La campa?a de la fresa consolida la mano de obra local

La campa?a de la fresa, que en marzo tendr¨¢ el punto ¨¢lgido de recolecci¨®n del fruto, contar¨¢ esta temporada con un incremento de entre un 8% y un 10% de mano de obra local frente a la anterior. La crisis econ¨®mica est¨¢ provocando que trabajadores en desempleo y que proced¨ªan de sectores como el de la construcci¨®n miren hacia la agricultura como una salida laboral.

El pasado a?o se contrataron a unas 60.000 personas para la campa?a fresera, que dura de enero a junio, de las que unas 40.000 fueron locales. En las ¨²ltimas tres campa?as se viene registrando un aumento progresivo de la mano de obra nacional, entendida esta como trabajadores aut¨®ctonos, ciudadanos de la Uni¨®n Europea y otros residentes en Espa?a con permiso de trabajo, en detrimento de los braceros contratados en origen. El n¨²mero de contrataciones globales se prev¨¦ que sea similar al a?o pasado porque se siguen manteniendo las mismas hect¨¢reas plantadas (6.400 hect¨¢reas) ¡°Los empresarios tienen ya trabajadores que repiten de campa?as anteriores pero cuando se efect¨²an contrataciones nuevas, damos prioridad a los temporeros locales¡±, se?al¨® Rafael Dom¨ªnguez, gerente de la Asociaci¨®n de Productores y Exportadores de la Fresa, Freshuelva, que aglutina al 90% del sector en la provincia.

El a?o 2008 fue el ¨²ltimo en el que se registr¨® un importante n¨²mero de contrataciones en origen, alcanzando la cifra de 40.491. La mayor¨ªa proced¨ªa de Ruman¨ªa, con 20.634 contrataciones, seguida de Marruecos con 13.600. En 2009, al ser Ruman¨ªa pa¨ªs comunitario, solo se contrataron a 14.190 braceros de Marruecos. En 2010 las contrataciones en origen pasaron a formar parte de un cupo de reserva de 5.000 trabajadores de Marruecos, que fueron incorpor¨¢ndose al campo en funci¨®n de la demanda. Ese cupo de reserva se redujo el pasado a?o en 3.000 y este 2012, a pesar de que a¨²n la subdelegaci¨®n del Gobierno no ha autorizado la cifra oficial, el sector calcula que esa bolsa de reserva sea solo de entre 1.500 a 1.800 personas procedentes de Marruecos, el ¨²nico pa¨ªs no comunitario con el que se tiene un acuerdo para efectuar la contrataci¨®n en origen.

¡°Llevamos tres campa?as con mayor¨ªa de temporeros locales. Se trata de un proceso de adaptaci¨®n a esta coyuntura econ¨®mica motivada por la crisis¡±, se?al¨® Rafael Dom¨ªnguez. ¡°Hay gente que se ha adaptado bien y otras, en cambio, que han decidido regresar a sus anteriores sectores¡±, remarc¨® Dom¨ªnguez.

Isabel Mart¨ªn, una empresaria fresera de la empresa Agromart¨ªn de Lepe, certifica la tendencia de las ¨²ltimas campa?as. Esta empresa cuenta con 60 hect¨¢reas de frutos rojos y 90 ¨¢rboles frutales. ¡°En plena campa?a llegamos a dar empleo a unas 800 personas, la mayor¨ªa locales. Viene siendo as¨ª en los ¨²ltimos a?os¡±, destaca Isabel Mart¨ªn.

Javier G¨®mez Rivero, de 23 a?os, que ha sido operario de Astilleros de Huelva antes de su cierre, no descarta incorporarse a la campa?a de la fresa. ¡°Ya he trabajado en el campo en otras ocasiones y cuando no hay trabajo la agricultura es una salida¡±, se?al¨® Javier G¨®mez Rivero, que ha estado empleado como soldador en Astilleros durante un a?o.

Desde la Administraci¨®n auton¨®mica se trabaja en coordinaci¨®n con todos los agentes implicados, asociaciones empresariales, sindicatos y Administraci¨®n central para que la mano de obra no falte. El temor de los empresarios, desde que se est¨¢ dando prioridad a los locales, es que falte mano de obra en el momento culminante de la campa?a. ¡°Hay temporeros que cuando llegan los meses de abril y mayo y comienza la temporada tur¨ªstica, se cambian de sector o enlazan con otras campa?as en otros puntos del pa¨ªs¡±, record¨® Rafael Dom¨ªnguez. Por ello, es necesario para los empresarios contar con un cupo de reserva.

El proceso es el siguiente: Se cubre primero la mano de obra local (espa?oles y extranjeros comunitarios o con la documentaci¨®n en regla) y despu¨¦s se recurre, en caso necesario, a la contrataci¨®n en origen. Para la plantaci¨®n del fruto de esta temporada, una labor que se desarrolla en septiembre, no se autoriz¨® ning¨²n contrato en origen. En cambio, en la fase de plantaci¨®n de 2010 se emplearon a 860 jornaleros marroqu¨ªes. El a?o pasado fue la primera vez, desde hac¨ªa una d¨¦cada, que la plantaci¨®n se cubri¨® ¨²nicamente con mano de obra local.