¡®?xtasis en una noche de verano¡¯, de Roc¨ªo Collins: la que puede, puede

Hasta hace unas semanas, no sab¨ªa qui¨¦nes eran Ca7riel y Paco Amoroso. Ahora no puedo vivir sin su m¨²sica, como tampoco pretendo hacerlo sin la creatividad barroca y hechicera de Roc¨ªo Collins (Madrid, 31 a?os). Traer a colaci¨®n a estos argentinos, si me lo permiten ustedes, me allanar¨¢ el camino para hablar de la escritora y performer como de ese algo fresco que irrumpe en nuestra domesticidad y nos hace sentir fuera de onda. Sin embargo, la madrile?a (como ellos) equilibra la balanza, nos explica con deleite el tiempo confuso y tr¨¢gico que nos ha tocado habitar a todos sin excepci¨®n. Su estilo tiene una plasticidad generosa a la hora de imaginar un mundo en el que existan tantas perspectivas como referencias culturales presentes en el imaginario de las dos protagonistas de su novela, Agnes y Ava, dos personas que no se quieren, sino que ¡°se planetan¡±.

?xtasis en una noche de verano es un debut narrativo excelente, tambi¨¦n un solsticio literario. De elegir uno, que sea el de verano, valga la redundancia, que tiene el d¨ªa m¨¢s largo del a?o y la noche m¨¢s corta. Se disfruta m¨¢s, claro, pero dura menos y eso que son m¨¢s de 400 hojas de romance.

Los libros que rebasan las 300 p¨¢ginas pueden ser asideros a la hora de construir una verdad po¨¦tica, pero no siempre se perciben con buenos ojos, pues despiertan el recelo del c¨®mo lo habr¨¢ hecho quien lo ha escrito. Se llega incluso a dudar de la pericia de quien teclea porque ha logrado algo importante: infundir paciencia y el gusto de la espera a otro alguien en un momento en el que no tenemos tiempo para nada. As¨ª que los conmino a que hagan el esfuerzo de lectura. Para una vez que la realidad nos ofrece desembarazarnos del at¨¢vico rechazo a lo nuevo, tomen este barco y acepten el pacto de ficci¨®n que Roc¨ªo Collins plantea seria e inteligentemente.

La autora fija una certeza: la de saber que nuestro horizonte es limitado y hasta entre personas de una misma generaci¨®n existen abismos que solo podr¨¢n resolverse tras una buena charla

Este libro es una llamada atenta a salir de nuestras vidas y a entrar de nuevo en ellas con la mirada limpia. La autora fija en el texto una certeza: la de saber que nuestro horizonte es limitado y que hasta entre personas de una misma generaci¨®n existen abismos que solo podr¨¢n resolverse tras una buena charla, que es lo que es este libro, un palique de lo m¨¢s agradable. Hay mucho arrojo en plantear hoy d¨ªa al mercado editorial un coming-of-age que se viva en dos cuerpos. As¨ª que es de agradecer que prevalezca lo colectivo sobre lo individual aqu¨ª y que alguien nos diga que creernos especiales no es un rasgo de identidad.

Nos estamos comiendo con patatas, y sin inmutarnos, una novela decimon¨®nica inglesa ambientada en un festival sin tel¨¦fonos m¨®viles y con un mont¨®n de ¨¢rboles alrededor, es un bosque, y con gente muy guapa y muy drogada. Y funciona y no te das cuenta y esa es su victoria y est¨¢ organizada en cinco actos con varias escenas y de pronto construir as¨ª un paisaje y unos personajes que lo experimentan con autenticidad estimula y sorprende sin querer ir de la m¨¢s moderna o la m¨¢s, para colmo, erudita, que no hace ninguna falta y a la larga es un peligro y queremos m¨¢s novelas as¨ª.

Collins juega a la innovaci¨®n formal y lo hace con desenvoltura y sin enga?ar a nadie. La escritura se percibe como algo l¨²dico y transversal. Se reformulan desde ella los c¨®digos de la representaci¨®n contempor¨¢nea a trav¨¦s de un conjunto de ideas en absoluto artificiales y tremendamente agudas por lo sofisticado. Por ejemplo, no conformarse con la Granja de los Tordos de Cumbres borrascosas, sino optar por celebrar el relato en un festival de m¨²sica, el Athenas Forest. Por ejemplo, no hablar de la masculinidad desde la nueva masculinidad, que es la masculinidad de siempre, Heathcliff. Por ejemplo, emplear nombres y pronombres terminados ¡°e¡± o en ¡°x¡± cuando toman la palabra personajes no binarios y aqu¨ª es donde se despliegan con hermosura los m¨²ltiples homenajes que en la novela tienen lugar alrededor de Shakespeare.

Bajo una confusi¨®n de exnovios, neotravestis, Lana del Rey (pero la de la Met Gala 2024, Sleeping Beauties, con el McQueen de oto?o de 2006), lis¨¦rgicos y lealtades descubrimos una novela cl¨¢sica, firme y trabajada donde se nos revela, en plan parodia, que todas las chicas bobas se conocen entre s¨ª, pero que las listas se conocen cada cual a su manera. La protagonista del texto es la pesquisa ling¨¹¨ªstica y aqu¨ª mi m¨¢xima preocupaci¨®n. Esto es lo que se nos da ahora, OK, pero en el futuro, ?continuar¨¢?

Roc¨ªo Collins es letal, r¨¢pida y traza los perfiles psicol¨®gicos de los distintos personajes tan solo hablando de sus canciones favoritas o de sus prendas de ropa, y cr¨¦anme si les digo que hay unas cuantas personalidades a lo largo de sus p¨¢ginas. Para escribir, para escribir bien y armar una buena historia, se ha de tener una memoria de elefante.

Yo nunca fui una muchachita shakespeariana o un jovencito Bront?. Pero como dice el d¨²o trap y experimental porte?o, ¡°la que puede, puede¡±, y lo cierto es que, aj¨¢, es ¡°muy exclusivo tener tu flow¡±, Collins.

?xtasis en una noche de verano

Roc¨ªo Collins
H&O, 2024
440 p¨¢ginas. 23,90 euros