El jarr¨®n chino de Calatrava
La columna dorada que Caja Madrid 'regal¨®' a la ciudad lleva casi un a?o sin funcionar. Mantenerla cuesta 150.000 euros anuales. Y el Ayuntamiento ni quiere ni puede pagarlos
El monumento que Santiago Calatrava dise?¨® para la ciudad de Madrid no es esa columna dorada inm¨®vil que entretiene la vista durante los atascos en plaza de Castilla. Lo que los madrile?os han dado en llamar obelisco era una obra a caballo entre la escultura y la ingenier¨ªa que cobraba sentido cuando se pon¨ªa en funcionamiento y las casi 500 lamas de bronce que recubren su fuste empezaban a moverse empujadas por motores hidr¨¢ulicos.
Cuando eso suced¨ªa, el monumento parec¨ªa girar sobre s¨ª mismo y cimbrear a la luz de unos potentes focos que lo iluminaban desde abajo. Pero eso ya no sucede. La primera obra de Calatrava en la capital, un regalo de Caja Madrid con ocasi¨®n del tercer centenario de la entidad, ya nunca se pone en marcha. Es demasiado caro. Un jarr¨®n chino que ha pasado de lucir a estorbar.
Mantener la columna y tenerla en funcionamiento varios d¨ªas a la semana cuesta m¨¢s de 150.000 euros al a?o, seg¨²n el concurso p¨²blico que sac¨® el Ayuntamiento de Madrid en diciembre pasado y de cuya tramitaci¨®n informa ahora la p¨¢gina web municipal con un lac¨®nico ¡°en evaluaci¨®n¡±.
En realidad el proceso est¨¢ parado. "Es m¨¢s caro de lo pensado", ha admitido el concejal de Cultura, Fernando Villalonga, que anunci¨® su intenci¨®n de ¡°revisar el proyecto¡± con Caja Madrid, ahora Bankia. Lo que el Ayuntamiento va a pedir a la entidad es que se haga cargo de los gastos o, al menos, que los comparta. El trato original consist¨ªa en que la entidad financiera pagaba el dise?o y la construcci¨®n de la obra y, una vez inaugurada, a finales de 2009, se la entregaba a la ciudad. Con el tiempo se ha visto lo envenenado de aquel car¨ªsimo regalo.
Las arcas p¨²blicas llevan pagados unos 40.000 euros en mantenimiento de la columna, seg¨²n fuentes municipales. Y eso gracias a no haberla puesto apenas en marcha (82 d¨ªas en 2010 y 45 en 2011). El monumento est¨¢ inerte desde abril del a?o pasado, con la excepci¨®n de Nochevieja y A?o Nuevo. La empresa que se ocupaba de la columna se cans¨® por los problemas del Consistorio madrile?o para pagar con puntualidad y se negaba a encenderlo, pero en Navidad el Ayuntamiento le "exigi¨®" al menos esos dos d¨ªas, explican estas fuentes.
Ahora es la empresa que conserva el resto de monumentos de la capital la encargada de incluir la obra de Calatrava en las rutas de vigilancia y echarle un vistazo al interior de vez en cuando. El Ayuntamiento ha llegado a consultar a los ingenieros si se podr¨ªa incluso inmovilizarla del todo.
¡°Un regalo simb¨®lico que deja constancia del agradecimiento y cari?o a la ciudad¡±, asegur¨® el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa durante la inauguraci¨®n del monumento, a la que acudieron el entonces alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y el Rey, pero no el arquitecto, que se excus¨® al estar en Am¨¦rica.
Sin embargo, fue un regalo a medias. No se sabe con exactitud cu¨¢nto cost¨® levantar la columna de 93 metros de altura y 230 toneladas. Caja Madrid se niega, a¨²n hoy, a revelar el dato. Al principio se habl¨® de un presupuesto de seis millones de euros, pero acab¨® dobl¨¢ndose, seg¨²n fuentes conocedoras del proyecto. A medida que avanzaba la construcci¨®n, y a la vista de c¨®mo se iba encareciendo, la entidad pidi¨® al Ayuntamiento que lo ¡°cofinanciaran¡±.
El acuerdo no consist¨ªa en que Madrid pusiera dinero. Lo que hizo la caja fue rebajar la inyecci¨®n econ¨®mica que su fundaci¨®n destinaba a planes culturales y de protecci¨®n del patrimonio de la capital mediante diferentes convenios. En lugar de eso, destin¨® esas cantidades a la columna. Las fuentes consultadas hablan de entre tres y seis millones de euros que dejaron de financiar proyectos culturales y de restauraci¨®n de monumentos y se emplearon en levantar la obra de Calatrava.
Una columna que deb¨ªa haber sido algo m¨¢s alta, 120 metros, pero que se tuvo que redise?ar a causa de la dificultad del subsuelo, con t¨²neles de metro y galer¨ªas de servicio. Finalmente se construy¨® sobre tres patas de acero que quedan escondidas bajo una estructura met¨¢lica y una losa de hormig¨®n.
Habr¨¢ que acostumbrarse a ver el obelisco est¨¢tico, como mucho brillando cuando el sol se refleja en sus l¨¢minas de bronce cubiertas de pan de oro. Las conversaciones con Caja Madrid pueden ir para largo y la econom¨ªa de la ciudad no est¨¢ para contoneos art¨ªsticos. ¡°Es un lujo que la sociedad no puede entender¡±, asegura la directora general de Patrimonio Cultural de la capital, Carmen Rojas, encargada de mantener el monumento hasta que se resuelva qu¨¦ hacer con ¨¦l y, sobre todo, qui¨¦n lo paga.
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