Alarma ac¨²stica en Centro
El Ayuntamiento ultima un plan en el distrito Centro contra el ruido La normativa enfrenta a hosteleros y vecinos por adelantar una hora el cierre
Leche de pantera. Agua de Valencia. Dos minis de cerveza, 700 pesetas. Cabezas rapadas. Palizas y navajazos de vez en cuando. Bienvenidos a los bajos de Aurrer¨¢, a?os noventa, una zona de ocio que forma parte de la educaci¨®n sentimental de varias generaciones de adolescentes, que quer¨ªan ser el pirata cojo al que cantaba Joaqu¨ªn Sabina y terminaban vomitando o ensayando sus primeros escarceos amorosos en alg¨²n portal. Fundido a negro.
Veinte a?os despu¨¦s. La ciudad ha cambiado casi por completo, excepto quiz¨¢ en el hecho de que la sigue gobernando el Partido Popular. El Ayuntamiento decide probar en Aurrer¨¢ una normativa pionera para combatir el ruido. Hace tiempo que esa ¨¢rea no sale en los peri¨®dicos por el esc¨¢ndalo o las reyertas, pero eso no significa que la situaci¨®n haya mejorado. ¡°Antes esta zona no val¨ªa nada, nadie quer¨ªa vivir aqu¨ª, estaba lleno de j¨®venes haciendo botell¨®n y eso alejaba a los clientes habituales. Ten¨ªa una fama mal¨ªsima. No ven¨ªa nadie¡±, asegura Eduardo Molet, presidente de la Asociaci¨®n de Comerciantes y Pymes del distrito de Chamber¨ª. ¡°La normativa contra el ruido perjudic¨® enormemente a los bares de copas y discotecas, pero ha beneficiado mucho a la zona¡±, a?ade.
El Gobierno municipal dirigido entonces por Alberto Ruiz-Gallard¨®n, con la actual alcaldesa, Ana Botella, como responsable de Medio Ambiente, declar¨® zona de protecci¨®n ac¨²stica especial las seis manzanas ubicadas entre las calles de Hilari¨®n Eslava, Rodr¨ªguez San Pedro, Guzm¨¢n el Bueno y Fernando el Cat¨®lico. Entre otras medidas (detalladas en la pieza anexa), adelant¨® el cierre de los bares y discotecas, oblig¨® a los hosteleros a contar con un n¨²mero m¨ªnimo de plazas de aparcamiento, y congel¨® la concesi¨®n de nuevas licencias para locales.
¡°Se produjo una mejor¨ªa notable, el ruido ya no es motivo de conflicto permanente entre vecinos y hosteleros. La zona ha perdido intensidad de uso, la clientela [de ocio nocturno] se ha ido a otros lugares. Pero, adem¨¢s del control municipal, tambi¨¦n pueden haber influido motivos coyunturales como que ya no est¨¦ de moda¡±, cuenta Paco, de la Asociaci¨®n de Vecinos El Organillo.
Los l¨ªmites de ruido nocturno
La ordenanza aprobada hace un a?o proh¨ªbe superar de 11 de la noche a siete de la ma?ana un l¨ªmite que oscila entre 45 decibelios en ¨¢rea residencial y 53 en una zona ¡°recreativa¡± y ¡°ruidosa¡±. ¡°En actos de especial proyecci¨®n¡± se puede ¡°modificar o suspender¡± la limitaci¨®n, como sucede durante el Orgullo Gay.
Se considera zona de contaminaci¨®n ac¨²stica alta aquella en la que se superan por 10 o m¨¢s decibelios estos l¨ªmites. La zona moderada es aquella en la que se rebasan por entre cinco y 10 decibelios. Es zona baja cuando no se llega a cinco.
El Ayuntamiento no tiene o no quiere hacer p¨²blico a¨²n su balance sobre el a?o y medio que lleva en marcha la iniciativa, pero parece satisfecho, puesto que en dos semanas anunciar¨¢ su extensi¨®n al distrito Centro. ¡°Para seguir afianzando la conciliaci¨®n del derecho al ocio y del derecho de los vecinos al descanso, se ha cartografiado el ruido del ocio nocturno en Centro, especialmente en los barrios de Chueca, Latina, Huertas y Malasa?a. Tambi¨¦n est¨¢n muy avanzados los trabajos para declarar en el distrito una Zona de Protecci¨®n Ac¨²stica Especial e impulsar medidas asociadas, similares a las de Aurrer¨¢¡±, asegur¨® el responsable de Medio Ambiente, Antonio de Guindos.
