Acostumbr¨¢ndonos
Si Catalu?a fuera prioritaria para el PP, la ministra Pastor no habr¨ªa resucitado el corredor ferroviario central
Lo dijo el otro d¨ªa Alicia S¨¢nchez-Camacho, con el tono entre enf¨¢tico y amenazador que caracteriza sus comparecencias p¨²blicas: ¡°A quien le moleste que el PP sea determinante en Catalu?a, que se vaya acostumbrando¡±. Puesto que la autora de la conminatoria frase es ¡ªas¨ª lo proclamaba este mismo diario en fecha reciente¡ª ¡°la mujer m¨¢s poderosa de Catalu?a¡±, no habr¨¢ m¨¢s remedio que obedecerla. Pero, ?qu¨¦ es exactamente aquello a lo que debemos acostumbrarnos?
Si comparamos la relaci¨®n entre los Gobiernos minoritarios de Converg¨¨ncia i Uni¨® y el PP catal¨¢n en 2000-2003 y ahora, las diferencias son fundamentalmente dos. En los ¨²ltimos a?os del presidente Pujol, la agenda legislativa era m¨¢s surtida, y ello permit¨ªa a CiU ¡ªcon seis diputados menos que hoy¡ª vertebrar mayor¨ªas variables seg¨²n cu¨¢l fuese el asunto que aprobar, aun teniendo en el PP el aliado principal.
Ahora, en cambio, bajo el peso de la crisis econ¨®mica, el men¨² pol¨ªtico catal¨¢n tiene un solo plato (recortes, ahorros, tasas, restricciones de gasto¡) y, dado que las izquierdas se niegan a asumir responsabilidad ni coste alguno en tal materia, el Ejecutivo de Mas se encuentra con el PP como ¨²nico socio parlamentario posible en pr¨¢cticamente todas las votaciones.
La otra y m¨¢s grande diferencia es¡ el presupuesto de vestuario, maquillaje y peluquer¨ªa de la se?ora S¨¢nchez-Camacho, que multiplica al menos por cien el de Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz una d¨¦cada atr¨¢s. Mientras el bueno de Alberto sosten¨ªa a Pujol casi desde la invisibilidad y se eclipsaba siempre ante sus superiores madrile?os ¡ªpero condicion¨® a la federaci¨®n en asuntos cruciales: he aqu¨ª por qu¨¦ CiU no pudo encabezar la reforma del Estatuto, y cedi¨® esa bandera a las izquierdas¡ª, Alicia, en cambio, consigue aplazar unos meses la vigencia de ciertas tasas y lo presenta como la victoria de Austerlitz, con ella, off course, en el papel de Napole¨®n.
El presupuesto de vestuario, maquillaje y peluquer¨ªa de? S¨¢nchez-Camacho? multiplica al menos por cien el de Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz una d¨¦cada atr¨¢s
Tal escenificaci¨®n inquieta a los convergentes, claro, y permite a las izquierdas, poni¨¦ndose melodram¨¢ticas, hacerle el caldo gordo al af¨¢n de protagonismo de Alicia: ¡°Mas ha entregado Catalu?a a Rajoy y a S¨¢nchez Camacho¡±, asevera el socialista Pere Navarro con adem¨¢n calderoniano. Pero ello no impresiona demasiado all¨ª donde el PPC se juega su posible crecimiento electoral: ¡°Sorprende que a CiU le salga casi gratis el apoyo del PP¡±, editorializaba El Mundo la pasada semana, antes de subrayar que los populares no hab¨ªan siquiera hecho valer ¡°el derecho a la ense?anza en espa?ol¡±; Albert Rivera, por su parte, ha acusado al PP catal¨¢n de ¡°vender a sus electores¡± y de pactar ¡°m¨¢s nacionalismo¡±.
La misma tendencia a la sobreactuaci¨®n, a la hip¨¦rbole gestual y declarativa, ha exhibido la l¨ªder popular a la hora de explicar c¨®mo le fue en el congreso del pasado fin de semana en Sevilla: presidenta del comit¨¦ electoral nacional. Suena bien, s¨ª, y adem¨¢s conlleva despacho en G¨¦nova 13. Pero, m¨¢s all¨¢ de las tarjetas de visita que sin duda ya ha encargado, ?alguien cree que ser¨¢ ella quien decida las futuras candidaturas del PP, por delante de Arenas, De de Cospedal, de S¨¢enz de Santamar¨ªa¡? ?Es por ventura a ella a quien deben sus cruciales cargos en La Moncloa los catalanes Jorge Moragas, Jos¨¦ Luis Ayll¨®n o Alfonso de Senillosa? ?Acaso fue ella la que propuls¨® a Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz al Ministerio del Interior?
Influir sobre el Gobierno central, ejercer de intermediaria entre los intereses catalanes y el Madrid oficial ¡ªel viejo sue?o de todos sus predecesores en la calle de Urgell¡ª significa algo m¨¢s que practicar el arte de la photo opportunity en los despachos ministeriales de la corte, bastante m¨¢s que ametrallar con palabras tan altisonantes como huecas a los medios de comunicaci¨®n. Si S¨¢nchez-Camacho influyese de veras en el Gobierno de Rajoy, si Catalu?a fuese por fin prioritaria para el PP estatal, la ministra Ana Pastor no habr¨ªa resucitado el otro d¨ªa el proyecto del corredor ferroviario central, por ejemplo. De manera, querida Alicia, que menos lobos.
Joan B. Culla i Clar¨¤ es historiador.
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