Una ciudad de creadoras y musas

La crisis est¨¢ dejando titulares m¨¢s pesimistas de lo habitual sobre el paro femenino, la brecha salarial, el techo de cristal... El D¨ªa Internacional de la Mujer Trabajadora puede y debe ser una jornada reivindicativa, pero tambi¨¦n es buena ocasi¨®n para comprobar qu¨¦ hacen las mujeres en todas las disciplinas art¨ªsticas. Este a?o se suma al ya veterano Ellas Crean el primer festival Miradas de Mujeres. Esencial, seg¨²n su directora, Mareta Espinosa, para dar visibilidad al trabajo en femenino. ¡°Lo que nos gustar¨ªa es que no fuera necesario¡±, bromea. El certamen es ambicioso: 300 artistas y 70 sedes en las que asistir a seminarios, videoarte, presentaciones y cine. Recorremos la oferta que deja en la ciudad la onda expansiva del 8 de marzo a trav¨¦s de cinco mujeres.

Mari Paz Vega. La ¨²nica matadora de toros espa?ola en activo est¨¢ en M¨¦xico, prepar¨¢ndose para torear ma?ana en la plaza Monumental del DF. Hace unos a?os, cuando Cristina S¨¢nchez anunci¨® su retirada, dos j¨®venes realizadoras, absolutas desconocedoras del mundo del toro, Celeste Carrasco y Gemma Cubero, quisieron indagar sobre aquella noticia. Encontraron a Eva Florencia, una mujer que se fug¨® de su casa, en Italia, para ser matadora de toros, y a Mari Paz Vega. ¡°Nos adentramos en su mundo para ver por qu¨¦ quer¨ªan hacer algo tan complicado. Nos fascin¨® su pasi¨®n, su b¨²squeda de un sue?o¡±, dice Cubero al tel¨¦fono desde Los ?ngeles.

Si hay un mundo en el que ellas lo han tenido dif¨ªcil es el del toro. ¡°Durante d¨¦cadas la ley se lo prohibi¨®¡±, se?ala. ¡°Pero resulta que, delante del toro, no se distingue el g¨¦nero¡±. El resultado de su investigaci¨®n es el documental Ella es el matador, que se proyecta dentro del ciclo El silencio del palacio. Perspectivas de cine feminista, en el Museo Reina Sof¨ªa. Son 15 pel¨ªculas, que podr¨¢n verse durante todo el mes y recorren cuatro d¨¦cadas de cine realizado por mujeres.

¡°El cine comercial sigue representando de forma estereotipada a la mujer, atendiendo al rol que se supone que cumple en la sociedad, siempre en relaci¨®n con los sistemas de relaci¨®n patriarcal¡±, asegura Berta Sureda, directora de Actividades p¨²blicas del Reina Sof¨ªa. ¡°La mayor¨ªa de personajes femeninos son creados y dirigidos por hombres y los principales papeles que se asignan a las mujeres son los de madre y esposa, aunque la presenten como una mujer moderna y actual¡±, a?ade. El ciclo, en el marco del festival Ellas Crean, que ya va por su octava edici¨®n, mostrar¨¢ que hay alternativa.

Zoulikha Bouabdellah. La artista franco-argelina inaugur¨® hace unos meses la sala Sabrina Amrani, en Malasa?a. Hija de la directora del Museo de Arte de Argel, huy¨® de la guerra civil y toda la familia se instal¨® en Francia en 1993. El exilio est¨¢ muy presente en su obra, as¨ª como el di¨¢logo entre Occidente y el mundo ¨¢rabe. La muestra colectiva Cuerpos presenta v¨ªdeos, instalaciones, fotograf¨ªas y dibujos, de una serie de artistas mujeres del Norte de ?frica que tratan la situaci¨®n de la mujer en sus pa¨ªses de origen y su relaci¨®n con los pa¨ªses donde viven actualmente. Es solo una de las decenas de exposiciones que por toda la ciudad se programan dentro del I Festival Miradas de Mujeres.

