Los caballeros custodios
"Son muchos los lustros que llevan mir¨¢ndose el ombligo, encerrados en su autismo y en sus quimeras como para prestar atenci¨®n a cualquier otra cosa que no sean sus propias miserias"
Alfredo P¨¦rez Rubalcaba construy¨® el discurso de la presentaci¨®n de su candidatura a la secretar¨ªa general del PSOE sobre una idea central: Los cambios que necesita su partido para hacer frente a las exigencias de una sociedad sumida en la peor crisis econ¨®mica desde los a?os 30 del siglo pasado son imposibles de abordar si no es desde la unidad de toda la organizaci¨®n. Los delegados del PSPV que le escucharon, con independencia de que le votaran o no, es muy probable que no se sintieran concernidos por el mensaje. Son muchos los lustros que llevan mir¨¢ndose el ombligo, encerrados en su autismo y en sus quimeras como para prestar atenci¨®n a cualquier otra cosa que no sean sus propias miserias, as¨ª venga el mism¨ªsimo sursuncorda a gritarles que habitan un mundo de ruinas pol¨ªticas que solo les interesa a ellos. Por el canto de un duro se libraron de volver a protagonizar un sonoro rid¨ªculo en el arranque del 38 Congreso del PSOE cuando se empe?aron en reclamar que nada menos que cinco portavoces pudieran intervenir en el plenario para defender todos, salvo uno, la misma posici¨®n. La sensatez se tuvo que imponer a golpes dial¨¦cticos.
Rubalcaba reclam¨® unidad y cambio. Lo uno y lo otro resulta dif¨ªcil de alcanzar en un partido que tiene por santo y se?a el ruralismo selv¨¢tico que denunciara Manuel Aza?a, como caracter¨ªstico de la vida civil y parlamentaria valenciana. En el PSPV no existen corrientes de opini¨®n capaces de alcanzar acuerdos tras un debate m¨¢s o menos civilizado, sino placas tect¨®nicas que de tanto chocar entre si han quedado reducidas pr¨¢cticamente a la nada. La unidad de tanto grup¨²sculo es poco menos que un milagro. De otro lado, t¨¦rminos como cambio y renovaci¨®n deber¨ªan permanecer bien ocultos en el almac¨¦n de los conceptos perdidos porque hay que ver la de cr¨ªmenes pol¨ªticos que se han cometido en su nombre en la federaci¨®n socialista valenciana. Con los cad¨¢veres ¡ªmetaf¨®ricamente hablando, claro¡ª de dirigentes sensatos, capaces, inteligentes y buenos gestores que existen en casi todas las agrupaciones locales socialistas de la Comunidad Valenciana se podr¨ªa hacer un partido con casi tantos militantes como el actual.
?Responsables de toda esta ruina? En primer lugar quienes creen tener el patrimonio de la organizaci¨®n. Los caballeros custodios que creen ser los propietarios de las esencias del PSPV sin ser conscientes de que lo ¨²nico que guardan es un pante¨®n funerario que solo conserva una historia corrompida por el paso de los a?os. Pero no son los ¨²nicos. Tambi¨¦n est¨¢n los arribistas que reclaman la destrucci¨®n del pasado irresponsablemente, enarbolando la bandera de la renovaci¨®n y de la juventud, los mezquinos que han hecho del miserabilismo pol¨ªtico una actitud hacia todo cuanto ignoran y los paniaguados, claro est¨¢, que no sabr¨ªan muy bien de qu¨¦ vivir si se les retirara la limosna p¨²blica que perciben mensualmente por hacer c¨®mo que defienden los intereses de los m¨¢s desfavorecidos. Pero como el PSPV nunca deja de sorprender, nadie se escandalice si caballeros custodios, arribistas, mezquinos y paniguados unen sus fuerzas para, con la excusa ¡ªotra vez¡ª del cambio y la renovaci¨®n, destruir lo poco que queda en pie de tan maltrecha organizaci¨®n.
Los deseos del nuevo secretario general del PSOE no van a ser f¨¢ciles de llevar a cabo en la federaci¨®n socialista valenciana. Los que acampan a las puertas del PSPV solo pretenden recuperar lo que creen que les pertenece por derecho. Quienes permanecen en el interior de la ciudadela no han sabido aprovechar su tiempo para construir un discurso capaz de conectar con la sociedad. De hecho, ni siquiera han sido h¨¢biles para unir a quienes les facilitaron la llegada hasta el poder. Y, as¨ª, entre las ambiciones de quienes se sienten trasterrados, y los que piensan que no han tenido tiempo suficiente para construir su proyecto por el acoso de los exiliados, el PSPV se consume ante una sociedad que cada d¨ªa m¨¢s les da la espalda porque sus cuitas apenas interesan a nadie que no sea a ellos mismos.
Las lecturas del 38 congreso, como siempre, se reducir¨¢n a ver qui¨¦n ha ganado m¨¢s poder en Madrid, qui¨¦n m¨¢s cerca, qui¨¦n m¨¢s lejos. Vale. El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, no ha perdido, pero est¨¢ por ver que haya ganado. Y los lermistas y seguidores de la exministra Leire Paj¨ªn, que apostaron a todo o nada a favor de Carme Chac¨®n, han perdido. ?Y ahora qu¨¦? ?Es el pr¨®ximo congreso del PSPV una segunda vuelta en la que cobrarse las afrentas sufridas en el del PSOE? Tal y como est¨¢ el socialismo valenciano es lo m¨¢s probable que ocurra. La generosidad no es la caracter¨ªstica de los dirigentes del PSPV desde que fueron desalojados del poder all¨¢ por 1995. Pero podr¨ªan pensar que en este fin de semana se ha aprobado que la elecci¨®n del candidato a la presidencia de la Generalitat en 2015 se har¨¢ con el voto de los militantes y de los simpatizantes. Tanto los caballeros custodios como Jorge Alarte y sus compa?¨ªas respectivas deber¨ªan meditar sobre este punto. O no. Al fin y al cabo si a ellos no les importa el futuro de los m¨¢s desfavorecidos por qu¨¦ debe importarles a los dem¨¢s el suyo.
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