Un gran reserva del siglo I
Expertos en vino catalogan 22 lagares excavados en la roca
Desde que hace ocho meses se puso a perseguir por Galicia, fouci?o en mano, rocas que en tiempos olieron a vino, Luis Paad¨ªn le da la raz¨®n a Franco. ¡°El General¨ªsimo, mal que nos pese, estaba en lo cierto cuando dec¨ªa que quienes m¨¢s hab¨ªan hecho por el patrimonio gallego eran las silvas¡±. Los antepasados de tiempos de los castros beb¨ªan vino del pa¨ªs, no solo importado, y entre las infraestructuras propias de la aldea estaban los lagares. Lo que pasa, dice el en¨®logo y presidente de la Asociaci¨®n Galega de Catadores, es que nadie, hasta ahora, los busc¨®. Quiz¨¢s las excavaciones arqueol¨®gicas no supieron interpretar los rebajes circulares, el¨ªpticos o rectangulares, las pendientes para que corriese el mosto, los orificios en la piedra para encajar la prensa. Y menos buscar restos de granos de uva que s¨ª se descubrieron junto a primitivos lagares en otros lugares del mundo.
Hasta ahora, a falta de Administraciones enteradas que catalogasen y protegiesen estos vestigios de vida rupestres, la maleza se preocup¨® de salvaguardarlos durante dos milenios. Desde julio, Paad¨ªn ha localizado 22 bases en piedra para hacer vino (y quiz¨¢s tambi¨¦n elixires y aceites) con prensas o con los pies, tiene soplos de otras 20 que a¨²n no ha podido constatar y calcula que en toda la comunidad habr¨¢ unas 100. ¡°Pocos lugares en el mundo¡± pueden presumir de tal legado.
Los lagares est¨¢n pr¨®ximos a castros, petroglifos o villas romanas y, al mismo tiempo, cerca de vi?edos actuales. Por lo general coinciden con las principales ¨¢reas vitivin¨ªcolas de Galicia, situados en altitudes, sobre el nivel del mar, id¨®neas para el cultivo de la vid. El m¨¢s peque?o ocupa una superficie de 1,50 metros cuadrados y el m¨¢s grande, 40.
A Paad¨ªn, que a la vez que informa a Xunta (sin respuesta) va volcando cada descubrimiento en la web de su consultor¨ªa vitivin¨ªcola, servino.net, la primera referencia se la dio un libro: el Tratado de Viticultura General de Luis Hidalgo contaba que se conservaba un ¡°lagar romano¡± en la zona de Monterrei. Pero cuando pregunt¨® en el Consello Regulador, en las bodegas, en Patrimonio de la Xunta, no le supieron decir d¨®nde estaba. Manuel Gago, profesor de periodismo y gastr¨®nomo, le aport¨® una pista, y entonces dio con el primero de la serie en San Cibrao (O¨ªmbra), aunque despu¨¦s, en el mismo municipio, localiz¨® otros cinco. Esta es, con Monterrei, la zona donde m¨¢s lagares tallados en el suelo de granito ha cosechado, seguida de Ribadavia y Allariz. Pero tambi¨¦n han aparecido en Ver¨ªn, en Ponteareas y en As Neves.
El presidente de los catadores cree que podr¨¢n aparecer unas 100 instalaciones
El fin de semana que viene, volver¨¢ a rastrear la provincia de Ourense, y luego buscar¨¢ una fecha para irse a Arbo, porque le han llamado desde el Ayuntamiento, convencidos de que algo aparecer¨¢. Aunque el catador no va solo; ¨¦l siempre habla en plural porque le acompa?a, cargando con la c¨¢mara de fotos, el sumiller Alejandro L¨®pez, y porque buena parte del m¨¦rito le corresponde a Eduardo Castro, un ¡°entusiasta jubilado de Monterrei¡± que es ¡°quien m¨¢s lagares lleva localizados¡±.
Y todo esto sin toparse apenas menciones a estos yacimientos en el papel. Unos pocos figuraban en ¨¢reas protegidas por planes de ordenaci¨®n municipal, pero otros no habr¨ªan aparecido si no fuese por pura casualidad. Como uno de Monterrei que dorm¨ªa un sue?o de siglos bajo una manta de vegetaci¨®n y vio la luz porque ardi¨® el monte.
Este result¨® ser un lagar importante para la b¨²squeda porque con su estudio los en¨®logos comprendieron c¨®mo muchos lagares fueron adaptados a posteriori para hacer vino tinto. La mayor¨ªa de los localizados solo sirven para blanco o clarete. El tinto necesita fermentar en un espacio cerrado as¨ª que, con el tiempo, los tatarabuelos castrexos reformaron sus prensas cerc¨¢ndolas con muros de piedra de los que ya no queda apenas rastro.
Pese a los toxos, los exploradores de lagares milenarios, ¡°coet¨¢neos de la originaria Torre de H¨¦rcules y con m¨¢s de diez siglos de antig¨¹edad que la Catedral de Santiago¡±, se encontraron muchas agresiones. Algunos, como el que est¨¢ a los pies del castillo de Monterrei, est¨¢n semidestruidos, y el ¨²ltimo hallado en Arme¨¢ (Allariz) apareci¨® reventado. Alguien quiso arrancarlo con un tractor aprovechando la ausencia de los tres ¨²nicos habitantes, tal vez para decorar un jard¨ªn.
Paad¨ªn explica que es dif¨ªcil ponerles fecha a estos lagares porque ¡°faltan estudios de pepitas o polen¡±. Pero ¡°por sus estructuras y entorno¡±, pr¨®ximos a grabados rupestres, y por comparaci¨®n con los que s¨ª valora y cuida Portugal, varios ¡°se podr¨ªan situar al final de la Edad de Bronce¡± y otros ¡°en la Edad de Hierro o la ¨¦poca romana¡±. Solo uno, el de Ponteareas, para tinto, es claramente posterior, del siglo X. ¡°En La Rioja se usan como reclamo tur¨ªstico... ?por qu¨¦ aqu¨ª dejamos que se los coman las silvas?¡±, protesta. ¡°En un mundo donde no hay diferencias sustanciales entre las bodegas, la historia es un valor diferenciador¡±.
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