Un retiro dorado bajo el sol
La revista ¡®Litoral¡¯ recupera las estancias en M¨¢laga de personajes ilustres
La historia de M¨¢laga est¨¢ marcada por el sol y las culturas que enraizaron en sus pueblos. Ya los fenicios, cuando se instalaron en la desembocadura del r¨ªo Guadalhorce, hicieron del sol su moneda. Con el paso del tiempo el litoral malague?o se llen¨® de peque?os y luminosos pueblos recostados al sol; la mayor¨ªa dedicados a la pesca, la agricultura y el comercio, con su historia y tradiciones labradas en sus encaladas calles o dibujadas en las plazuelas. Un litoral que se extend¨ªa por 169 kil¨®metros desde las calas de Maro, en la frontera del reino de Granada, hasta las se?oriales playas de Manilva. Un litoral, entonces, virgen, sin descubrir, imperio del sol eterno.
Del poder de atracci¨®n que siempre ejerci¨® lo que hoy se conoce como Costa del Sol se ocupa en su ¨²ltimo n¨²mero la revista Litoral, que bajo el t¨ªtulo M¨¢laga, meeting point indaga en la querencia que por esta tierra han mostrado destacadas personalidades.
M¨¢laga, meeting point habla de la importante presencia de artistas y escritores for¨¢neos en la nombrada po¨¦ticamente Ciudad del Para¨ªso y en su franja mar¨ªtima, conocida mundialmente como Costa del Sol. Y muestra de qu¨¦ manera el hechizo de su clima, de su luz, de sus paisajes mediterr¨¢neos y de sus gentes, o el devenir de su historia, han dejado una huella indeleble en la obra de esos ilustres visitantes o residentes venidos de los rincones m¨¢s insospechados del planeta en la creencia de que en esta zona del litoral andaluz habr¨ªan de ver cumplido aquel sue?o inalcanzable¡±, explica Lorenzo Saval, director de Litoral.
¡°Desde que en el siglo XIX los viajeros rom¨¢nticos del fr¨ªo norte europeo pusieran sus ojos en la herencia cl¨¢sica de Italia o Grecia y en el paisaje virgen y ex¨®tico de la arabizada Espa?a, han sido numeros¨ªsimos los artistas y escritores que recalaron en M¨¢laga y/o la evocaron en sus obras: Theofile Gautier, Richard Ford, Hans Christian Andersen, J.-Charles Davillier, Gustave Dor¨¦, Rub¨¦n Dar¨ªo, Rainer Maria Rilke, los poetas de la Generaci¨®n del 27, Buster Keaton, Salvador Dal¨ª y Gala Eluard, la colonia angloparlante en la M¨¢laga en guerra (Gerald Brenan, Gamel Woolsey, Sir Peter Chalmers-Mitchell, Marjorie Grice-Hutchinson), Norman Bethune, C¨¦sar Vallejo, Pablo Neruda, Arthur Koestler, George Orwell, Bertold Brecht, Ernest Hemingway, Orson Welles, Paul y Jane Bowles, Jean Cocteau, Maureen O¡¯Hara, Elizabeth Taylor, Frank Sinatra, Ava Gardner, Brigitte Bardot, Deborah Kerr, Peter Viertel, Sean Connery, algunos Beatles y Rolling Stones¡ Interminable lista que, gracias a la colaboraci¨®n de un gran elenco de especialistas en la materia (historiadores, hispanistas, escritores, periodistas, cr¨ªticos, arquitectos), tienen su punto de encuentro en estas p¨¢ginas, dando una respuesta sugestiva a aquella pregunta de Jos¨¦ Bergam¨ªn en la Litoral de los a?os 20: ?M¨¢laga existe?¡±, a?ade Saval.
Gentes como el personaje que recupera el arquitecto Salvador Moreno Peralta en su art¨ªculo Viaje a lo que se nos escapa, donde hace referencia a sir Peter Langworthy, m¨¢s conocido como El ingl¨¦s de la peseta por su dadivosa costumbre de dar este donativo a quien se lo solicitaba y verdadero descubridor de Torremolinos al montar el primer hotel del pueblo en su residencia del Castillo de Santa Clara a principios del siglo XX.
O artistas como Salvador Dal¨ª y su mujer Gala, quien protagoniz¨® el primer top less en las playas de Torremolinos all¨¢ por 1930; y escritores como el hispanista Gerald Brenan, que fue residente fijo en Churriana, o Ernest Hemingway, asiduo de Ronda por su amistad con el torero Antonio Ord¨®?ez y que de vez en cuando bajaba hacia la costa a visitar a los Davis, un matrimonio de multimillonarios que viv¨ªan en la finca La C¨®nsula, en Churriana.
Las visitas de Jean Cocteau de la mano de Edgar Neville a Marbella; los ¨²ltimos a?os de Jean Bowles en un hospital o la toma de contacto de Buster Keaton en M¨¢laga con los integrantes de la Generaci¨®n del 27 en el verano de 1930 son solo algunas de las muchas historias que recoge M¨¢laga, meeting point en sus casi 350 p¨¢ginas, n¨²mero que incluye numerosos textos, poemas, fotograf¨ªas y dibujos de estas personalidades que nacieron inspirados tras sus estancias por tierras malague?as.
¡°En ninguna parte de Espa?a me sent¨ª tan feliz y tan en casa como en M¨¢laga. Las costumbres de sus gentes, su temperamento, el ancho mar, todo ello, tan necesario y rico para m¨ª, lo encontr¨¦ all¨ª. Y es m¨¢s, encontr¨¦ algo todav¨ªa m¨¢s importante: gente amable y comprensiva¡±, dej¨® escrito Hans Christian Andersen tras su visita a M¨¢laga en 1862.
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