La Guerra Civil entre l¨ªneas
Siete veteranos actores del Lliure leen en la sede de Gr¨¤cia una treintena de dram¨¢ticas cartas
Un soldado que escribe a su mujer desde el frente, un refugiado en los campos franceses que explica las condiciones en que malvive, un preso que dicta apresuradamente unas l¨ªneas en la celda antes de su fusilamiento. Vidas en el l¨ªmite, convulsionadas por el estruendo de la guerra y la onda expansiva de la derrota. Una treintena de cartas de gente corriente que vivi¨® y padeci¨® la Guerra Civil en el bando de los perdedores, con el diab¨®lico aderezo de la retirada, el exilio, la persecuci¨®n y la represi¨®n, suben hoy martes al escenario de la sede de Gr¨¤cia del Teatre Lliure de Barcelona (20.30 horas) de la mano de siete de los actores fundadores del colectivo.
Bajo el t¨ªtulo de La retirada, en funci¨®n ¨²nica, coordinados y dirigidos por Pau Carri¨®, que ha seleccionado tambi¨¦n el material, leer¨¢n las misivas Muntsa Alca?iz, Imma Colomer, Quim Lecina, Anna Lizaran, Josep Minguell, Dom¨¨nec Reixach, Ferm¨ª Reixach y Toni Sevilla. Una oportunidad ¨²nica para ver reunidos a todos esos actores que forman parte de la historia del Lliure y del teatro en general. La experiencia tendr¨¢ continuidad el 10 de enero en el Lliure de Montju?c con otra sesi¨®n, titulada?L¡¯exili, en la que N¨²ria Espert y Josep Maria Flotats, en un excepcional mano a mano, dar¨¢n lectura a correspondencia sobre el exilio de personajes como Merc¨¨ Rodoreda, Armand Obiols, Rafael Alberti, Carles Soldevila, Maria Casares y Pere Calders. La sesi¨®n de esta noche carece de esos grandes nombres. Es la hora de los vencidos humildes. ¡°No son personajes p¨²blicos, no son pol¨ªticos ni literatos, son maestros, soldados,?mossos d¡¯esquadra, gentes corrientes arrastradas por la guerra¡±, explica Carri¨®. ¡°Sus cartas las he ido encontrando en archivos, en recolecciones, o me las han dado familiares que las conservaban. Escucharlas, o¨ªrlas leer en voz alta, es sentirse involucrado y part¨ªcipe de esta historia entre 1939 y el cuarenta y tantos, y observar lo que hab¨ªa detr¨¢s¡±. Todas son catgas cargadas de dramatismo, recalca el director y dramaturgo. ¡°Ninguna rezuma precisamente felicidad¡±.
Un soldado escribe a su mujer en Terrassa. Lo han hecho prisionero y solo regresar¨¢ a casa para morir. Conocer su destino hace m¨¢s impresionante la lectura de la carta. Como la del profesor que muere en Mauthausen. Las hay de fusilados, esa ¨²ltima carta que pone la piel de gallina, dictada a un compa?ero de celda instantes antes de la ejecuci¨®n. ¡°Cada carta es un mundo, todas son muy impactantes, muchas hablan de vidas truncadas. En Catalu?a todo el mundo tiene cartas como esas. Hay miles de historias similares¡±. Carri¨® sabe de qu¨¦ habla. Sus dos abuelos estuvieron internados en campos tras la guerra. Con el plantel de actores es f¨¢cil imaginar el grado de intensidad de la lectura: ¡°Todos ponen much¨ªsimo, desde el primer momento de la lectura. Se trataba de dar voz a los sentimientos que residen en las l¨ªneas. Es imposible no sentirte implicado, no ponerte en la piel del que escribe la carta y del que la recibe¡± La lectura de algunas de las cartas, como las de un dibujante internado en Argel¨¨s, Grapa, se ve apoyada por proyecciones. Tambi¨¦n hay m¨²sica. Por lo dem¨¢s, escenario vac¨ªo a excepci¨®n de pilas de archivadores, que aluden a la memoria que permanece enterrada a la espera de que alguien convierta de nuevo, como esta noche, el papel amarillento en emoci¨®n.
¡°Fam¨¨lics i patint fred¡±
Tres cartas del espect¨¢culo:
¡°Ahir, des de les trinxeres, els nostres van tenir una conversa amb els feixistes. Si fos veritat el que ells varen dir sobre els estrangers, ben aviat s¡¯acabar¨¤ la guerra¡± (de la carta de un soldado republicano a su mujer).
"Hem tingut de passar tres mesos interminables, llan?ats i isolats en la inhospital¨¤ria sorra d'una platja del sud de Fran?a. Plens de mis¨¨ria. Fam¨¨lics i patint fred. En uns paratges en qu¨¨ bufa el vent de tal fais¨®, que hom pensa enfollir de desesperaci¨®... Eren molts els polls, era molta la gana, era molta la merda que port¨¤vem a sobre!! Era molta la sorra que en la seva inactivitat ens malmetia f¨ªsica i moralment!!!" (de la carta de un mosso d'esquadra internado en los campos de Francia).
¡°Se?ora Cochs: Siento que la primera vez que me dirijo a Vd. sea para darle una noticia en extremo dolorosa: su esposo sali¨® de esta celda para ser ejecutado en la madrugada de hoy. No lo llore: ha muerto como un hombre. Ha muerto por Catalu?a y su nombre figurar¨¢ en la lista de los m¨¢rtires¡± (de la carta de un prisionero republicano a la mujer de un compa?ero fusilado).
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