¡®Los rehenes¡¯, de Taina Tervonen: descolonizar es contar mejores historias

Hace meses, hojeando un volumen sobre arqueolog¨ªa del valle del N¨ªger, me top¨¦ con la foto de una espectacular pieza de orfebrer¨ªa. Me llam¨® la atenci¨®n la calidad de la joya, la fecha temprana ¡ªentre los siglos XI y XIV¡ª y la procedencia: tesoro de Amadou. ?C¨®mo es que nunca hab¨ªa o¨ªdo hablar de ¨¦l? El libro no ofrec¨ªa m¨¢s informaci¨®n. Busqu¨¦ en internet. Casi nada: ninguna entrada de Wikipedia, apenas una foto pixelada y un ¨²nico art¨ªculo cient¨ªfico. El art¨ªculo, eso s¨ª, revelaba c¨®mo un militar franc¨¦s, Louis Archinard, hab¨ªa arrebatado el tesoro como bot¨ªn de guerra a Amadou Tall, gobernante del Imperio Tuculor en 1890. La captura de su capital, Seg¨², puso fin a un Estado que en 40 a?os se hab¨ªa extendido mediante la yihad por Mali, Senegal y Guinea. Hablaba, tambi¨¦n, de la complicada vida en el exilio de las piezas, marcada por la dispersi¨®n y los robos.

Se intu¨ªa una historia formidable. Alguien ten¨ªa que contarla. Me debieron de escuchar los dioses, porque Errata Naturae acaba de publicar Los Rehenes, de Taina Tervonen, donde la autora narra la incre¨ªble historia del tesoro y de las personas relacionadas con ¨¦l, en el pasado y en el presente. Es una historia tan apasionante y enrevesada, que en m¨¢s de una ocasi¨®n dud¨¦ si no ser¨ªa ficci¨®n, en todo o en parte, y que lo que estaba leyendo era una novela, no el resultado de una investigaci¨®n. Porque en Los Rehenes se conjugan dos fen¨®menos: la pericia literaria de la autora, que nos atrapa desde la primera p¨¢gina, y una historia detectivesca llena de conexiones y giros inesperados.

La autora nos lleva de Senegal a Francia y de vuelta a Senegal, siguiendo los viajes de las piezas del tesoro de Seg¨² y de las personas que viajaron con ellas a lo largo de 120 a?os, unas veces voluntariamente y otras por la fuerza. Porque Tervonen nos desvela tambi¨¦n que los franceses no solo coleccionaban objetos robados, sino tambi¨¦n gente: mujeres, ni?as y ni?os que secuestraban, regalaban, redistribu¨ªan por sus colonias o se llevaban a Francia con la misma facilidad que los objetos. Los rehenes del t¨ªtulo son m¨¢s que antig¨¹edades. Frente a quienes creen que el debate sobre los objetos saqueados por los imperios europeos no es m¨¢s que una conspiraci¨®n woke para crear un problema donde no lo hay, Tervonen nos muestra c¨®mo la comunidad leg¨ªtima propietaria del tesoro lleva d¨¦cadas tratando de recuperarlo. C¨®mo para ellos las piezas robadas ¡ªque incluyen armas, joyas y manuscritos¡ª no son simple material de museo, sino parte fundamental de su memoria colectiva y de su identidad cultural y religiosa. Y c¨®mo los europeos han maltratado un patrimonio que ni siquiera les pertenece.

El resultado de la pesquisa es un relato inmisericorde del imperialismo franc¨¦s. Pero un relato en el que no hay concesi¨®n alguna a la ret¨®rica decolonial ni a las soflamas pol¨ªticas. Los Rehenes no es un panfleto. Y mejor as¨ª. En un tono neutro y nada sentencioso, la autora se limita a exponer los hechos tal y como se los va encontrando. Contrasta las voces de africanos y europeos, vivos y muertos. Coteja manuscritos y documentos burocr¨¢ticos. Los trascribe. Descubre matices y ambig¨¹edades. Cosas que encajan y otras que no. Historias que resultan ser mitos y mitos que se convierten en historia. Militares coloniales que se encari?an con aquellos a quienes conquistan. Africanos que quieren ser franceses. Africanas que casi lo consiguen.

En los ¨²ltimos meses se ha le¨ªdo mucho en Espa?a contra la descolonizaci¨®n, que se equipara a un vaciamiento indiscriminado de los museos guiado por un absurdo sentimiento de culpa. Los Rehenes ofrece una visi¨®n bien distinta. Descolonizar es devolver piezas robadas, desde luego, pero es sobre todo investigar el pasado de las colecciones, escuchar a mucha gente y contar m¨¢s y mejores historias. Y esto ¨²ltimo Tervonen lo hace como nadie.

Los rehenes

Taina Tervonen
Traducci¨®n de Iballa L¨®pez Hern¨¢ndez
Errata Naturae, 2024
304 p¨¢ginas. 23 euros

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