Alberto Garc¨ªa-Alix, un explorador de la frontera entre el arte y la vida
Las ¨²ltimas publicaciones del fot¨®grafo ofrecen una visi¨®n profunda de su mundo personal y art¨ªstico. A trav¨¦s de su archivo, el fot¨®grafo explora su mirada introspectiva, entrelazando ausencia y presencia, mientras en el retrato de su entorno ofrece el fiel reflejo de una ¨¦poca clave en Espa?a
Archivo N¨®mada. Vol 2 y La ausencia como est¨ªmulo, son los ¨²ltimos t¨ªtulos que se suman a la larga lista de publicaciones firmada por Alberto Garc¨ªa-Alix (Le¨®n, 1956). Ambos vienen guiados por un mismo impulso: el de volver la mirada y rebuscar en un archivo, donde, quiz¨¢s de forma m¨¢s evidente que en el de otros autores, late toda una vida. La fotograf¨ªa ha servido como un camino de autoconocimiento para el artista; una tabla de salvaci¨®n que le ense?¨® a mirar. ¡°Una forma de ver es una forma de ser¡±, asegura.
La ausencia como est¨ªmulo se apoya en un escrito de 2023 del propio autor, actualizado este a?o con motivo de una conferencia pronunciada en la ¨²ltima edici¨®n de la feria Estampa. Una reconstrucci¨®n que ha ganado en intimidad, donde palabra e imagen dialogan mediante espacios en blanco que avivan la incertidumbre que las habita. Sin embargo, en Archivo N¨®mada la presentaci¨®n de las fotograf¨ªas viene precedida en cada uno de los apartados por un texto cargado de escuetos datos hist¨®ricos y biogr¨¢ficos. ¡°Estoy acostumbrado a revisar el pasado fotogr¨¢fico¡±, advierte el fot¨®grafo durante una entrevista. ¡°Quiz¨¢s este segundo volumen de Archivo N¨®mada, no me ha costado tanto como en el primero, que desconoc¨ªa m¨¢s. Conocer con mayor profundidad el trabajo apacigua muchos sentimientos. Aunque, a veces, te encuentras con fotos de gente y ves el pasado, y me digo a m¨ª mismo: ?Qu¨¦ j¨®venes ¨¦ramos! Hay m¨¢s melancol¨ªa que dolor o alegr¨ªa¡±.
Si el primer volumen de Archivo N¨®mada transcurr¨ªa durante los a?os de la Transici¨®n en Espa?a, este segundo tomo recorre un tiempo donde se prolongan los profundos cambios pol¨ªticos, sociales y culturales. Recoge el esp¨ªritu de transgresi¨®n de una nueva generaci¨®n, tan fascinada por la modernidad como castigada por las adicciones. Comienza en 1982, a?o en que la Movida madrile?a se consolida como faro cultural de todo el pa¨ªs; el mismo a?o en que la Galer¨ªa Moriarty le dedica al autor la primera de varias exposiciones y su labor empieza a recibir cierto reconocimiento econ¨®mico. Se prolonga hasta finales de 1986, poco despu¨¦s de la celebraci¨®n de Madrid se escribe con V de Vigo, un acto de hermanamiento de las dos ciudades, que lejos de revitalizar una movida ya en declive, terminar¨¢ convirti¨¦ndose en su epitafio y a partir del cual el fot¨®grafo se profesionalizar¨¢.
A lo largo de las p¨¢ginas emerge una galer¨ªa de retratos en blanco y negro. Rostros conocidos, otros an¨®nimos, que capturan las emociones, la energ¨ªa y los momentos vividos y en su conjunto constituyen un espejo de aquel tiempo, al que el fot¨®grafo parece haber guardado una fidelidad emocional y en cierto modo formal. Con la honestidad y la claridad que caracterizan a su mirada, Garc¨ªa-Alix se revela como un explorador de la frontera entre el arte y la vida. Un impert¨¦rrito observador de s¨ª mismo y de su entorno. Sus fotograf¨ªas son fragmentos de una vida, realizados sin ning¨²n af¨¢n documental. No obstante, ¡°permiten ver el Madrid de esa ¨¦poca, l¨®gicamente muy distinto al de hoy, mucho m¨¢s humilde¡±, comenta el autor. ¡°Se ve c¨®mo era yo, como viv¨ªamos. Muestra mi evoluci¨®n, dentro del formato medio, en unas composiciones m¨¢s formalistas. Busca ser un archivo. Mostrar lo que se queda en los negativos y nunca se ve¡±.