Ana de Castro. Hace unos d¨ªas se inaugur¨® en La Casa Encendida la exposici¨®n XXI: Un futuro en femenino. Si se fijan bien, en alguno de los v¨ªdeos ver¨¢n a Ana de Castro, una ejecutiva de 42 a?os que aporta sus opiniones y su experiencia para responder a la pregunta que se hace la muestra: ¡°?Somos una sociedad realmente igualitaria?¡±. Se habla de temas como la conciliaci¨®n entre familia y trabajo, la maternidad, la brecha salarial, el derecho a la salud...

¡°Creo que fui un poco kamikaze porque adem¨¢s era un momento en el que era joven y en el que estaba en pleno desarrollo de mi carrera profesional¡±, asegura De Castro sobre el momento en que decidi¨® ser madre, a¨²n veintea?era. La muestra, promovida por los m¨¦dicos Santiago y Dami¨¢n Dexeus, presenta testimonios de mujeres conocidas y an¨®nimas y ofrece datos interesantes, como que las empresas que aplican la conciliaci¨®n ven reducido un 30% el absentismo laboral. De Castro dice estar satisfecha con el equilibro que ha conseguido, pero admite que el suyo es un caso at¨ªpico. ?Somos una sociedad igualitaria? ¡°Hay mucho por hacer. Todav¨ªa no¡±, responde.

?Yma Sumac. ¡°Prodigiosa cantante peruana¡±, la defini¨® Diego Manrique cuando en 2008 escribi¨® su obituario en este peri¨®dico. Triunf¨® en los a?os cincuenta epatando a la audiencia estadounidense con su voz de soprano ¡ªaseguraban que abarcaba cinco octavas¡ª y la historia de sus or¨ªgenes, que m¨¢s de uno puso en tela de juicio. Aseguraba ser princesa inca, descendiente ni m¨¢s ni menos que del emperador Atahualpa. La ¨²nica peruana presente en el Paseo de la Fama de Hollywood, destaca de ella la Wikipedia. Su estrella no se apag¨® con los a?os: los hermanos Coen rescataron una canci¨®n suya para la banda sonora de El gran Lebowski. El chef de El Inti de Oro, uno de los restaurantes peruanos m¨¢s antiguos de la ciudad, se ha inspirado en ella para crear uno de los tres platos con los que conmemora el D¨ªa de la Mujer Trabajadora (10 euros). En los restaurantes Tampu y El Jard¨ªn de la Leyenda hacen descuento el d¨ªa 8 a las mujeres que acrediten estar trabajando.

Margaret Thatcher. Primera jefa de Gobierno del Reino Unido. La primera, y la ¨²nica. Su lucha por imponerse en un entorno eminentemente masculino se refleja tambi¨¦n en su vestuario, explica Antonio Z¨²?iga, t¨¦cnico del Museo del Traje que va a dirigir una serie de visitas guiadas centradas en Mar¨ªa Antonieta, Amelia Bloomer, Elsa Schiaparelli y en la Dama de Hierro, dentro del festival Miradas de Mujeres. La memoria visual de los a?os ochenta no estar¨ªa completa sin esa imagen de la se?ora Thatcher con sus trajes de chaqueta y su collar de perlas entre la oscura uniformidad de sus encorbatados colegas masculinos. ¡°Lamentablemente no tenemos nada suyo, pero s¨ª de su estilo y su ¨¦poca¡±, se?ala Z¨²?iga. Y su estilo fue el power dressing: tasladar el estilo masculino a la ropa de una mujer que manda, y mucho.

¡°Quer¨ªa transmitir austeridad, seriedad, ¨¦xito¡±, a?ade. Su color era el azul, el del partido Conservador. ¡°Sus trajes eran r¨ªgidos y a la vez c¨®modos para aguantar impecables esas jornadas maratonianas de trabajo. Hechos con tejido de tweed, que no necesitaba abrigo encima. Las blusas, con grandes lazadas. Los colores, poco estridentes. Las perlas, regaladas por su marido cuando nacieron sus hijos, podr¨ªan considerarse una concesi¨®n a la coqueter¨ªa¡±. Inscripciones en el 91 550 47 00 (ext 4744).