El Madrid se ahoga en Miribilla
Una exultante versi¨®n del Bizkaia (93-69) le permite sobrevivir en la Euroliga
El Bizkaia dej¨® claro ayer que sabe aprender de sus errores. El equipo de Fotis Katsikaris culmin¨® una intensa semana de enfrentamientos encadenados con el Real Madrid ofreciendo su versi¨®n m¨¢s consistente y peligrosa. Venci¨® a un gigante que entr¨® al Bilbao Arena con pies de barro y de premio se llev¨® recuperar opciones de alcanzar los cuartos de final de la Euroliga. Estaba llamado a ser un partido enfocado al detalle, orientado a un necesario control milim¨¦trico del rival, ya que ambos equipos hab¨ªan tenido suficientes ocasiones para cogerse la medida, pero al Bizkaia solo le hizo falta cerrar su defensa bajo siete llaves para anular a los de Pablo Laso desde el primer cuarto.
Los bilba¨ªnos hab¨ªan aprendido a golpes que deb¨ªan mantener la l¨ªnea defensiva bien tensa y el ataque lo suficientemente afilado como para no sufrir un varapalo como el del primer choque ante los de Laso, as¨ª que salieron concentrados y armados de un arrojo a prueba de bombas. Con Jackson plenamente conectado con la meta del d¨ªa, bajo su batuta florecieron dos triples de Mumbr¨² y Vasileiadis y varias canastas de Hervelle que dejaron el marcador en un imponente 10-0 como carta de presentaci¨®n. Lejos de reaccionar, los de Laso desorganizaron a¨²n m¨¢s su juego y acumularon una inesperada saca de puntos en contra. Solo un vers¨¢til Mirotic pareci¨® encontrar algo de luz en la selva tejida por los bilba¨ªnos.
El Madrid pronto trat¨® de imprimir una mayor velocidad a sus ataques y dominar los primeros segundos de sus ofensivas, pero Vasileiadis ten¨ªa el d¨ªa y corri¨® m¨¢s que ellos. Katsikaris decidi¨® dosificar a Jackson y Ra¨²l L¨®pez sali¨® en la misma onda que el base de Hartford: imparable ante la falta de acierto de los madrile?os, L¨®pez castig¨® a los de Laso con un triple al final del primer cuarto que dej¨® el marcador en un contundente 34-14.
Jaleados por la afici¨®n, extasiada ante el espect¨¢culo que ve¨ªan sus ojos, los bilba¨ªnos aprovecharon cada bal¨®n recuperado para alejarse en el marcador y someter al Madrid a su voluntad. Desnortados y ansiosos por encontrar las riendas del partido, los de Laso no pudieron evitar que a la fiesta del equipo bilba¨ªno en Miribilla se unieran Mavroeidis y Grimau.
En lo que fue, por trascendencia y ambiente, casi una eliminatoria, no hubo espacio para la calma y ante tanta intensidad, los detalles se revelaron decisivos.
El Madrid, que se sab¨ªa sin margen de error, se aferr¨® a las escasas canastas de Singler y Velickovic y pronto se vio con un 48-25 en el marcador y muy pocas ideas. Los de Laso repitieron los errores del pasado domingo en liga con el agravante del tremendo y creciente desnivel que reflejaba el marcador y el peso de la tambi¨¦n creciente confianza de los bilba¨ªnos, amantes de los desaf¨ªos de toda ¨ªndole.
En los bases estaba la clave. Arramados Sergio Rodriguez y Llul, objetivos b¨¢sicos de los de Katsikaris para tener opciones de supervivencia, el Bizkaia empez¨® a disfrutar del encuentro. Para el Madrid, la tarea estaba en anular la direcci¨®n de Jackson y Ra¨²l L¨®pez y de paso no dar cuerda al temible dueto formado D¡¯or Fischer y el base de Hartford. No lograron ninguna de las dos cosas.
Tras el descanso, cada uno de los jugadores bilba¨ªnos continu¨® mostrando su mejor versi¨®n mientras Laso rotaba y rotaba a los suyos con el ¨¢nimo de recomponer de alguna forma el puzle sin montar en que se hab¨ªa convertido su l¨ªnea defensiva. El nulo acierto de Pocius, Reyes y Llul ante la canasta hizo el resto. Solo Velickovic mantuvo el tipo.
Encerrados en una sima abismal, los madrile?os se dejaron morder en la yugular y apenas les qued¨® margen de movimiento. Con un 70-43 en el marcador, los bilba¨ªnos vieron c¨®mo dos triples de Singler y Velickovic amagaban con propiciar alg¨²n tipo de reacci¨®n madrile?a.
El susto les record¨® que relajar la defensa no era una opci¨®n y que minimizar los errores era m¨¢s que un deber. Un intercambio de triples de Carroll y Vasileiadis anim¨® el ¨²ltimo cuarto y la pareja D¡¯or Fischer-Jackson lo sentenci¨®.
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