El distrito Centro no son las seis manzanas de Aurrer¨¢. Son 524 hect¨¢reas y 150.000 habitantes en los barrios de Palacio, Embajadores, Cortes, Justicia, Universidad y Sol. Ha sido el ¨¢rea m¨¢s mimada por el Ayuntamiento en los ¨²ltimos a?os, sobre todo en lo que ata?e a la densidad de tr¨¢fico (que supone hasta el 80% del ruido), con medidas como la peatonalizaci¨®n de calles y plazas (Callao, Arenal, Fuencarral) o la implantaci¨®n de ¨¢reas de prioridad residencial (por las que solo los vecinos pueden circular).
El distrito Centro es, adem¨¢s, el coraz¨®n tur¨ªstico de la ciudad en lo que a ocio nocturno se refiere: alberga las zonas de copas de Huertas, Alonso Mart¨ªnez, Malasa?a o Chueca. La Asociaci¨®n de Empresarios de Ocio Nocturno est¨¢ dispuesta a aceptar una normativa contra el ruido que incluya una moratoria en la apertura de nuevos locales, ¡°pero no como un ataque sino buscando un acuerdo¡±. Su portavoz, Vicente Pizcueta, est¨¢ ¡°satisfecho¡± por la ¡°receptividad¡± del Ayuntamiento, con el que mantiene ¡°intensos contactos¡± desde hace a?os. Pero marca sus l¨ªneas rojas: ¡°No contemplamos que aplique ning¨²n recorte de horarios. Obligar a cerrar una hora antes, a las 2.30, ser¨ªa una medida desproporcionada. Esa es la hora de actividad de estos locales, si se la quitas desaparecen, es su muerte empresarial. Con una ca¨ªda del 30% de la actividad econ¨®mica, no hay margen para restringir la actividad comercial¡±.
¡°El Ayuntamiento nos ha asegurado que no se aplicar¨¢ un recorte de horarios¡±, asegura Juan Jos¨¦ Blardony, director de La Vi?a, la principal asociaci¨®n regional de hosteleros. La secretaria general de la Federaci¨®n de Comercio, Hosteler¨ªa y Turismo de UGT, Mar¨ªa Jos¨¦ Tajuelo, conviene en que se trata de un asunto ¡°delicado¡± que obliga a conciliar las medidas medioambientales con los intereses econ¨®micos.
¡°Son los intereses de cuatro empresarios contra los de decenas de miles de vecinos¡±, tercia un portavoz de la Plataforma Vecinal Madrid Centro, que agrupa a las asociaciones de las Cavas-Costanillas, Chueca, ?pera-Austrias, Plaza Mayor y Plaza de Santa Ana. ¡°Nos reunimos en oto?o con De Guindos, entonces n¨²mero dos de Botella en Medio Ambiente. Desde entonces, hemos pedido un nuevo encuentro pero el Ayuntamiento no nos ha recibido. As¨ª que hemos tomado la iniciativa¡±, a?ade. La plataforma ha elaborado una propuesta de zona de protecci¨®n ac¨²stica que, entre otras medidas, busca adelantar una hora el cierre de locales y terrazas en las ¨¢reas de m¨¢xima saturaci¨®n de ocio, la denegaci¨®n de nuevas licencias, la vigilancia para que no se produzca carga y descarga en horario nocturno, y la regulaci¨®n de las actividades musicales en calles y plazas.
