El Gallinero, definitivamente fuera del plan para la Ca?ada Real
El Ayuntamiento claudica en su intento de que incluir el asentamiento en la estrategia La Comunidad acepta acompasar los tiempos para facilitar la soluci¨®n a este n¨²cleo chabolista
El poblado chabolista de El Gallinero es ¡°la zona m¨¢s degradada en la zona m¨¢s degradada de Madrid¡±. Por ello, la alcaldesa de la capital, Ana Botella (PP), adelant¨® el 28 de febrero en una entrevista a la cadena SER: ¡°Propondr¨¦ a la Comunidad que contemplemos la posible soluci¨®n de El Gallinero en el conjunto de la Ca?ada Real aunque no est¨¦ incluido como Ca?ada Real¡±. No tuvo que esperar sino unas horas para conocer la respuesta del consejero de Familia y Asuntos Sociales, Salvador Victoria (PP), al cargo de este asunto en el Gobierno regional: ¡°El Gallinero no pertenece al tramo desafectado de la Ca?ada Real Galiana, por lo tanto, no se puede integrar en el plan de actuaci¨®n consensuado que se pretende lograr con vecinos, ayuntamientos y delegaci¨®n del Gobierno¡±.
Esta ma?ana, Victoria se lo ha explicado en persona a la concejal de Urbanismo de la capital, Paz Gonz¨¢lez, con la que ha mantenido una reuni¨®n de hora y media sobre la Ca?ada Real. El Gallinero, ubicado a apenas un kil¨®metro de la antigua v¨ªa pecuaria y donde 700 personas sobreviven en condiciones penos¨ªsimas, es problema del Ayuntamiento, que deber¨¢ tratarlo como cualquier otro asentamiento ilegal en su t¨¦rmino municipal. La Comunidad no se implicar¨¢ de una forma especial en este asunto. Eso s¨ª, tanto Gonz¨¢lez como Victoria han a?adido, en lo que s¨®lo puede interpretarse por ahora como una declaraci¨®n de buenas intenciones, que tratar¨¢n de acompasar las soluciones a ambos problemas.
La Ca?ada Real Galiana es una antigua v¨ªa pecuaria que durante un tramo de 14,4 kil¨®metros en la Comunidad de Madrid est¨¢ cuajada de viviendas y chabolas en situaci¨®n irregular. Discurre por Coslada (Partido Popular), Rivas-Vaciamadrid (Izquierda Unida) y, en su mayor parte (casi 13 kil¨®metros, con una anchura de entre 40 y 80 metros), por los distritos madrile?os de Vic¨¢lvaro y Villa de Vallecas. La mitad (seis kil¨®metros y medio) corresponden a la capital.
El Ejecutivo regional presidido por Esperanza Aguirre aprob¨® una ley en marzo de 2011, con el rechazo de la oposici¨®n y de los tres Ayuntamientos afectados, en virtud de la cual, si en un plazo de dos a?os no se alcanzara un acuerdo social entre municipios, delegaci¨®n del Gobierno (Partido Popular) y Comunidad, esta ¨²ltima podr¨¢ disponer libremente del suelo. El primer paso en este proceso conjunto de las tres Administraciones fue la encomienda por parte de la Comunidad a los Ayuntamientos de la elaboraci¨®n de un censo de viviendas y habitantes en sus correspondientes tramos.
En toda la franja hay levantadas de forma irregular 2.870 viviendas o locales comerciales, en los que viven 10.564 personas, seg¨²n los c¨¢lculos de la Comunidad hechos p¨²blicos hace dos semanas: 1.956 construcciones y 7.104 habitantes son parte de Madrid; 517 y 1.924, de Coslada; y 397 y 1.536, de Rivas. Sin embargo, estas estimaciones tienen un car¨¢cter provisional, puesto que la cifra definitiva se desprender¨¢ de los citados censos encargados a los municipios.
El de Madrid, el primero en estar listo, estima que en el tramo que discurre por su t¨¦rmino viven 5.666 personas, de las que el 79% est¨¢n empadronadas y el 96% cuentan con tarjeta sanitaria. El 64% son espa?olas, el 27% magreb¨ªes y el 5% rumanas. El Ayuntamiento ha contado 1.004 parcelas, de las que el 90% est¨¢n edificadas y el 73% tienen car¨¢cter residencial. Hay 1.303 casas bajas, 124 chal¨¦s, 107 chabolas y 18 remolques. Adem¨¢s, 118 locales con actividad econ¨®mica que emplean a 549 personas.
Coslada y Rivas no han proporcionado a la Comunidad a¨²n sus censos, aunque, seg¨²n ha indicado hoy el consejero regional, en el caso de la primera localidad ser¨¢ muy parecido a las estimaciones realizadas por el Gobierno regional. Salvador Victoria se reuni¨® el 22 de febrero con asociaciones de vecinos de la Ca?ada, y solicit¨® entonces a los ayuntamientos que, ¡°como se?al de buena voluntad¡±, ¡°no derriben ninguna vivienda del ¨¢rea salvo que se traten de chabolas y otras infraviviendas o tengan que ver con la venta de droga y fines criminales y por tanto afecten a la seguridad ciudadana¡±. El Gobierno de la capital puntualiz¨® que s¨®lo autoriza derribos, independientemente del tipo de vivienda del que se trate, cuando hay una orden judicial.
