Los obispos se quedan en un consenso de m¨ªnimos ante sus diferencias
Los prelados instan a las v¨ªctimas de la banda a ofrecer un perd¨®n ¡°liberador¡±
La homil¨ªa conjunta que los tres obispos vascos leyeron ayer por separado en sus respectivas di¨®cesis refleja apenas el consenso de m¨ªnimos al que los prelados han podido llegar despu¨¦s de ser incapaces de elaborar una pastoral com¨²n, dadas las diferencias abiertas en el seno de la Iglesia de Euskadi sobre el proceso de reconciliaci¨®n tras el final de la violencia de ETA. Supuso m¨¢s una respuesta al pronunciamiento p¨²blico sobre el cese definitivo del terrorismo que se les ven¨ªa reclamando desde distintos sectores que una toma de posici¨®n firme y convencida.
El texto ¡ªpoco m¨¢s de cuatro folios firmados por los obispos de Bilbao, Mario Iceta; San Sebasti¨¢n, Jos¨¦ Ignacio Munilla, y Vitoria, Miguel Asurmendi¡ª reclama la definitiva desaparici¨®n de la banda. Y a sus miembros ¡ª¡°quienes han da?ado y ofendido al pr¨®jimo¡±, cita la homil¨ªa¡ª los insta al ¡°arrepentimiento verdadero¡± y a la ¡°petici¨®n sincera¡± de perd¨®n.
Las claves del texto
- "El anuncio de ETA (...) ha sido acogido por nosotros y por la sociedad con satisfacci¨®n y esperanza, pero continuamos deseando y demandando su definitiva desaparici¨®n".
- "Los senderos de la verdad y de la justicia constituyen el itinerario para una reconstrucci¨®n moral y social".
- "Pedimos a Dios que quienes han da?ado y ofendido al pr¨®jimo sientan su llamada al arrepentimiento verdadero y a la petici¨®n sincera de perd¨®n".
- "Tambi¨¦n rogamos a Dios que a quienes han experimentado la agresi¨®n y todo tipo de violencia f¨ªsica o moral les conceda la gracia de poder ofrecer este perd¨®n sanador y liberador que, sin anular las exigencias de la justicia, la supera".
No es la ¨²nica alusi¨®n al perd¨®n en la homil¨ªa, titulada Busca la paz y corre tras ella. Zorionekoak bakegileak, que solo cita directamente a ETA en una ocasi¨®n. Los prelados piden tambi¨¦n a las v¨ªctimas ¡ª¡°quienes han experimentado la agresi¨®n y todo tipo de violencia f¨ªsica o moral¡±¡ª que concedan un ¡°perd¨®n sanador y liberador¡± que, ¡°sin anular las exigencias de la justicia, las supera¡±.
A finales de enero, Munilla avanz¨® que los tres prelados preparaban una pastoral conjunta sobre el final del terrorismo que con el paso de las semanas se ha ido posponiendo sin fecha, ante la imposibilidad de consensuar un texto, finalmente reducido a la homil¨ªa de ayer. Su anuncio no fue sino una declaraci¨®n de intenciones que se antoja complicada de llevar a la pr¨¢ctica ante esa diferencia de sensibilidades, en una Iglesia que ayer volv¨ªa a ofrecerse como ¡°servidora de la reconciliaci¨®n¡±.
La divisi¨®n refleja
¡°El final del terrorismo nos ha dejado una especie de camisa rota que no basta con meter en la lavadora y listo. Hay que retejerla y eso lleva tiempo¡±, asegura un veterano sacerdote, consciente de la dificultad que va a conllevar la redacci¨®n de un texto que, si llega, tiene garantizada su condici¨®n de pol¨¦mico.
En la demanda de disoluci¨®n de ETA y la necesidad de que los terroristas pidan perd¨®n a sus v¨ªctimas ¡°todos estamos de acuerdo, pero para abordar la reconciliaci¨®n es necesario hablar de otras muchas cuestiones m¨¢s vidriosas¡±, advierte otro destacado miembro de la comunidad eclesial vasca. Como cr¨ªtica a ese ¡°silencio¡± episcopal que se viv¨ªa, el sector cr¨ªtico de la di¨®cesis vizca¨ªna ya impuls¨® en diciembre su propio encuentro sobre la paz. Desde el sector oficial parece dif¨ªcil llegar m¨¢s all¨¢ del texto le¨ªdo ayer.
La dificultad de redactar una pastoral conjunta muestra no solo las diferencias sobre el final del terrorismo en la Iglesia vasca, sino tambi¨¦n la distinta relaci¨®n que Iceta y Munilla mantienen con sus respectivas comunidades de fieles y sacerdotes. Ambos recalaron en sus di¨®cesis en 2010 con el objetivo com¨²n de reconducirlas hacia postulados m¨¢s conservadores y alejados del activismo social que las hab¨ªa caracterizado, sin renunciar de paso a un distanciamiento del nacionalismo.
Su distinto talante, sin embargo, no ha tardado en evidenciar sendas formas de gesti¨®n. Mientras Iceta ha sabido adaptarse con flexibilidad a su comunidad eclesial, sin imponer su criterio ni cambios dr¨¢sticos, Munilla no ha logrado evitar el conflicto que hab¨ªan adelantado los detractores a su designaci¨®n.
El prelado donostiarra se ha mostrado desde su elecci¨®n convencido de la necesidad de impulsar la espiritualidad y la oraci¨®n en su vertiente m¨¢s cl¨¢sica, pese al perfil progresista de su comunidad. Iceta, aun con 10 meses menos al frente de su di¨®cesis, ha sabido adaptar la misma pretensi¨®n a la tradicional participaci¨®n de las bases en la toma de decisiones.
Como consecuencia, los rifirrafes que en Gipuzkoa han mantenido el obispo y destacados miembros de su di¨®cesis, en Bizkaia se han reducido a pol¨¦micas aisladas. ¡°Munilla es m¨¢s pele¨®n; no reh¨²ye el enfrentamiento con quienes opinan de forma diferente y tampoco se corta a la hora de hacerlo p¨²blico, mientras que Iceta no es partidario de choques. No ha dejado de imprimir su sello personal, pero sin cambiar las normas que hab¨ªa¡±, admite otro p¨¢rroco.
Ajena a la pol¨¦mica se mantiene ?lava, donde Asurmendi ha superado ya una d¨¦cada y media como prelado y no parece dispuesto a verse envuelto en problemas en la recta final de su mandato.
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