Huelga en el Castell¨®n por el impago de sueldos a los jugadores
El club no se presenta en el acto de conciliaci¨®n con la plantilla La deuda con los jugadores alcanza tres mensualidades
La buena disposici¨®n, la paciencia de los jugadores del CD Castell¨®n, tuvo su l¨ªmite este mi¨¦rcoles cuando ni Fernando Miralles, oficialmente el presidente, ni nadie en representaci¨®n del club de la capital de La Plana, se person¨® en el acto de conciliaci¨®n con la plantilla, a la que se les adeuda tres mensualidades. Ante la omisi¨®n de las obligaciones contractuales, los futbolistas del Castell¨®n han convocado una huelga para el pr¨®ximo domingo en el partido que les enfrenta al Llosa. ¡°Exigimos lo que se nos debe. A d¨ªa de hoy son tres mensualidades y con otra promesa no nos van a convencer¡±, razon¨® Aar¨®n Torl¨¢, el capit¨¢n del equipo.
La incomparecencia supondr¨ªa la p¨¦rdida del partido (3-0) y una sanci¨®n a?adida de tres puntos. De persistir la huelga, el Castell¨®n perder¨ªa por segundo a?o consecutivo una categor¨ªa, lo que le situar¨ªa en el f¨²tbol regional. ¡°Si no hay ninguna novedad en el tema de los pagos, no se disputar¨¢ el partido este fin de semana¡±, amenaz¨® Torl¨¢ en nombre de toda la plantilla que esperar¨¢n la respuesta del club ¡°hasta cinco minutos antes del partido¡±.
Nada es nuevo en el Castell¨®n. Terminada la pasada temporada, la entidad albinegra no pudo hacer frente a una deuda cercana al medio mill¨®n de euros contra¨ªda con la plantilla, lo que le cost¨® el descenso administrativo de Segunda B a Tercera. La sociedad Castellnou 2005, propiedad de Jos¨¦ Manuel Osuna, representante de jugadores, y Antonio Blasco, expresidente del Levante, poseen la mayor¨ªa de acciones del club de Castalia desde mayo del 2005, cuando desembolsaron 2,2 millones de euros a Antonio Bonet, por entonces ¨²nico due?o de la entidad castellonense. En el precio ven¨ªa incluido el regalo del ascenso a Segunda tras nueve temporadas en el pozo de la Segunda B.
En un momento de bonanza econ¨®mica, Osuna y Blasco pretend¨ªan relanzar a un club hist¨®rico para poder negociar una futura venta con plusval¨ªa. No hab¨ªa altruismo ni pasi¨®n por el Castell¨®n. A Osuna, de paso, el Castell¨®n le serv¨ªa para colocar a sus futbolistas representados. Cuatro temporadas les dur¨® la estrategia. Las idas y venidas de jugadores y t¨¦cnicos depreciaron paulatinamente el potencial del Castell¨®n hasta llevarlo al descenso a Segunda B en la temporada 2009-2010. Devaluado el Castell¨®n y en plena crisis econ¨®mica, sin el amparo de las instituciones y con el descenso a Tercera Divisi¨®n el pasado curso debido a los impagos, Castellnou 2005 no ha podido deshacerse de un club con deudas y con m¨¢s pasado que presente, empecinados en recuperar la inversi¨®n de un negocio en ruinas.
La llegada el pasado verano de Fernando Miralles a la direcci¨®n del club con una supuesta opci¨®n de compra, no ha sido m¨¢s que una cortina de humo. Osuna y Blasco siguen siendo los due?os del Castell¨®n y Miralles un subapoderado. Sin nadie que aporte soluciones de urgencia, el hist¨®rico Castell¨®n est¨¢ abocado a la desaparici¨®n.
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