El adi¨®s de Montilla

Los socialistas esperande su congreso que les saque de la depresi¨®n postelectoral y tambi¨¦n, un tanto ingenuamente, que les lance a la reconquista de la hegemon¨ªa perdida. Y digo que un poco ingenuamente porque esa p¨¦rdida no es solo de valores e ideas exclusivos de los socialistas, sino de toda la izquierda, que en el debate pol¨ªtico se hallan globalmente en retroceso.

Pero si un congreso de partido no basta para revertir una situaci¨®n pol¨ªtica negativa para la izquierda, si puede servir, claro est¨¢, para clarificar algunas ideas y para responder algunas preguntas inevitables. Como esta: ?Qu¨¦ se ha hecho mal? Concebido sobre todo para dotarse de una pol¨ªtica y una direcci¨®n para el futuro, en todo congreso hay tambi¨¦n un momento para ajustes de cuentas con el pasado. En el informe de gesti¨®n presentado por el primer secretario saliente, Jos¨¦ Montilla, hay una frase demoledora con la que resumi¨® su cr¨ªtica descripci¨®n de los errores que han relegado a los socialistas a la condici¨®n de partido en la oposici¨®n y ha dejado a la izquierda a los pies de los caballos. ¡°Ha faltado convicci¨®n y autoridad, esta es la cuesti¨®n¡±, sentenci¨®. Le falt¨® sustantivar tambi¨¦n la secuela l¨®gica de estas dos carencias. La insuficiencia de liderazgo, aunque desde luego asumi¨® plenamente su responsabilidad personal en el desastre en tanto que dirigente m¨¢ximo del partido. Dicho por el que, adem¨¢s, fue presidente de la Generalitat en el segundo mandato de las izquierdas, el reconocimiento cobra una remarcable significaci¨®n.

Como era de esperar, Montilla se extendi¨® particularmente en la explicaci¨®n de la derrota en las elecciones al Parlament, situada en el eje del repaso cr¨ªtico al ciclo electoral en el que los socialistas han sido de los gobiernos de la Generalitat, del Ayuntamiento de Barcelona y del Gobierno de Espa?a.

Montilla reconoci¨® en su informe falta de autoridad y motivaci¨®n; olvid¨® hablar tambi¨¦n de liderazgo

Para empezar, la credibilidad de los socialistas result¨® muy da?ada a juicio de Montilla, por la exasperante lentitud en el despliegue del Estatuto de Autonom¨ªa, la desgastadora duraci¨®n de las negociaciones para el nuevo sistema de financiaci¨®n, y el fatigante calvario del propio Estatuto en el Tribunal Constitucional. Todo esto produjo tensiones y desencuentros en perjuicio del PSC, pero tambi¨¦n redujo el cr¨¦dito del PSOE y del Gobierno de Espa?a en Catalu?a. En este contexto, las elecciones europeas de 2009, en las que el PSC qued¨® todav¨ªa como primera fuerza en Catalu?a, mostraron ya sin embargo, seg¨²n el relato de Montilla, la ¡°p¨¦rdida de vigor¡± del proyecto social dem¨®crata para hacer frente a la crisis econ¨®mica, que comenzaba a golpear a las empresas.

Inmediatamente despu¨¦s, en 2010, el PSC afront¨® las elecciones al Parlament renunciando a la idea que le hab¨ªa llevado al Gobierno, la alianza de las izquierdas. ¡°?Con qu¨¦ fuerza pod¨ªamos contrarrestar el principal argumento delos adversarios, que era el de evitar un nuevo tripartito, si nosotros mismos les est¨¢bamos dando la raz¨®n?¡±, pregunt¨®. Las elecciones municipales que vinieron a continuaci¨®n pusieron de manifiesto una ¡°desconexi¨®n con la ciudadan¨ªa desconocida hasta entonces¡±. Pero como que el PSC ha querido ser siempre un partido municipalista, esta ¨²ltima derrota signific¨® una dolorosa ¡°p¨¦rdida de capital pol¨ªtico¡±. Un aut¨¦ntico terremoto, que tuvo una r¨¦plica todav¨ªa m¨¢s fuerte en las elecciones legislativas de hace un mes en las que por vez primera el PSC fue superado por CiU. Ah¨ª se perdi¨® para Montilla otra parte del capital pol¨ªtico caracter¨ªstico del PSC, ¡°el de ser un partido decisivo y generoso en los resultados del socialismo espa?ol¡±.

En su an¨¢lisis, admiti¨® la

Este es el ¡°severo diagn¨®stico¡± de Montilla sobre las causas de retroceso socialista. P¨¦rdida de confianza de la mayor¨ªa. Desconexi¨®n con las aspiraciones populares. Alejamiento de los j¨®venes.Impotencia para resolver la crisis econ¨®mica, ante la que los socialistas han dejado de ser vistos como un partido ¨²til, capaz de generar seguridad, progreso de reducir las desigualdades. Debilitamiento de la capacidad de representar un catalanismo federalista y progresista el federalismo, porque la ciudadan¨ªa ha percibido que el PSC no estaba dispuesto a defender el Estatuto hasta las ¨²ltimas consecuencias. Montilla llega en este punto a una amarga constataci¨®n: ¡°Aquellos que deb¨ªan hacer oir su voz, a lo largo y ancho de Espa?a, han enmudecido, han recelado, han dudado, han sucumbido a la argumentaci¨®n falaz de sus adversarios, que son tambi¨¦n los nuestros¡±. Por ¨²ltimo Montilla se?al¨® la incapacidad para afrontar debates inc¨®modos, como los relativos a la integraci¨®n social de la nueva inmigraci¨®n y la seguridad, que en algunos casos ha dejado el campo libre al populismo, la demagogia y la xenofobia.