"Aqu¨ª, nadie se sale con la suya"
Coincidencia en avanzar en la ¡°secularizaci¨®n de la pol¨ªtica¡±
Tras asumir que en medio del drama la mayor¨ªa de la sociedad vasca ha convivido con una naturalidad ¡°pasmosa¡±, los dos profesores apuestan por avanzar en la secularizaci¨®n de la pol¨ªtica, con ¨¦tica y m¨¢s t¨¦cnica.
P. El te¨®logo Rafael Aguirre afirma que ¡°en la visi¨®n del pasado nos jugamos la dignidad de nuestro futuro¡±. Mientras, unos siguen con pistolas y otros sin reconocer el da?o causado.
I. Z. Nuestra dignidad como pa¨ªs nos la hemos jugado cuando nos la ten¨ªamos que jugar, y era cuando ETA estaba matando. El da?o causado no lo van a reconocer m¨¢s de los que lo han hecho hasta ahora, que es muy poco, que es nada. Esperar a que se d¨¦ una especie de acto de contrici¨®n p¨²blico, es absurdo.
¡°Nos hemos jugado la dignidad de pa¨ªs cuando ETA estaba matando¡±
D. I. Salvo que quieran avanzar en las excarcelaciones.
I. Z. ?Bueno, bien!, pero ser¨¢ por imperativo legal, y si nos conformamos con esa ficci¨®n, ?pues vale!
P. Pero si no lo hacen c¨®mo es posible hablar de convivencia y de reconciliaci¨®n.
D. I. Ni siquiera nos hemos puesto en fase de duelo porque estamos pensando que ahora es un buen momento para que alguien justifique no se qu¨¦ o diga no s¨¦ cuantos. En cuanto a la convivencia, s¨ª hemos convivido cuando ETA mataba ochenta personas al a?o¡
P. Pero no era una convivencia normal...
I. Z. ?A ver!, la mayor¨ªa de la sociedad vasca ha convivido con una naturalidad pasmosa, ha negociado convenios, ha ido a las rebajas, de vacaciones¡o hemos ido. Al final, te adaptas y tienes que vivir. Aqu¨ª se viv¨ªa con cierta normalidad, y solamente los ¨²ltimos a?os, con lo de Ondartzen y su barbaridad de la socializaci¨®n del sufrimiento, hubo una extensi¨®n del acoso y m¨¢s sectores afectados. Pero aqu¨ª se viv¨ªa bien, hay que decirlo.
D. I. Incluso se podr¨ªa decir que ha habido grande acuerdos pol¨ªticos, una convivencia pol¨ªtica importante.
P. Tambi¨¦n en Francia, mucha gente vivi¨® bien durante la ocupaci¨®n alemana.
I. Z. Y bajo el franquismo como Mayor Oreja.
D. I. Pero aqu¨ª, en medio de una batalla dur¨ªsima, han sido posibles grandes acuerdos entre varios partidos. Ha habido gobiernos de coalici¨®n transversales durante a?os. Probablemente, en el sentido de conseguir articular acuerdos y desacuerdos, a la mejor resulta m¨¢s f¨¢cil que en Madrid o en Andaluc¨ªa.
¡°En medio de una batalla dur¨ªsima, aqu¨ª ha habido acuerdos pol¨ªticos¡±
I. Z. Estoy convencido de que en la pol¨ªtica partidaria hay mucho m¨¢s ruptura de convivencia en cualquier otro lado del Estado que aqu¨ª. En todo caso est¨¢ ese cuerpo extra?o, ese otro mundo de la IA que se va normalizando. Era otro mundo porque lo mir¨¢bamos con la frontera de la violencia. Pero por otra parte, tambi¨¦n, han gestionando ayuntamientos, tambi¨¦n se han dado acuerdos con ellos.
D. I. Incluso en la propia composici¨®n institucional del pa¨ªs, no s¨¦ si hay o no duplicidades, pero, desde luego, lo que hay es mucho contrapeso, y nos ha obligado, a todos, a transaccionar. Aqu¨ª, nadie se sale con la suya. Este es un pa¨ªs muy sabio y una sociedad bastante m¨¢s equilibrada de lo que aparenta. Adem¨¢s, en los cuatro partidos pol¨ªticos mayoritarios las cosas est¨¢n evolucionando bien para los sectores moderados. Y eso permite acuerdos a much¨ªsimas bandas, como el acuerdo de gobernabilidad de la comunidad que es compatible con que en los territorios haya otro tipo de mayor¨ªa.
P. ?Qu¨¦ mayor¨ªas pueden darse en el futuro Parlamento?
D. I. Creo que va a haber una mayor¨ªa nacionalista, pero al mismo tiempo si esa mayor¨ªa quiere conseguir un compromiso con el Estado para modificar el marco de autogobierno, eso requiere un tipo de transacci¨®n con los que no sean mayor¨ªa.
¡°Habr¨¢ mayor¨ªa nacionalista en el pr¨®ximo Parlamento vasco¡±
I. Z. Es posible intentar desequilibrar la sociedad y no me parecer¨ªa ilegitimo. Otra cosa es que me pareciera un error, un profundo error pol¨ªtico y que adem¨¢s est¨¢ abocado al fracaso. Algunos dir¨¢n desde el punto de vista nacionalista, y alguna raz¨®n tendr¨¢n, que algo de eso ha ocurrido en estos cuatro a?os. Ahora, estamos en un periodo nuevo y muy interesante, que ver¨¢ desaparecer esa incomodidad vital tremenda ante la posibilidad de ser asesinados.
D. I. El componente t¨¦cnico de la pol¨ªtica va a ser ahora m¨¢s reclamado por los ciudadanos. Vamos a empezar a pedir m¨¢s rendici¨®n de cuentas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.