?Irregularidades o sobrecostes?
La contraofensiva de Iberm¨¢tica, las reticencias pol¨ªticas y las dudas del fiscal jefe diluyen el impacto del ¡®caso Justicia¡¯. Mendia y Cinto se mantienen firmes
Sentada en su despacho de directora de Relaciones Sociales, Estudios y Modernizaci¨®n del Ararteko, en Vitoria, Inmaculada de Miguel le¨ªa pausadamente aquel martes, 7 de febrero, uno a uno los 31 folios que le hab¨ªan hecho llegar a la misma hora que al otro lado de la ciudad alavesa la portavoz del Gobierno vasco, Idoia Mendia, con la copia original de los documentos, le atribu¨ªa sin citar su cuota de responsabilidad en la comisi¨®n de presuntas irregularidades cifradas en 23 millones de euros. De Miguel demostraba as¨ª que a?os despu¨¦s de irse sigue disponiendo de tent¨¢culos suficientes en el departamento de Justicia, sobre todo cuando m¨¢s los necesita. ¡°Ha mandado mucho¡±, admiten en el grupo donde ¡°ponen la mano en el fuego de que no se ha llevado un duro¡±.
Tres semanas despu¨¦s de estallar este esc¨¢ndalo, aquellas miradas inicialmente inquisitoriales hacia De Miguel y Ana Molina Alderagai ¡ªsu persona de confianza en el per¨ªodo inventariado, 2000 a 2009¡ª y que volv¨ªan a poner en entredicho supuestas connivencias pol¨ªticas y empresariales dentro de la ¨®rbita nacionalista, se antojan ya menos agresivas, a excepci¨®n, claro, de la parte acusadora, el departamento de Justicia que mantiene con pruebas su denuncia.
Algunos partidos han recibido un ¡®pendrive¡¯ con las investigaciones
?A qu¨¦ responde este giro? Los acusados medi¨¢ticamente han decidido dar un paso adelante tras conocer el alcance de las pruebas, a su juicio ¡°inconsistentes¡±, de que dispone el Gobierno y que algunos partidos ya les han entregado. ¡°No me puedo creer que todo lo que se ha montado es por esto que viene en este pendrive que nos han dado¡±, admit¨ªa un parlamentario muy reacio a hincar el diente pol¨ªtico tras esta denuncia. Un primer estudio somero de algunos expedientes aplac¨®, por ejemplo, los ¨ªmpetus de ir a una comisi¨®n de investigaci¨®n del ¨²nico parlamentario de EA, Juanjo Agirrezabala, que en un principio fue interpretado como un ajuste de viejas cuentas entre sectores de este partido. En el PP ocurri¨® lo mismo: una vez que conocieron los primeros datos ya tienen claro que no ahondar¨¢n en la investigaci¨®n pol¨ªtica.
A esta sensibilizaci¨®n tambi¨¦n han contribuido con sus contactos directos Inmaculada de Miguel y el exconsejero Joseba Azkarraga, quien se considera ¡°linchado¡± por los medios de comunicaci¨®n aunque su nombre no aparece en ninguno de los numerosos documentos que avalan la investigaci¨®n.
A medida que hab¨ªa desfases se hac¨ªa otro presupuesto para cubrirlo
Por todo ello es f¨¢cil de entender que las dudas tambi¨¦n se hayan apoderado del fiscal superior del Pa¨ªs Vasco, Juan Calparsoro, competente en este caso. Cuando se revel¨® el supuesto esc¨¢ndalo, Calparsoro no tuvo reparos en reconocer p¨²blicamente la consistencia de la denuncia, que se sosten¨ªa en una investigaci¨®n liderada por dos representantes de la carrera judicial como son Txema F¨ªnez, ya desaparecido, y Mar¨ªa Victoria Cinto, ambos viceconsejeros de Justicia. Sin embargo, ya nada es igual siquiera para el propio Calparsoro. Su ¨²ltima decisi¨®n encaminada a la toma de declaraciones mediante un proceso de secreto sumarial que incluso deja abierta la puerta a la posibilidad de un archivo de la causa alienta al grupo de aludidos.
?No se ve delito? Con el paso de los d¨ªas, fuera de la consejer¨ªa de Justicia, tomo cuerpo la idea de que se ha asistido a un ¡°descontrol¡± en el pago de ¡°demasiados desfases entre lo que se presupuestaba, se adjudicaba y lo que finalmente se pagaba¡± y que ha llegado a ¡°importantes sobrecostes¡±, imposibles ahora de cuantificar hasta que no se asista a un procedimiento pericial dentro del proceso. De hecho, hay quien se atreve a explicar de manera coloquial el procedimiento seguido por De Miguel y Molina: ¡°a medida que se iban descubriendo sobrecostes sobre lo presupuestado, se volv¨ªa a presupuestar para que siguiera el proyecto de este momento, se dotaba de m¨¢s cantidad y as¨ª se iban acumulando euros y euros imprevistos¡±.
En Justicia, sin embargo, ven mucho m¨¢s. Cinto ya se lo dijo bien claro a una sorprendida De Miguel cuando ambas conversaron ¡°como grandes amigas¡±, una vez que las primeras desviaciones hab¨ªan sido detectadas. Precisamente este tono tan afectuoso entre la denunciante y la acusada, que alguno ha calificado de ¡°rosa¡±, tampoco ha ayudado a consolidar la sospecha.
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