L¨®pez quiere un foro parlamentario para su propuesta ¡°de partida¡±

Lo que ma?ana diga el lehendakari, Patxi L¨®pez, en la tribuna del Parlamento ser¨¢ un ¡°punto de partida, no de llegada¡±, y estar¨¢ abierto ¡°al consenso con todos los grupos¡±, apunt¨® ayer la portavoz, Idoia Mendia, de la esperada comparecencia en que el mandatario vasco expondr¨¢ sus planes de gesti¨®n del futuro inmediato sin ETA. ¡°Es el principio de un camino que iniciamos todos juntos en el Parlamento, el centro de la pol¨ªtica vasca¡±, dijo Mendia, pero cuyo recorrido desea L¨®pez que a¨²ne al m¨¢ximo de fuerzas posible, izquierda abertzale incluida.

Aunque del debate que se establezca tras la intervenci¨®n del lehendakari no saldr¨¢n resoluciones, el pleno de ma?ana s¨ª puede terminar alumbrando un acuerdo: Aralar acept¨® retrasar la semana pasada, a petici¨®n del PSE, y sin pedir m¨¢s garant¨ªa que la seriedad de la propuestas de L¨®pez, una moci¨®n en que propone constituir una ponencia en que, ¡°m¨¢s all¨¢ de compartir los principios¡±, se empiecen a ¡°debatir y acordar actuaciones pol¨ªticas que se deber¨ªan impulsar para consolidar la paz¡±.

La ¡®hoja de ruta¡¯ incluye exigencias a ETA, pero tambi¨¦n reinserci¨®n de presos

Al lehendakari no le hace ning¨²n da?o, m¨¢s bien al contrario, que sea un grupo como Aralar, es decir, la izquierda abertzale parlamentaria, el que considere ¡°imprescindible que el Parlamento tome la iniciativa en este nuevo tiempo pol¨ªtico¡±, para abordar desde ah¨ª ¡°los proyectos de construcci¨®n conjunta de la paz y la convivencia¡±.

La propuesta puede terminar resolviendo un primer problema: el del foro desde el que echar a andar y hacerlo con rapidez. En el planteamiento de la moci¨®n, ser¨ªa un grupo de trabajo ¡°abierto a los grupos pol¨ªticos, instituciones y agentes sociales que trabajan en el campo de la pacificaci¨®n, sin ning¨²n tipo de exclusi¨®n¡±. Es decir, aunque lo constituyan las fuerzas ahora representadas en la C¨¢mara, a ¨¦l podr¨ªan acudir quienes no lo est¨¢n: la antigua Batasuna. Aralar propone que en su seno se consens¨²en soluciones a ¡°las consecuencias del conflicto¡± y se impulsen iniciativas de est¨ªmulo a la convivencia de corte local. En ella se podr¨ªa hablar, por ejemplo, de los presos de ETA.

El formato que pide Aralar permitir¨ªa escuchar a la izquierda abertzale

El hecho de que la propuesta estuviera ya en la C¨¢mara antes de pedir L¨®pez su comparecencia y de que nazca de un grupo minoritario como Aralar contribuir¨ªa a difuminar los recelos de protagonismo que podr¨ªa suscitar si la hiciera ¨¦l mismo, o el Grupo Socialista. A la vez, el grupo abertzale puede tener un importante efecto de arrastre sobre el PNV, con pocos argumentos para oponer a esa iniciativa.

Los ¡°foros y f¨®rmulas¡± que el lehendakari anunci¨® permanecen en la penumbra. Su equipo muestra un especial inter¨¦s en proteger hasta ma?ana el contenido de su discurso y no perder el efecto sorpresa que pueda deparar. En evitaci¨®n de filtraciones, solo el n¨²cleo m¨¢s cercano a L¨®pez maneja informaci¨®n concreta. ¡°Ser¨¢ el lehendakari el que lo exponga¡±, fue ayer la respuesta reiterada de la portavoz a las m¨²ltiples preguntas sobre el particular. El silencio de la generalidad de las fuentes, tanto en el Gobierno como en el partido, blindan el discurso.

Mendia rechaz¨® las cr¨ªticas de, entre otros, el PNV, porque el lehendakari no haya consensuado de antemano el contenido de su comparecencia, algo que neg¨® suponga ¡°una carencia¡± de su actuaci¨®n. ¡°Es el lehendakari, como jefe del Gobierno, quien tiene que liderar¡± este momento. En el ejercicio esa responsabilidad, y justamente emplazado por la trascendencia del momento, ¡°expondr¨¢ su hoja de ruta¡±, que contendr¨¢ ¡°las exigencias a ETA, el compromiso con las v¨ªctimas y la reinserci¨®n de los presos¡±, sostuvo.

M¨¢s a¨²n que los contenidos concretos, gran parte de los cuales no se apartar¨¢n de su discurso habitual, a L¨®pez le importa que el esp¨ªritu de unidad que busca despertar el dec¨¢logo que plante¨® en septiembre cale en la ciudadan¨ªa. Aunque el inter¨¦s y la preocupaci¨®n social por esta cuesti¨®n haya descendido en las encuestas hasta los ¨²ltimos lugares de las tablas desde que ETA no mata, en Euskadi las heridas abiertas requerir¨¢n mucho trabajo y atenci¨®n durante mucho tiempo, transmiten fuentes conocedoras de las propuestas.