En un principio, el fot¨®grafo se mostr¨® reacio a la idea de la editora, Fr¨¦d¨¦rique Bangerter, de incluir tantas im¨¢genes. ¡°Uno siempre tiende a seleccionar las veinticinco fotos que considera mejores. Me daba miedo¡±. El resultado, como ocurrir¨ªa, con el tomo anterior, es un imponente volumen de 2.465 fotograf¨ªas, en su mayor¨ªa in¨¦ditas. Mesitas de noche, tableros repletos de ceniceros y papeles arrugados, los zapatos salpicados de pintura: objetos que hablan tanto de sus propietarios como lo hacen sus retratos. ¡°Lo que nos es propio sirve autorreferencialmente¡±, advierte el fot¨®grafo. ¡°Lo nuestro, lo propio, al ponerlo a la luz, se hace m¨¢s evidente¡±. Una forma de ver ¨ªntima y descarnada que nos traslada a mundos que expresan una implacable b¨²squeda de espacios de libertad. ¡°Es demasiado f¨¢cil etiquetar a Garc¨ªa-Alix como una especie de Larry Clark espa?ol¡±, escrib¨ªa el cr¨ªtico Eugenie Shinkle. ¡°Pero los aburridos chicos de los suburbios de Clark tienen poco en com¨²n con los revolucionarios drogadictos de Garc¨ªa-Alix, cuyos estilos de vida nihilistas no nacieron del hast¨ªo, sino de un sentido de posibilidad social, pol¨ªtica y cultural¡±.
En enero de 1982 pudo verse en el Instituto alem¨¢n de Madrid una exposici¨®n donde se mostraba una peque?a parte del ut¨®pico proyecto acometido por August Sander, Hombres del Siglo XX. ¡°La vi tres o cuatro veces y me marc¨®¡±, recuerda el fot¨®grafo. ¡°Tuvo la virtud de hacerme entender la independencia de la mirada. Sander se posicionaba con una gran intenci¨®n frente al retrato¡±. Ese mismo a?o el fot¨®grafo se reconocer¨ªa en la obra de Diane Arbus y en la de Walker Evans. ¡°Siempre me consider¨¦ retratista; el retrato como mi campo de batalla particular. Para creer en los retratos siempre de alguna manera hay que creer en los dem¨¢s, sentirse pr¨®ximo¡±, a?ade. ¡°La ¨²nica limitaci¨®n que me he puesto es el respeto. Pido permiso para hacer fotos, no soy una persona que robe im¨¢genes. Siempre tiene que haber una complicidad entre el sujeto y el fot¨®grafo¡±. Dentro de este contexto, cada una de las fotograf¨ªas de Garc¨ªa-Alix parece encerrar una gran historia condensada en s¨ª misma. Un car¨¢cter narrativo que se ve acentuado en esta monograf¨ªa mediante una secuenciaci¨®n cinematogr¨¢fica que ofrece distintas capas de lectura de ese Madrid cambiante.
En La ausencia como est¨ªmulo sobrevuela el esp¨ªritu de Roland Barthes; el de la fotograf¨ªa como testimonio de algo que ha sido, que ya no existe. Un v¨ªnculo que enfatiza la cubierta y las primeras p¨¢ginas en negro. ¡°Fui consciente de la ausencia como hilo conductor de mi obra desde los ochenta, a medida que la muerte fue tomando posiciones en mi vida¡±, cuenta el fot¨®grafo. ¡°En 1988, hice una foto, titulada En Ausencia de Willy. Era una foto de la camisa de mi hermano muerto. Luego comenc¨¦ a retratar con la misma intencionalidad de atraer una presencia al presente. Con el tiempo y la suma de desapariciones, l¨®gicamente, esa idea se ha ido acentuando. La ausencia es un elemento muy poderoso en mis im¨¢genes. Siempre est¨¢ ah¨ª, como un poso, siempre est¨¢ latiendo¡±.
Dice el fot¨®grafo que de los cuerpos le llama m¨¢s la atenci¨®n su decadencia que su belleza. ¡°Con frecuencia es el dolor lo que le arrastra a mirar¡±. De igual forma, asegura que no sabe escribir ¡°sin ara?ar¡± y que tampoco sabe escribir de nada m¨¢s que no sea de ¨¦l mismo. ¡°Pero para verme necesito ara?arme. Algo de masoquista debo de tener¡±, admite. No es f¨¢cil encontrar en su obra alguna fracci¨®n que no sea autorreferencial. Se podr¨ªa decir que en su conjunto forma un gran autorretrato.
Con el paso del tiempo, la obra de Garc¨ªa-Alix se ha vuelto m¨¢s barroca y on¨ªrica. Hace uso de las m¨¢scaras y dobles exposiciones, donde con la intervenci¨®n del azar ofrece nuevas realidades. ¡°En la doble exposici¨®n se pueden enmascarar. La m¨¢scara igual que esconde revela¡±, se?ala el fot¨®grafo. Si bien en su obra siguen dominando los matices fuertes y dolorosos, el tiempo ha ido transformando su enfoque hacia una metaf¨ªsica visual que se aleja de la realidad m¨¢s inmediata. ¡°Mi mirada es otra¡±, afirma el artista. En medio de todo esto, Garc¨ªa-Alix se pregunta si su trabajo fotogr¨¢fico fue realmente un oficio o simplemente un hobby. Una duda que refleja la naturaleza ambigua de su relaci¨®n con el arte.
Archivo N¨®mada. Vol 2. Alberto Garc¨ªa-Alix. Cabeza de Chorlito. 756 p¨¢ginas. 50 euros.
La ausencia como est¨ªmulo. Alberto Garc¨ªa-Alix. Cabeza de Chorlito. 128 p¨¢ginas.35 euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.