El Deportivo no tiene freno

No hay traba para el Deportivo que ayer gan¨® en Huelva tras una actuaci¨®n desigual, avasallador y con jerarqu¨ªa en el inicio, pleno de categor¨ªa para golear en un alarde de Valer¨®n, pero con el habitual deje conformista que le pudo causar problemas en el tramo final de la primera parte. Con todo, acab¨® el partido victorioso y escasamente apurado por el rival, que con el paso de los minutos mostr¨® que no albergaba artiller¨ªa pesada. Siete triunfos seguidos a¨²pan a los coru?eses a n¨²meros de campe¨®n y le blindan ante la visita dentro de siete dias al feudo del H¨¦rcules.

Los puntos valen oro para el Deportivo, que adem¨¢s uni¨® hombres a la causa. Volvi¨® Aythami, se?alado en el reparto de culpas por las dudas defensivas en el inicio de la temporada, tambi¨¦n lo hicieron Morel, casi in¨¦dito, y Salom?o, desplazado ante la irrupci¨®n de Bruno Gama en las ¨²ltimas semanas. Ante las dudas por los recambios y la tentaci¨®n de fortalecer la retaguardia, Oltra emiti¨® un mensaje con la alineaci¨®n: ni un paso atr¨¢s. El plan del Deportivo era tener la pelota y no hay mejor defensa que esa. Siempre que la tuvo en su poder pareci¨® desarbolar al rival, detalle que mostr¨® una paradoja: con el marcador en paridad la movi¨® con criterio y, sin prisa, encontr¨® los caminos. Una vez en ventaja lleg¨® el apuro, la ansiedad por culminar las jugadas, el error.

El gol fue el c¨¦nit de un inicio demoledor en el que empujado por un fuerte viento a favor el Deportivo despleg¨® sus velas. Colotto se ampar¨® en Eolo para intentar sorprender a Manu desde medio campo y Riki mostr¨® que iba a golpear a puerta cada vez que atisbara el ¨¢rea. Marc¨® en una acci¨®n coral que llev¨® a Morel hasta el final de su banda para sacar un excelente centro en carrera que remat¨® Riki al portero y remach¨® Valer¨®n como s¨®lo lo hacen los transgresores, deteniendo el reloj bajo palos, justo donde a los que no son de su casta les entran las urgencias.

Pero el gol cambi¨® al Deportivo, que no se apea de ese punto de suficiencia que le impide disfrutar su caudillaje. Azorado para concluir lo que antes paladeaba, termin¨® por sacar del partido a Valer¨®n y conden¨® a galeras a Juan Dom¨ªnguez. Y cada metro que ced¨ªa crec¨ªa el riesgo. Aythami, que a veces juega con tendencias suicidas, estuvo al filo del penalti en un encontronazo con Juan Villar. El Recreativo encontr¨® una v¨ªa para hacer da?o, para invitar al desorden, pero el D¨¦por ya ha aprendido a acunar los partidos e italianizarlos. Oltra, menos prosaico, habla de ¡°intensidad, solidaridad y concentraci¨®n¡±. Son, en todo caso, tres valores que describen el crecimiento del equipo. Con ellos edific¨® una segunda parte en la que mantuvo alejado al rival de Aranzub¨ªa a la espera de una sentencia que no lleg¨® porque Riki volvi¨® a demostrar que necesita m¨¢s de una bala en el revolver. Luego dej¨® su lugar a Xisco, que en apenas once minutos y un par de carreras tuvo tiempo para volver a lesionarse. Esa parece ser, a d¨ªa de hoy, la ¨²nica cruz del Deportivo.