Descubran el arcano

El edificio del Archivo Hist¨®rico Foral de Bizkaia tiene la fachada acristalada, aspecto austero y estructura robusta, capaz de soportar hasta 5.000 kilos de carga por metro cuadrado. En su interior se custodian documentos que recorren seis siglos de la vida p¨²blica y privada en el territorio vizca¨ªno, que colocados en l¨ªnea recta ocupar¨ªan m¨¢s de 20 kil¨®metros. ¡°Por su naturaleza es un recinto cerrado, tiene un cierto sentido arcano¡±, reconoce el archivero, Aingeru Zabala. A partir de hoy el Archivo abrir¨¢ sus instalaciones al p¨²blico cada martes en unas visitas guiadas de una hora de duraci¨®n [reserva de plazas en el tel¨¦fono 944067737 y en ondarearetoa@bizkaia.net]

El Archivo foral ocupa el s¨®tano y las ocho plantas de un edifico completo, ubicado en el n¨²mero 11 de la calle Mar¨ªa D¨ªaz de Haro, de Bilbao. El misterio del archivo no es tal, en realidad, porque cualquier persona, cumpliendo solo el requisito de presentar su carn¨¦ de identidad, puede acceder a sus fondos. Pero tendr¨¢ que hacerlo en la sala reservada en el sexto piso a los investigadores, con la ¨²nica limitaci¨®n de renunciar al uso de bol¨ªgrafos y quitarle el sonido a los m¨®viles.

Las visitas guiadas, en grupos de cinco personas como m¨¢ximo, recorrer¨¢n los espacios cuya entrada solo est¨¢ autorizada al personal de la casa, para seguir el camino que un documento sigue desde su dep¨®sito en el archivo a su puesta a disposici¨®n de quien requiera consultarlo. El recorrido empezar¨¢ en la sala de exposiciones Ondare, que actualmente acoge la muestra dedicada a la conmemoraci¨®n del quinto centenario del Consulado de Bilbao. Ser¨¢ el primer contacto con los valiosos documentos del Archivo, como actas originales de 1511.

El edificio contiene fondos que en l¨ªnea recta ocupar¨ªan 20 kil¨®metros

La visita seguir¨¢ el hipot¨¦tico recorrido de un legajo por las tripas del Archivo. La primera etapa arranca en las salas de recepci¨®n y dep¨®sito donde ¡°llegan los documentos con m¨¢s animales que un zoo¡±, dice Zabala. Es el momento de la limpieza y la primera clasificaci¨®n de escritos, fotograf¨ªas, planos, mapas, partituras o grabados. Un simple vistazo permite distinguir en las estanter¨ªas papeles de las iglesias vizca¨ªnas con siglos de antig¨¹edad o archivadores procedentes de las minas de Agruminsa.

En un segundo paso los documentos pasan un proceso de catalogaci¨®n, en manos de historiadores expertos en la ¨¦poca de los materiales. En la sala de catalogaci¨®n se construye el DNI de cada documento, una ficha que resume su contenido y aporta la informaci¨®n necesaria para localizarlo. El recorrido acaba en la sala de investigadores, amplia y luminosa, donde cada original, con las limitaciones que impone la correcta conservaci¨®n, puede ser consultado. ¡°Establecemos sutiles fronteras; los documentos no se pueden tratar como papel de embalar¡±, explica el archivero.