Valle Incl¨¢n, obligado a mudarse
La Asociaci¨®n vecinal de Prosperidad entreg¨® el pasado mi¨¦rcoles las llaves del local a la Consejer¨ªa de Educaci¨®n y se instala en una nueva sede
El retrato en blanco y negro de Ram¨®n Mar¨ªa del Valle Incl¨¢n ya est¨¢ instalado en la nueva sede vecinal de Prosperidad. Muy a su pesar. El pasado mi¨¦rcoles la asociaci¨®n, afincada desde hace siete a?os en un local cedido gratuitamente por la Comunidad de Madrid tuvo que entregarle las llaves del bajo. Para nada han servido las protestas, las llamadas a los medios, la movilizaci¨®n de este barrio, situado en el distrito de Chamart¨ªn, en defensa de este espacio p¨²blico.¡°Hemos intentado dialogar, pero ha sido imposible¡±, aseguraba el pasado mes Gloria Cavanna, portavoz de la Asociaci¨®n de Vecinos Valle Incl¨¢n, con unos 400 socios y 35 a?os de experiencia.
Dos calles separan Luis Cabrera 51, direcci¨®n de la antigua sede, de Cardenal Silicio, 23, donde se sit¨²a el nuevo local, ambas en Prosperidad. El anterior ten¨ªa 600 metros cuadrados; el actual, 180. Concepci¨®n L¨®pez, socia y vecina del barrio, colocaba los libros de la biblioteca. Resignada, explicaba la remodelaci¨®n del local, que se encuentra a pie de calle: "Hemos tenido que acuchillar el suelo, bajar el techo, pintar el local, instalar la calefacci¨®n el¨¦ctrica, puertas y ventanas... Y, por si fuera poco, tambi¨¦n hemos construido un ba?o para discapacitados". Aunque no especifica cu¨¢nto ha supuesto el gasto total de los arreglos, reconoce que han tenido que aceptar cuantiosas donaciones de vecinos para hacer frente a las facturas y se han endeudado hasta el fondo. Ahora tambi¨¦n deber¨¢n pagar 1.000 euros por el alquiler del local.
Seg¨²n la agrupaci¨®n vecinal, la Consejer¨ªa de Educaci¨®n siempre se comprometi¨® a renovar el contrato de cesi¨®n, pero inesperadamente en junio de 2010 recibieron una carta en la que se les instaba a abandonar el bajo. La justificaci¨®n que les dio la consejera de Educaci¨®n, Luc¨ªa Figar, fue la falta de fondos econ¨®micos, seg¨²n la agrupaci¨®n. La Consejer¨ªa, por su parte, mantiene los mismos argumentos que se dieron en su momento, seg¨²n inform¨® este peri¨®dico el pasado 13 de febrero.
La falta de metros y la inacabada mudanza dificultan la realizaci¨®n de las decenas de actividades de la asociaci¨®n. Ayer por la tarde los asistentes a las clases de Tai-Chi tuvieron que compartir sala con los jugadores de ajedrez.. El local se divide en dos salas grandes, tres ba?os, una sala de peque?as proporciones y una cocina de seis metros cuadrados.
El sonido de la taladradora se mezclaba esta ma?ana con los golpes de martillo. Los obreros ultimaban la construcci¨®n del ba?o para discapacitados. Montones de cajas cubiertas de polvo y llenas de libros, juguetes y otros accesorios, a¨²n esperan encontrar su nuevo sitio. Miguel, un voluntario de la asociaci¨®n, explicaba los tejemanejes que han tenido que hacer para aprovechar el espacio. "Como a¨²n no se ha instalado la puerta que separa la sala principal de la secundaria, pondremos un biombo para que el ruido de las actividades no se solape", explicaba Ram¨®n. Por ahora, habr¨¢ dos o tres actividades al d¨ªa. "Sea como sea, el Valle-Incl¨¢n tiene que seguir funcionando", sentencia Concepci¨®n L¨®pez mientras sigue colocando los libros de narrativa en las estanter¨ªas instaladas a la entrada de la reci¨¦n estrenada sede.
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