Laboratorios de puertas abiertas
El proyecto de la fuente de neutrones y los materiales inteligentes centran las Jornadas de Investigaci¨®n de la UPV
¡°Investigaci¨®n. Innovaci¨®n. Sinergias¡±. Bajo este lema, la Facultad de Ciencia y Tecnolog¨ªa de la UPV inaugur¨® ayer la tercera edici¨®n de las Jornadas de Investigaci¨®n que celebra cada dos a?os. Con ese motivo, la universidad p¨²blica realiz¨® una visita guiada a los departamentos de Gen¨¦tica, Electricidad y Electr¨®nica y Qu¨ªmica F¨ªsica, que concentran algunos de los proyectos m¨¢s punteros que el centro tiene en marcha.
La universidad
En una nave industrial, el visitante se encuentra con los viveros de los bot¨¢nicos, los tanques de peces de los bi¨®logos marinos y un acelerador de part¨ªculas que solo fabrican tres empresas en todo el mundo. En este recinto se est¨¢ cocinando el proyecto que el Departamento de Electricidad y Electr¨®nica de la UPV lleva a cabo con el consorcio ESS-Bilbao: la fuente de neutrones. Al explicar su funcionamiento, el profesor Josu Jugo hace un s¨ªmil con el surf: ¡°La radiofrecuencia de tres megawatios que genera esta m¨¢quina ser¨ªa la ola, y el surfer, la part¨ªcula. Est¨¢ dise?ada para que la ola se sincronice al paso del surfer, que se va acelerando¡±.
V¨ªctor Etxebarria, director del departamento, muestra las instalaciones y destaca la multitud de piezas fabricadas por empresas vascas de Elgoibar, Trapagar¨¢n, Tolosa o Galdakao. El consorcio planea aplicar las investigaciones al campo de la biomedicina, la energ¨ªa y aplicaciones industriales como la neutrograf¨ªa, que usa los neutrones a modo de rayos X y demuestra mayor precisi¨®n con los materiales.
Y, precisamente, los materiales son el ¨¢mbito de estudio del segundo laboratorio que se pudo visitar ayer, en el Departamento de Qu¨ªmica F¨ªsica, que dirige Luis Le¨®n. En especial se centran en los materiales inteligentes, aquellos que modifican alguna de sus propiedades ante una respuesta externa y son capaces de generar una se?al.
Los cient¨ªficos experimentan aqu¨ª con pol¨ªmeros, cadenas de macromol¨¦culas que se van engarzando para crear nuevos materiales, principalmente pl¨¢sticos, y estudiar sus propiedades.
Le¨®n, de 60 a?os, lament¨® que en un grupo como el suyo, con tres d¨¦cadas de funcionamiento a las espaldas, ha habido jubilaciones pero no incorporaciones: ¡°Los investigadores j¨®venes se marchan porque aqu¨ª no hay plazas. Los que est¨¢n, o tienen beca por buen expediente o encadenan contratos eventuales que pagamos con los proyectos que nos van saliendo. Esto es como el deporte, necesitas patrocinadores¡±.
El laboratorio de Gen¨¦tica es la ¨²ltima parada. Uno de sus docentes, Alberto Vicario, explica que ¡°aqu¨ª el abordaje de los problemas no es tanto desde el punto de vista tecnol¨®gico como desde el de las preguntas¡±. Hay dos grupos de investigaci¨®n muy activos: el primero, donde trabaja Vicario, estudia los genes implicados en la desregulaci¨®n de los procesos de divisi¨®n celular con vistas a saber m¨¢s sobre el c¨¢ncer; el segundo investiga la caracterizaci¨®n gen¨¦tica de organismos con aplicaciones pr¨¢cticas como la pesquer¨ªa, ¡°para ver si las sardinas del Cant¨¢brico son de las buenas¡±, bromea.
A trav¨¦s de marcadores gen¨¦ticos, la caracterizaci¨®n permite especular sobre el origen del hombre. ¡°?Pero no estaba demostrado que vino de ?frica?¡±. La respuesta de Vicario vale para la ciencia en general: ¡°Siempre tratamos de llegar a una conclusi¨®n, pero la tecnolog¨ªa avanza y de las preguntas que cre¨ªamos respondidas surgen nuevas variantes¡±.
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