El 29 de febrero, el consejero regional se reuni¨®n con el alcalde de Coslada, Ra¨²l L¨®pez, con el que realiz¨® una visita al tramo de la Ca?ada en ese t¨¦rmino municipal. Hoy ha mantenido un encuentro con la concejal de Urbanismo madrile?o (ha dicho, adem¨¢s, que ha hablado con Botella en varias ocasiones por tel¨¦fono). La semana que viene lo har¨¢ con el regidor de Rivas, el que m¨¢s cr¨ªtico se ha mostrado hasta el momento con la gesti¨®n de la Comunidad. Durante la visita del consejero regional al tramo de la Ca?ada en Coslada, de 1,4 kil¨®metros y cerca de 1.900 habitantes, seg¨²n esas estimaciones iniciales, el alcalde del municipio adelant¨® que habr¨¢ zonas (singularmente, en la parte sur, que linda con la M-45) en la que haya que realizar expropiaciones para poder asimilar el conjunto a los criterios urban¨ªsticos (por ejemplo, para construir calles al uso).
Esta ma?ana, la concejal del Ayuntamiento de Madrid ha recalcado que en su tramo habr¨¢ que realizar derribos porque ¡°las infraviviendas tienen muchas dificultades para su legalizaci¨®n¡±. Se refiri¨® en particular al conocido como Sector 6 de la Ca?ada, pr¨®ximo al vertedero de Valdeming¨®mez, cuyos habitantes ser¨¢n realojados en otras zonas siempre y cuando entren dentro de los par¨¢metros del acuerdo social a¨²n sin cerrar entre las administraciones. Ese pacto, la madre del cordero de este proceso en su faceta social, ser¨¢ el que determine qu¨¦ condiciones socioecon¨®micas deben cumplir los habitantes de la Ca?ada cuyas viviendas se derriben para tener derecho a ser realojados en viviendas sociales.
¡°Esperemos poder llegar al acuerdo social para resolver el problema de la Ca?ada Real, que hasta ahora no se hab¨ªa tratado con rigor y seriedad, para buscar la soluci¨®n m¨¢s adecuada para todas esas familias que viven en la ilegalidad o pseudoilegalidad pero siempre en la marginalidad¡±, ha explicado hoy la responsable municipal. Sobre el futuro de ese suelo, la concejal ha avanzado su deseo de que sirva para actividades productivas (es decir, ni residencial, porque la ley lo impide por la proximidad del vertedero, ni zonas verdes, como se ha especulado en alguna ocasi¨®n).
¡°Queremos llegar a un acuerdo lo antes posible, aplicaremos un ritmo de cierta celeridad, de forma que los encuentros pol¨ªticos se combinen con reuniones m¨¢s asiduas de equipos t¨¦cnicos (sanidad, educaci¨®n, etc.) y con el dialogo con los vecinos, para que podamos sentar en un breve plazo las bases del acuerdo final para regularizar la Ca?ada¡±, ha explicado por su parte el consejero regional. Respecto al Gallinero, donde ayer se produjeron nuevos derribos por iniciativa de los propietarios privados de los terrenos sobre los que se asienta, el consejero ha dicho: ¡°La ley tiene un ¨¢mbito muy particular, y el Gallinero queda fuera del ¨¢mbito de la ley. Hemos hablado de trasladar la preocupaci¨®n del Ayuntamiento y vamos a intensificar las actuaciones conjuntas a trav¨¦s de nuestros ¨®rganos y competencias¡±.
Sobre la ¡°preocupaci¨®n¡± del Ayuntamiento, las palabras de su concejal de Urbanismo han dejado bien claro que el deseo de Ana Botella (que durante cuatro a?os, entre 2003 y 2007, fue responsable de Asuntos Sociales del Ayuntamiento) de que ese asentamiento forme parte de la soluci¨®n conjunta a la Ca?ada se ha quedado s¨®lo en eso, un deseo. Haciendo suyo el discurso de la Comunidad, Paz Gonz¨¢lez ha afirmado: ¡°El Gallinero no es un ¨¢mbito vinculado por la ley de la Ca?ada Real, que afecta a la v¨ªa pecuaria y a los asentamientos en sus m¨¢rgenes. El Gallinero est¨¢ en la zona y formar¨¢ parte de un trabajo intenso pero, a efectos de su inclusi¨®n con el mismo tratamiento, lo que nos hemos comprometido es a profundizar en el trabajo con ese asentamiento. No puede considerarse dentro de los t¨¦rminos que establece la ley¡±. El consejero regional ha apostillado a continuaci¨®n: ¡°Suscribo esas palabras al 100%¡±.
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