El nuevo modelo de financiaci¨®n pone a Catalu?a por encima de la media
Madrid es la comunidad que m¨¢s gana con el sistema que entr¨® en vigor en 2009 Catalu?a mejora, pero no consigue mantener el mismo lugar que antes de realizar su aportaci¨®n a la solidaridad regional
El nuevo modelo de financiaci¨®n auton¨®mica aport¨® en su primer a?o de aplicaci¨®n 1.986 millones de euros m¨¢s a Catalu?a, que por primera vez se situ¨® por encima de la media de las comunidades en recursos tributarios por habitante despu¨¦s de realizar su aportaci¨®n a la solidaridad regional. As¨ª lo expone el examen sobre el modelo de financiaci¨®n que ha elaborado la catedr¨¢tica e investigadora del Instituto de Econom¨ªa de Barcelona (IEB) N¨²ria Bosch, que se incluir¨¢ en el Informe sobre federalismo fiscal que la instituci¨®n publicar¨¢ este a?o.
?Catalu?a, que impuls¨® la reforma de la financiaci¨®n auton¨®mica tras la aprobaci¨®n del Estatuto, en 2009 logr¨® romper la din¨¢mica del anterior modelo. Con ese sistema, Catalu?a ten¨ªa una recaudaci¨®n superior a la media, pero tras su contribuci¨®n a la solidaridad regional quedaba por debajo. Tomando un ¨ªndice 100, que representa la media de las autonom¨ªas, la Generalitat recaud¨® 120,7 en 2009. Tras la aplicaci¨®n del sistema, la comunidad se queda en 103,6.
Sin embargo, el nuevo modelo impidi¨® que se cumpliera el principio de ordinalidad que fija el Estatuto. A pesar de que este habla de renta per c¨¢pita y no de recursos tributarios, la filosof¨ªa del articulado se basa en que si Catalu?a es la tercera recaudadora, despu¨¦s de contribuir con el resto de las comunidades debe seguir ocupando esa posici¨®n. ¡°Mejora la situaci¨®n, pero no todo el mundo est¨¢ donde deber¨ªa¡±, resume Bosch.
A juicio de la catedr¨¢tica, parte de las distorsiones de las que adolece el actual sistema de financiaci¨®n est¨¢ en que mantiene algunas ¡°arbitrariedades¡± que ya caracterizaban el anterior modelo. La l¨®gica del sistema deber¨ªa llevar a que las comunidades con m¨¢s capacidad fiscal rebajaran sus recursos a favor de las que menos tienen, que deber¨ªan aumentarlos. Sin embargo, Cantabria y La Rioja, con una recaudaci¨®n por encima de la media, todav¨ªa ganan posiciones y recursos. ¡°Son comunidades ricas que el sistema todav¨ªa hace m¨¢s ricas¡±, se?ala la profesora de Econom¨ªa de la Universidad de Barcelona Elisenda Paluzie. En cambio, Murcia y la Comunidad Valenciana no logran despegar. ¡°Han sido dos comunidades tradicionalmente castigadas por el sistema¡±, asegura Bosch.
Antes de este informe, solo el PSC hab¨ªa realizado un c¨¢lculo sobre la aportaci¨®n del nuevo modelo de financiaci¨®n. Los socialistas concluyeron que el sistema aportaba 2.421 millones de euros m¨¢s que con el anterior modelo y que, tras pasar por los m¨²ltiples fondos del sistema, Catalu?a quedaba tambi¨¦n por encima de la media, con un ¨ªndice 106, lo cual la dejaba en cuarta posici¨®n en recursos por habitante. La diferencia con los resultados de Bosch se debe a que los socialistas incluyeron en su an¨¢lisis partidas para competencias espec¨ªficas que el exconsejero Antoni Castells at¨® dentro de la negociaci¨®n del modelo y que Bosch deja fuera.
La Comunidad Valenciana y Murcia no consiguen despegar con el actual sistema de financiaci¨®n, mientras que Baleares sigue por debajo de la media
La Comunidad de Madrid se abstuvo a rega?adientes cuando en julio de 2009 el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera aprob¨® el nuevo modelo. Su entonces consejero de Hacienda, Antonio Beteta, lleg¨® a calificarlo de ¡°tomadura de pelo¡±. Sin embargo, los primeros resultados que arroja ese sistema muestran una realidad muy distinta a la que Beteta pintaba entonces. Madrid fue la gran ganadora con los cambios que entraron en vigor en 2009, ya que pas¨® de ser la cuarta autonom¨ªa peor financiada a la tercera con m¨¢s recursos tras su aportaci¨®n a la solidaridad regional.
La gran queja de las comunidades del Mediterr¨¢neo y Madrid era la falta de recursos ante el crecimiento demogr¨¢fico y el descalabro que estas sufr¨ªan tras su aportaci¨®n a la solidaridad regional. Madrid, por ejemplo, es la comunidad que m¨¢s recauda por habitante ajustado ¡ªno solo se tiene en cuenta la poblaci¨®n de derecho, tambi¨¦n la dispersi¨®n, la insularidad o la poblaci¨®n mayor de 65 a?os¡ª, pero tras su contribuci¨®n se desplomaba hasta el und¨¦cimo lugar en t¨¦rminos de recursos por habitante (el d¨¦cimo si se tiene en cuenta el criterio de poblaci¨®n ajustada). Con el nuevo sistema, pasa del primer al tercer lugar.
