Los bancos tambi¨¦n son culpables
Un juzgado impide embargar el sueldo a dos desahuciados El decreto se?ala a las entidades financieras como responsables de la crisis inmobiliaria
Un juzgado de Lleida ha impedido a un banco embargar el salario y las propiedades a dos hermanos marroqu¨ªes que se hipotecaron en 2005 para comprar un piso y lo perdieron al no poder pagar las cuotas cuatro a?os despu¨¦s. El Banco Pastor, que se adjudic¨® la vivienda en una subasta por el 50% del valor de tasaci¨®n, les reclamaba 66.000 euros que, supuestamente, deb¨ªan una vez entregadas las llaves. El decreto, que considera saldada la deuda, se?ala a los bancos como responsables de la crisis inmobiliaria y se pregunta si no deber¨ªan soportar las entidades bancarias parte del descenso que se ha producido en el precio de los pisos. El banco ha recurrido la resoluci¨®n, dictada el pasado 29 de diciembre.
El decreto asume las conclusiones de dos resoluciones de las audiencias de Navarra y Girona favorables a aceptar la daci¨®n en pago, es decir, que la entrega del piso liquide la deuda. El propio banco ¡°incorpora en su patrimonio un inmueble que ¨¦l ha tasado libremente, pero ahora le computa un precio muy inferior a esa valoraci¨®n¡±, razona el escrito.
El Banco Pastor tas¨® el piso en 219.000 euros en 2005, pero se lo adjudic¨® por la mitad (109.000 euros) unos a?os despu¨¦s. La diferencia entre esa cantidad y la deuda hipotecaria (m¨¢s intereses, costas y gastos del procedimiento) es lo que el banco sigue reclamando. Como en el caso de las audiencias de Girona y Navarra, la resoluci¨®n califica de ¡°abuso de derecho¡± y ¡°enriquecimiento injusto¡± las intenciones de la entidad.
¡°La p¨¦rdida de valor de los pisos la ha provocado la mala gesti¨®n¡±
La resoluci¨®n no niega que el valor del piso sea ahora menor, pero argumenta que la carga de esa rebaja no debe recaer sobre las personas que contrataron las hipotecas en ¨¦poca de bonanza. ¡°El panorama econ¨®mico de 2011 no tiene nada que ver con el de 2006, 2007 y 2008, cuando la crisis era incipiente¡±, dice el decreto. ¡°Seguramente, el inmueble tiene ahora un valor de mercado inferior al precio pactado, ?pero es justo que el deudor sufra todas las consecuencias de este descenso?¡±, se pregunta. ¡°?No ser¨ªa m¨¢s justo que las entidades tambi¨¦n soportasen una parte?¡±, contin¨²a. El juzgado acaba culpando a los bancos de la actual situaci¨®n: ¡°Los economistas est¨¢n de acuerdo en considerar que las p¨¦rdidas de valor de los inmuebles las han provocado las propias entidades financieras con su mala gesti¨®n¡±.
¡°La interpretaci¨®n estricta de la ley permite situaciones como esta, que son un abuso¡±, razona Leticia Carn¨¦, abogada que defiende a uno de los hermanos, al que el banco pretende embargar porque firm¨® como avalista del pr¨¦stamo. La ley de enjuiciamiento civil dice que si, una vez subastados los bienes hipotecados, el producto es insuficiente para cubrir el cr¨¦dito, el banco puede pedir el embargo de las cantidades que faltan. Al quedar desiertas las subastas, las entidades suelen adjudicarse los pisos por valores muy inferiores al de tasaci¨®n (algo que permite la ley, que fij¨® el m¨ªnimo en el 60% frente al 50% anterior en una modificaci¨®n de julio de 2011). ¡°Pero en estos casos, los bancos no venden un producto, sino que se adjudican un bien que ellos mismos han valorado¡±, dice Carn¨¦.
El juzgado busca que el caso llegue a la Audiencia Provincial
¡°Mi hermano trabajaba en la construcci¨®n y se qued¨® sin trabajo. A m¨ª tambi¨¦n me echaron¡±, explica el avalista, que prefiere no dar su nombre. ¡°?Tantos a?os pagando para nada!¡±, se queja, aunque se siente aliviado tras saber que la sombra del embargo no le perseguir¨¢. Aunque el banco no podr¨ªa embargarle ahora (lo que cobra no alcanza ni el salario m¨ªnimo), s¨ª ser¨ªa posible si sus ingresos aumentan en un futuro.
¡°Que yo sepa, es la primera resoluci¨®n de este tipo en Lleida¡±, afirma Lidia Urrea, la secretaria judicial que elabor¨® el decreto del Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 5. ¡°Quer¨ªamos abrir una v¨ªa para que el caso llegue a la Audiencia Provincial y ver c¨®mo reacciona¡±, explica la secretaria. ¡°Si la resoluci¨®n es favorable, mucha m¨¢s gente reclamar¨¢ la daci¨®n en pago¡±, abunda. Un magistrado deber¨¢ ahora pronunciarse sobre el recurso del banco. Urrea cree que el caso llegar¨¢ a la Audiencia.
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