La plataforma vecinal asegura que, en una reuni¨®n celebrada hace meses con la ahora alcaldesa y entonces delegada de Medio Ambiente, le transmitieron que el modelo tur¨ªstico de la ciudad no puede pasar sobre todo por la tr¨ªada ¡°cutre¡± de ¡°copas baratas, terrazas y sol¡±. ¡°No puedo estar m¨¢s de acuerdo¡±, cuenta el portavoz que respondi¨® Ana Botella. Las asociaciones vecinales lo tienen claro: ¡°El inter¨¦s comercial de cuatro no puede imponerse a los derechos fundamentales de los ciudadanos¡±. Y esgrimen otro argumento: ¡°Todos somos iguales ante la ley: si en Aurrer¨¢ se han aprobado esas medidas, nosotros tambi¨¦n las queremos¡±.
Los empresarios sostienen que, si un local tiene licencia, es porque cumple la normativa de insonorizaci¨®n, y por tanto no se le puede exigir m¨¢s. ¡°Si se les pide la luna, te cargas todos los establecimientos. La Administraci¨®n debe hacer un uso proporcional de las herramientas jur¨ªdicas a su alcance¡±. Sin embargo, s¨ª reconocen algunos de los problemas esgrimidos por los vecinos.
Por ejemplo, el botell¨®n. ¡°La normativa regional no es eficaz¡±, admite la Asociaci¨®n de Empresarios de Ocio Nocturno. O la jarana que organizan a la puerta de bares de copas y discotecas los que esperan turno para entrar, los que se resisten a terminar la fiesta y los que han hecho una pausa para fumar. ¡°?ltimamente lo que molesta a los vecinos son los botellones an¨¢rquicos y el descontrol a la puerta de los locales, donde hay mucho ruido y a veces episodios de violencia¡±, se?ala la asociaci¨®n El Organillo de vecinos de Chamber¨ª.
Los hosteleros alegan: ¡°Los establecimientos no son molestos per se, otra cosa es que haya concentraciones en la calle que puedan ser molestas y que el Ayuntamiento tenga que tomar las medidas consecuentes. El tema del tabaco es complicado, pero cre¨ªamos que ser¨ªa peor, no resulta alarmante, no hay un verdadero problema de ruido¡±, explica Juan Jos¨¦ Blardony. ¡°Somos los primeros interesados en que no haya jaleo en la puerta de los locales porque sabemos las consecuencias. Pero es complicado evitarlo, as¨ª que apelamos a la educaci¨®n de los ciudadanos¡±, concluye.
La normativa contra el ruido adoptada en los bajos de Aurrer¨¢ inclu¨ªa una medida espec¨ªfica para reducir la densidad de tr¨¢fico en la zona: obliga a los establecimientos hosteleros a reservar un n¨²mero de plazas de aparcamiento para sus clientes en garajes del mismo edificio u otros cercanos. Eso, seg¨²n los comerciantes, provocaba situaciones de picaresca reconocidas presuntamente incluso por el propio Ayuntamiento. ¡°Hay un restaurante en Chamber¨ª, por ejemplo, al que se le est¨¢n pidiendo 23 plazas de aparcamiento¡±, se?ala el director de la asociaci¨®n de hosteleros La Vi?a. ¡°No es l¨®gico. ?Para qu¨¦ se exige eso, para negar la licencia de funcionamiento? Adem¨¢s, esas medidas van en contra de la pol¨ªtica municipal de incentivar el transporte p¨²blico: si le decimos a los clientes que podr¨¢n aparcar aqu¨ª, vendr¨¢n en coche¡±, a?ade Juan Jos¨¦ Blardony. La Asociaci¨®n de Empresarios de Ocio Nocturno a?ade otro argumento: "Es una medida parad¨®jica. ?C¨®mo vamos a promover que la gente venga en coche a los bares en los que va a consumir alcohol? A ver de d¨®nde se sacan adem¨¢s las plazas de aparcamiento en las calles de Huertas o Malasa?a, por ejemplo", explica Vicente Pizcueta.
Las medidas concretas del plan municipal se conocer¨¢n en dos semanas. Luego se abrir¨¢n a debate p¨²blico para intentar conciliar a vecinos y hosteleros. Como cantaba Joaqu¨ªn Sabina, en aquellos tiempos de los bajos de Aurrer¨¢, quiz¨¢ sea posible ¡°con un poco de imaginaci¨®n¡±, probando ¡°a colarse en el traje y la piel de otros hombres¡±.
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