Seg¨²n el estudio, el Estado inyect¨® al sistema en el primer a?o de aplicaci¨®n del modelo 9.198 millones de euros adicionales al anterior sistema, con lo que se repartieron entre las comunidades 91.911 millones de euros procedentes de los impuestos cedidos total o parcialmente y de las transferencias de fondos.
La catedr¨¢tica? N¨²ria Bosch advierte de que el modelo mantiene cierto grado de "arbitrariedad"?
La principal diferencia del actual sistema con el anterior radica en que las distancias entre comunidades se han acotado. Es decir, todas se acercan m¨¢s a esa base 100 que representa la media de recursos tributarios por habitante. El modelo anterior, explica Bosch, supon¨ªa una ¡°sobrenivelaci¨®n¡±, mientras que el actual lleva a todas las comunidades a converger hacia la media y reduce ¡°la desviaci¨®n est¨¢ndar¡±. Pero, a su juicio, el nuevo modelo no corrige ¡°totalmente¡± las ¡°disfuncionalidades¡± del aprobado en 2001 en ¡°t¨¦rminos de equidad horizontal¡±.
El profesor de la Universidad Complutense de Madrid Javier Loscos realiza una ¡°lectura positiva¡± del nuevo sistema de financiaci¨®n. ¡°Se corrigen algunos de los fallos m¨¢s graves del antiguo sistema. Este sistema nos permite acabar con desequilibrios y aproximar a las comunidades al ¨ªndice 100, y adem¨¢s, cumplir los requerimientos de los estatutos de autonom¨ªa¡±, agrega Loscos, que recuerda que el modelo es ¡°din¨¢mico¡± y que se deber¨¢ ir analizando su evoluci¨®n.
Andaluc¨ªa pierde posiciones respecto al anterior sistema de financiaci¨®n y por primera vez quedapor debajo de la media de autonom¨ªas
Paluzie considera positivo que Catalu?a quede por encima de la media, pero opina que la ¡°equidad extrema¡± tampoco es el escenario m¨¢s deseable. ¡°Hay que tener en cuenta la eficiencia y que la estructura productiva, las competencias o las infraestructuras necesarias en Catalu?a no son las mismas que en otras comunidades. Y en el caso de Catalu?a, la Generalitat ha tenido que correr con los gastos de infraestructuras, como la l¨ªnea 9 del metro¡±, advierte.
Todas las comunidades que antes de la nivelaci¨®n estaban por encima de 100 se mantienen en ese rango, salvo Baleares, que aun as¨ª abandona la posici¨®n de cola a la que la abocaba el anterior sistema a pesar de ser la segunda recaudadora. La Comunidad Valenciana apenas nota variaci¨®n alguna respecto al anterior sistema, mientras que Andaluc¨ªa es una de las grandes perjudicadas. La comunidad dispone de m¨¢s recursos que antes de pasar por el sistema, por lo que sigue siendo receptora de recursos. Pero el mecanismo del modelo anterior la llevaba a estar sistem¨¢ticamente por encima de la media, mientras que ahora queda por debajo y pierde cinco posiciones en la clasificaci¨®n de las comunidades mejor financiadas.
El 0,96% del PIB catal¨¢n
?El nuevo modelo de financiaci¨®n reduce o no el d¨¦ficit fiscal de Catalu?a con el Estado? El estudio Perspectivas de un nuevo pacto econ¨®mico para Catalu?a, de Elisenda Paluzie ¡ªque tambi¨¦n incluir¨¢ el Informe sobre federalismo fiscal en Espa?a¡ª, expone que si la econom¨ªa fuera una foto fija, el modelo aportar¨ªa esos 1.986 millones de euros m¨¢s, lo cual supone el 0,96 del producto interior bruto (PIB) catal¨¢n. Pero no lo es, puesto que depende de multitud de flujos, como las inversiones del Estado, y de la situaci¨®n de d¨¦ficit o super¨¢vit.
Fuentes del Departamento de Econom¨ªa y Conocimiento, dirigido por Andreu Mas-Colell, apuntan que para calcular el impacto de la financiaci¨®n auton¨®mica en el d¨¦ficit fiscal, deber¨ªan plantearse varios supuestos sobre qu¨¦ hubiera hecho el Estado con esos recursos que aport¨® al sistema, es decir, si se los hubiera gastado (y c¨®mo) o ahorrado. Aun as¨ª, el departamento se?ala que el efecto no puede ser demasiado grande sobre el d¨¦ficit fiscal territorial. En ello coincide el profesor de la Universidad Complutense Javier Loscos, que se?ala que el impacto del modelo sobre las balanzas fiscales ¡°no es muy elevado¡±. La consejer¨ªa, que publicar¨¢ en breve la serie de balanzas fiscales desde 2006, avanz¨® que el d¨¦ficit fiscal de 2010 ¡ªajustado al ciclo econ¨®mico¡ª es de 16.400 millones, el 8,4% del PIB.
En el informe, en cuanto a las perspectivas de un eventual concierto econ¨®mico, Paluzie cree que la salida de Catalu?a del sistema de r¨¦gimen com¨²n tendr¨ªa un coste para el sistema de redistribuci¨®n de 2.503 millones de euros ¡ªlo cual no significa que ese fuera el coste del concierto para el Estado, que ser¨ªa mucho m¨¢s elevado¡ª. Paluzie, adem¨¢s, considera que el sistema espa?ol est¨¢ ¡°claramente bloqueado¡± por una ¡°coalici¨®n de comunidades auton¨®mas peque?as y de bajos ingresos¡±, lo que impide aumentar la eficiencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.