opositores no ofrecen una gram¨¢tica de mayor altura. Y con esa declaraci¨®n ya hemos visto que Feij¨®o ¡ªcorroborando tristemente el t¨®pico de la indefinici¨®n gallega¡ª naveg¨® entre dos aguas.

Alguien deber¨ªa avisarle de que conviene precisar si uno se refiere al agua que entra o al agua que sale.

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